Si analizamos bien los acontecimientos, podemos llegar a la conclusión que fue la "oposición" la que apresuró la apertura del período preelectoral en Bolivia. Pues bien, lo malo del apresuramiento y de la cita electoral es que cada vez tienden a ser más riesgosas, por varios factores.
En la televisión universitaria de la UMSS han entrevistado al líder del MSM que, supuestamente, sería el mayor rival del oficialismo; pero su actuación no ha hecho sino confirmar nuestras sospechas sobre la enorme posibilidad que, entre la confusión, la sofistería y la democracia de mercado que tenemos, se cuele y un advenedizo, un bueno para nada que nos lleve a una crisis sin precedentes o, más bien, a repetir varios regímenes que hemos tenido que soportar en el pasado y que no han hecho otra cosa que agravar nuestros males.
Porque el supuesto líder resulta que es más evodependiente que el resto de eso que se hace llamar oposición y que no reacciona sino en función de lo que hace, lo que dice o lo que le hacen decir a Morales; porque ha sido incapaz, incluso, de definir la ideología de su partido, al que, a la vez, considera como una simple expresión municipalista y Bolivia no es un municipio.
La entrevista ha servido también para confirmar que es un error que los opositores al primer mandatario actual finquen sus posibilidades en ellos mismos, cuando se ve a lo lejos que no hay material ni capacidad suficiente para tener un buen resultado.
Fue y es un error haber adelantado la campaña preelectoral; pero es más todavía no tener con qué participar en el evento; lo que puede llevarnos, es bueno reiterarlo, a que se aupe un advenedizo, un sirviente de otros y hasta un idiota.
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