Las respuestas destempladas de los gobernantes del país vecino, no son sino la expresión de cierto nerviosismo por la intención de llevar la cuestión del enclaustramiento a los tribunales internacionales. Y es que, por primera vez, se enfrentan a esa posibilidad puesto que, anteriormente, siempre habían contado con la complicidad de ciertos gobiernos bolivianos que, Embajada mediante, preferían hacer de la vista gorda ante la política de expansión continua generada en la geopolítica de Harms Espejo y otros.
Para la justicia internacional no existen tratados definitivos ni cuestiones de soberanía en territorios usurpados por la fuerza; por lo tanto, poco puede hacer Chile para defender su situación, peor todavía cuando ya todo el mundo conoce que apenas si fue un simple intermediario de los intereses económicos ingleses que, en realidad, fueron los que generaron el conflicto.
De otro lado, y no menos importante, es que la naturaleza amenaza con hacer desaparecer el territorio vecino y la única posibilidad de supervivencia está detrás de Los Andes; algo que los bolivianos nos hemos negado sistemáticamente a ver y hemos tenido que soportar el desvío de las aguas cordilleranas y dar concesiones increíbles para el acceso a nuestro recursos naturales y territorio, mediante gobiernos "revolucionarios", como el del MNR o tiránicos, como el de Bánzer, y que, en los hechos, han significado cierta "continentalización" que postularon sus estrategas y que se esconde entre nosotros como "federalismo" o "regionalismo"; que no es el sentimiento de ciertos "cambas" sino la manipulación y conspiración internacional que se maneja a través de embajadas y organismos internacionales de toda laya; desde las de "ayuda" hasta las "religiosas".
Lo que hay que tener en cuenta es que el nerviosismo es mal consejero; por lo que no sólo hay que esperar respuestas de ese tipo, coincidentemente las mismas de los ingleses respecto a Las Malvinas, sino también tener mucho cuidado en las propias declaraciones internas para no llevar fuego a la hoguera.
Bolivia se encuentra en una situación inmejorable para llevar el problema a los organismos internacionales de justicia; pero, ojo, no se puede hacer improvisadamente, con bravatas ni demagogia y hay que incluir en la demanda al Reino Unido que, finalmente, fue quien se beneficio del enfrentamiento fratricida.
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