martes, 11 de febrero de 2014

¿NATURAL O NO TANTO?

Esto de los desastres "naturales", adquiere connotaciones de polémica muchas veces pues como no tenemos elementos científicos irrebatibles para decir una u otra cosa, nos dejamos llevar por las creencias o las supersticiones.
En el caso de algunos países, no hay duda que es más el efecto de la desidia que de la naturaleza, ya que al no hacerse trabajos de dragado, regularización, limpieza y canalización, es lógico que los ríos salgan de sus cursos para producir inundaciones y, peor todavía, cuando no hay educación en la ciudadanía en general para usar y no abusar de la tierra.
Pero hay que admitir también que existen otras teorías que no sólo dan como inexistente o mínimo el impacto de la contaminación, la deforestación y otros elementos, sino que proponen como argumento la tesis de una nueva glaciación que se daría cíclicamente en la tierra, debido a factores que no conocemos porque cuando miramos el cielo, nos dedicamos al romance o al delirio; pero no a su estudio racional y sistemático donde debieran entrar no únicamente las especulaciones del cientificismo sino también los "mitos" o "leyendas" que se tienen al respecto en otras partes.
Hace ya bastante tiempo que en Bolivia, por ejemplo, los desastres son naturales no porque sea ésta la que intervenga machaconamente sino porque la irresponsabilidad y la omisión en las funciones gubernamentales es la característica especialmente de las autoridades que confunden crecimiento con asfalto o con mercados saturados de contrabando, piratería e informalidad.
Sería pues raro que no hayan desastres en poblaciones sujetas a los vaivenes de la politiquería y no de la política o el urbanismo pues no es infrecuente encontrarnos con ciudades "grandes" que, a la primera lluvia de magnitud, se anegan irremisiblemente porque no cuentan con eficientes sistemas de alcantarillado y aguas pluviales y porque, particularmente, están hipertrofiadas en todo: en civilización y politiquería, que son los males mayores del planeta.
Además, no hay duda que hasta la ecología sirve para la política de hegemonía de algunas "potencias" y no faltan los ingenuos o los interesados que les hacen coro, como en laguna repleta de sapos a consecuencia de las lluvias.
¿Desastres naturales o no tanto? ¿Quién se anima a responder?

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