Hace algunos años, cuando la UDP había triunfado y quería restregárselo en las narices a cualquiera que pudiera, surgió una cantidad importante de "marxistas espontáneos" que puso en labios del personaje desde: "síganme los buenos" hasta "como que estás matador", pasando por un abanico de dichos, hechos, mentiras y ficciones que nadie podía interpretar racionalmente. Por esas mismas fechas surgió un importante movimiento indigenista que reivindicaba la cultura anterior a la llegada de los españoles con buen tino, inteligencia y conocimiento que no tardó también en ser arrinconado por los impostores y oportunistas; de este modo, tenemos hoy "indigenistas" por doquier que, la verdad, no saben dónde están parados y especulan sobre virtudes o defectos del imperio incaico que muy pocos han estudiado exhaustivamente como para dar por ciertas algunas afirmaciones.
Uno de esos investigadores , autor del "Imperio Socialista de los Incas", calificaba a los pobladores del Tawantinsuyu como una "cáfila de hombres felices" y, tomando en cuenta otras investigaciones, tendríamos que aceptar que fue el período de decadencia del Tiwanaku que se habría caracterizado por una sabiduría muy superior que no se ha vuelto a dar en la tierra. En todo caso, hoy las opiniones de los "indigenistas" no hacen otra cosa que distorsionar el poco conocimiento que todavía se tiene sobre la vida anterior al "descubrimiento de América" con suposiciones que dan lástima. Una de ellas, es la que trata de excusar los linchamientos como "justicia comunitaria" que nunca se ha ejercitado de ese modo en estas tierras donde el proceso debido era obligatorio y estaba en manos no únicamente del pueblo reunido sino, particularmente, de los sabios y ancianos que, en cierto modo, eran los que imponían las penas, a juzgar por lo escrito por varios investigadores del área y cuyas obras están al alcance del común de la gente y entre los que podemos citar a Lara, Ponce, Posnaski y otros que escapan a la memoria.
Y, para peor, no faltan los bien asalariados de algunas ONGs que meten la cuchara donde no los llaman y hablan de derechos, reivindicaciones o utopías, cual si se tratara de un circo del más bajo nivel o la excusa más infame para seguir haciendo lo que se critica a los españoles: vivir de la explotación del nativo.
Y no hay nada más criticable que la labor de zapador cuando esta actividad, más que beneficiar a nadie, compromete a todos y denigra ya sea a los mestizos que somos todos o, incluso, a algunos que aún creen en abolengos imperiales, monárquicos o lo que fuere.
Por lo demás, el Tawantinsuyu no fue sino una aristocracia o una teocracia y difícilmente se pueden llevar las aguas hacia una democracia occidental como para tratar de excusar nada como se intenta por los oportunistas e impostores; pero se está haciendo por los supuestos "ideólogos" de un movimiento de reivindicación que añora profundamente a quienes iniciaron la lucha y, tal vez, ven con impotencia el surgimiento de tanto "indigenista" con ropas de marxista, liberal o hasta trotskista que realmente espanta.
Y donde hay impostores todo se distorsiona.
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