sábado, 11 de junio de 2011

PERCEPCIONES

Cuando uno escucha y ve lo que está sucediendo en España con los indignados, se pregunta ¿Qué está pasando? Y las respuestas pueden ser muchas; desde la que aceptan los de la "clase política", que hay que escuchar; hasta los reclamos de los comerciantes que protestan por el perjuicio.
Pero la realidad puede estar más profundamente escondida o condionando un estallido; porque ya la denominada democracia formal es insuficiente y se ha convertido en algo más del mercado de consumo, es decir, de la supuesta economía libre. Porque, no hay duda alguna, cada elección supone un gasto incuantificable del financiamiento de los partidos, que lo mismo reciben aportes de sus militantes, que subvenciones desconocidas que condicionan ciertas pautas o conductas.
Pero, ¿qué de la realidad? Porque no hay duda que la frustración crece y también las estadísticas sobre pobreza, miseria, marginalidad y, lo que es peor, el precio de los alimentos de la canasta básica. ¿Es que alguien se preocupa de la economía? No de aquella hecha de estadísticas, mentirosas o no, sino de la base de la ciencia misma; o sea: la economía familiar. Y mientras no se atienda debidamente las necesidades y aspiraciones de todos, no habrá democracia valedera porque el sistema mismo parece no estar diseñado para satisfacer esas facetas de la mayoría de la población sino los espacios de poder que se disputan los "políticos" .Así, ¿todavía podemos hablar de democracia?

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