Lo del título o las historias pírricas puede fácilmente darse al final del motín policial porque ya mucha gente empieza a preguntarse:¿es realmente justo lo que pagamos por una seguridad que no existe? Lo que implica no sólo que no están tan de acuerdo con las "reivindicaciones salariales" de los policías sino que las están cuestionando más por muy insuficientes que sean.
Lo que agrava la cuestión es la forma violenta en que se ha procedido "pacíficamente" y no únicamente con gran despliegue de armas sino con insultos y agresiones físicas a sus propios camaradas, periodistas y personas ajenas y, además, la "solidaridad" que han recibido de parte de delincuentes prontuariados y sectores anarquistas u oportunistas que no buscan más que cualquier acto de subversión para sumarse, aunque no sepan qué es lo que quieren; como el de los llamados "minoristas" que casi de frente le hacen juego a la conspiración interna y externa, aunque se desgarren las vestiduras porque no es así.
Cualquier ciudadano, con un mínimo de sentido común tiene que preguntarse hasta cuándo un salario puede ser justo, por obligaciones que no se cumplen o, peor todavía, que se incumplen deliberadamente y en complicidad de otros, que es el tema de todo ese entorno que hace a la actividad policial que, por esos mismos cuestionamientos, ha perdido el control de las oficinas de identificación y licencias de conducir que ahora incorporan en la negociación con el Gobierno.
Por mucho que, eventualmente, aparezcan como ganadores o triunfantes pues la situación que han creado complica no sólo la institucionalidad sino la democracia, los policías han comprometido más todavía su imagen aunque quieran desvincularla de la "jerarquía" y hacerla simplemente de la tropa. Pero la presencia de algunos "solidarios" ha dado al traste con ese intento.
Si recordamos la historia reciente en el país, no hay que perder de vista tampoco la forma cómo la misma institución policial, donde ya nadie sabe quién es quién, ha complicado la situación nacional apenas hace unos años porque ha dado curso, intencional o involuntariamente, al manipuleo de sectores que lo que buscan es desestabilizar cualquier régimen de gobierno, para seguir manteniendo el sistema de dependencia-corrupción-impunidad y es un secreto a voces su íntima ligazón con organismos de "ayuda" norteamericana.
Para sintetizar esta suerte de tiro por la culata, está la impresión que tiene un ciudadano común y que se expresa textualmente así: "Si te roban los delincuentes, no pues hacer nada; si te roban los policías, tampoco" ¿Patético, verdad?
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