Se quiere generar todo un debate acerca de si Bolivia debe solicitar ayuda internacional para enfrentar los desastres naturales o hacerlo sólo con las posibilidades que tiene el gobierno.
El mismo hecho de tratar de discutir sobre el tema tiene sus bemoles. En el pasado la ayuda internacional, la de EEUU, por ejemplo, se canalizó hacia los organismos represivos no sólo cuando se pagaba 20 US$ por cada "enemigo de la revolución" que se encarcelaba o enviaba a los campos de concentración o se dispuso una ayuda para el mantenimiento de los presos en las celdas que nunca llegaba a esos recintos o la formación de una fuerza especial de las FFAA para apoyar la presidencia de Barrientos a quien, además, se "prestó" o "regaló" un helicóptero o la formación de otra antimotines en la policía que se estaba dando en la gestión de Sánchez de Lozada o, últimamente, la gran cantidad de dinero que se manejó so pretexto de la autonomía que iba a derivar en separatismo y sobre cuyas consecuencias y motivos todavía conocemos poco, por no decir nada.
Hay pues generalizadas sospechas sobre el manejo, motivo y destino de la ayuda internacional y el terremoto de Aiquile ha colmado el vaso y estamos viendo también, ahora mismo, cómo mientras algunos necesitados no alcanzan la ayuda gubernamental, otros la están acaparando o negociando en una acción que es totalmente indigna. A lo que se suma la actitud de un gobernador que fue sorprendido trasladando gran cantidad de efectivo y trató de excusar diciendo que era para la compra de ayuda a los necesitados, aunque lo curioso es que la misma se iría a realizar en la zona de desastre.
Además, como estamos en período electoral, los partidos y candidatos podrían hacerse de algunos fondos no muy éticos, a través de estos sistemas de "ayuda" que nos han escaldado en el tiempo y que resultarían no tan "inocentes" como aquellos que se enviaron por medio de organizaciones pías para el separatismo.
Se dice que una de las formas para eliminar la sospecha sería la de fiscalizar el uso; pero sería tanto como admitir que las sospechas están totalmente fundadas.
Y aunque la ayuda que más conocemos y ha causado resquemor es la de EEUU, no hay que olvidar tampoco los fondos que se enviaron para el "foquismo" castrista, cuando la guerrilla del Ché, que fue la causa también de disputas y hasta muertes entre los que la querían manejar.
Si, como se está viendo, el gobierno puede, mejor sería evitar la sospecha.
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