lunes, 24 de febrero de 2014

RECURSOS NATURALES

Se ha inaugurado una planta piloto de producción de baterías de litio en Potosí y, como siempre, surgen voces disidentes que observan y critican lo que quieren, sin tener idea de cómo realmente se maneja el mundo.
Cuando hace varios años se proponía instalar un industria de extracción de litio en los salares de Uyuni y nos opusimos muchas personas, curiosamente, las voces disidentes eran las que decían que no importaba qué íbamos a producir, la cuestión era tener algo. Pero lo que se ofrecía apenas era una exportación de salmueras que podían ser procesadas en el exterior con los mayores beneficios consiguientes para la empresa interesada en las ganancias del negocio; cosa que nos ha sucedido durante décadas con los minerales principales, pues al no poder fundirlos la exportación de "barrillas" no era negocio para Bolivia.
Lo que hay que tener en cuenta, y muchas veces se desconoce, es que también la tecnología y la ciencia entran dentro del arsenal de la guerra de los países hegemónicos que han dado suficientes muestras alrededor del mundo de su avaricia y acaparamiento llegando, incluso, a hacer creer a algunos que se les apoyaba o ayudaba, cuando los mayores beneficios de los recursos naturales eran simplemente para los capitalistas que se aseguraban la extracción, la industrialización, el comercio y la distribución.
No es pues fácil explotar los recursos naturales de los países denominados subdesarrollados porque al no tener ciencia ni tecnología y con universidades que se preocupan más de su"autonomía" y usufructo del presupuesto que se hacer ciencia y crear conciencia, todo puede suceder y generalmente sucede, cuando no hacemos más que dar vueltas alrededor de la misma noria.
Lo que nos falta es tecnología y no únicamente porque no hay transferencia en el planeta sino también porque tendemos a abandonar nuestras propias conquistas ancestrales y tradicionales, sumidos en complejos de inferioridad que nos fomenta la inercia.
Si nuestras universidades funcionaran, no tendríamos los inconvenientes que tenemos a la hora de emprender la explotación e industrialización de nuestros recursos naturales; pero estamos tan lejos de ese objetivo que mientras necesitamos más ingenieros en petroquímica, para citar un ejemplo, o en ingeniería de sistemas, las carreras más buscadas siguen siendo la abogacía, las pequeñas finanzas o medicina; es decir, se busca más el oropel del titulo que el servicio y a la contribución a la economía y la sociedad.

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