viernes, 28 de febrero de 2014

EL MESTIZAJE

Aunque es como tapar el sol con un dedo, no faltan quienes niegan el mestizaje en el "plurinacional" Estado boliviano y no es que se crean todavía representantes de abolengos y rancias aristocracias sino que propugnan la lucha de clases como la solución política que el propio marxismo no ha sabido encontrar.
De otro lado, están los que en aguas revueltas quieren pescar y si ayer aparecían como mestizos o intelectuales, hoy se precian de "indígenas" u "originarios" y han desempolvado ponchos y atavíos que ni siquiera se explican geográfica, social o antropológicamente.
Y, como si no fuera suficiente, se interpreta o distorsiona la historia a gusto y sabor y así se hace aparecer al Incario, por ejemplo, como un remedo comunista que nunca fue o a España como la cuna de la aristocracia que tampoco fue. En el primer caso, el estado incaico si por algo puede caracterizarse es por su búsqueda permanente del bien común, no sólo por las aristocracias gobernantes sino por la entrega de quienes habitaban su extenso territorio; en el segundo, las monarquías ibéricas fueron prácticamente inexistentes.
En este ambiente no es pues raro que veamos a jueces de ponchos, plumas y bastones, mientras otros tratan de no perder la corbata o el título de doctor, por mucho que no pasen de licenciados. Así como hay los que buscan su identidad en la imitación, copiando el carnaval de tal o cual parte o, hay otros, que quieren que nos asociemos al algún imperio para ser más fuertes.
Lo que nos falta es confianza en nosotros mismos, en la búsqueda permanente de identidad que ya no puede ser la traída de Europa ni la que resta de la caída incaica y tiene que ser, forzosamente, de la fusión y hasta de la confusión, si se quiere, de dos potencias que se vieron frente a frente y con concepciones totalmente opuestas. De un lado, estaba la cruz y la espada y los hombres que no comulgaban ni con una ni con la otra pues eran mercenarios, fugitivos o aventureros, recolectados para una empresa donde nada tenía que ver la religión o la expansión de la misma sino el frío materialismo de las tierras y el oro; del otro lado, la cosmovisión de los habitantes del Tawantinsuyu que no sólo los ligaba la universo en general sino que hasta les anunciaba el ocaso por el paso cíclico de la historia de la humanidad, como una relación más bien espiritual que material.
Pero ni la historia ni la realidad están ya para más interpretaciones, distorsiones o caprichos. O asumimos nuestra identidad mestiza o seguiremos siendo simples imitadores o alienados a este o el otro.

jueves, 27 de febrero de 2014

CARNAVAL Y DEMAGOGIA

Mientras algunas personas andan desgarrándose las vestiduras porque el gobierno no declara zona de desastre al Beni; el carnaval avanza impertérrito, insensible.
Y no es que se quiera desconocer una tradición local sino que hacemos muy mal en usar de la demagogia cuando los instintos nos llevan a la carne, a las carnestolendas, a la fiesta del momo y gastamos lo que debemos y lo que no para hacer más grande el espectáculo; en lo que también se ha convertido aquello de la solidaridad o la filantropía y mientras se muestran bolsas de agua o de fideos, se hace lo mismo con el próximo estreno del "cambódromo" -¡qué manera de copiar hasta en eso!- o se analiza cuánto gastará cada bailarín en su atuendo.
Esto es lo malo de la politiquería; que convierte en sospechosas las actitudes pías, las tradicionales o las sociales y ya no sabemos si el que da va en busca de la cámara o de la víctima; si el que pide o exige algo lo hace porque debe o porque sólo quiere molestar.
Mientras tanto, hay que reconocer que nuestras tradiciones, nuestras costumbres, nuestras leyendas van naufragando en el océano del alcohol, en el huracán de la distorsión, en el vendaval de la vanidad, que desdice completamente esa supuesta religiosidad o fe o devoción, lo mismo que es contraria la politiquería a la política.
Pero, es más, ya no sabemos cuándo empieza y cuándo termina el antruejo pues vemos disfrazados, sí disfrazados, posesionándose en las salas del Tribunal Constitucional o firmando un pacto electoral de aconchabamiento entre otro disfrazado y el que también se disfraza de líder.
¿Carnaval? ¿Politiquería? Al parecer se trata simplemente de impostura, de hipocresía, de demagogia, que lo mismo tergiversa la tradición como las necesidades ciudadanas.
Aunque no es realmente verdad, se dice mucho que perdimos el mar por no perder el carnaval; si así fuera, no hemos aprendido la lección y ponemos en riesgo, la democracia, las víctimas de las lluvias y la crecida de los ríos y, especialmente, la credibilidad, el crédito, la fe, en el porvenir.
En un rasgo de sinceridad, los que reclaman el estado de desastre o quieren fomentar el carnaval, debieran presentarse sin máscaras de responsables o tradicionalistas y hacerlo de cara al pueblo, diciendo la verdad de lo que realmente quieren.

miércoles, 26 de febrero de 2014

LA JUSTICIA

Como alguna vez dijimos, la justicia no sólo depende de la administración de las leyes sino también de las políticas gubernamentales.
Y es uno de los temas pendientes de la humanidad. Desde la persistencia de Guantánamo, hasta la "doctrina de seguridad nacional", hay un amplísimo abanico donde hay que incluir los luchas "tribales" en el África, las invasiones como las de Irak o Afganistan, los organismos de "seguridad" como la DINA en Chile o el "control político" en Bolivia, los esbirros de "Papa Doc", la situación de los emigrantes latinos a USA y Europa y un largo etcétera que cada quien puede añadir a su gusto y sabor sin que, por ello, se aleje de la verdad.
Y dentro de este ambiente de inseguridad libremente consentido y ejecutado, hay que añadir la manipulación de los "medios", el uso de la diplomacia del "big stick", la "dollar diplomacy" y hasta los "progroms" o purgas que se desatan abierta o disimuladamente.
Tan es así que la televisión ha hecho famosos algunos programas que, aunque de mal gusto y hasta vulgares, denuncian esta ausencia de la justicia en el mundo y entre ellos hay que mencionar el de "Laura" o "Caso Cerrado", además de muchos otros que también han llegado al cine, no por la forma ecuánime o eficiente en que actúa la justicia sino por lo contrario.
Ni para qué hablar de las estadísticas que nos muestran cómo la riqueza se concentra en pocas manos, mientras la pobreza sigue creciendo, a la par de la inseguridad porque la avaricia no únicamente abarca los campos legales o morales de explotación sino también los criminales, como el narcotráfico, la prostitución, la trata de blancas, el lavado de dinero, el secuestro, la especulación o el ocultamiento, que suelen ser los más rentables o tanto como el manejo de algunas disciplinas deportivas como el fútbol, el basquetbol o el juego en general, con características de transnacionales.
Aunque mucho tienen que ver en este ambiente los jueces, fiscales y abogados, hay que aceptar que depende también de muchos gobiernos y hasta de la propia opinión pública que, las más de las veces, no es tal sino una simple impostura que se maneja a sabor y conveniencia de los que tienen la sartén por el mango.
Y, otra vez, hay que criticar el papel de omisión o de complicidad de las universidades que ni siquiera un buen diagnóstico han podido elaborar y se limitan a algunas señalizaciones donde, curiosamente, no se incluyen por mucho que el dedo acusador las está apuntando.
Y la realidad nos enseña que si alguna catástrofe amenaza al planeta, no es por el calentamiento, la contaminación o la actividad solar sino la corrupción, la inmoralidad y la impunidad de unos pocos en desmedro de los más; o sea eso que conocemos como iniquidad o injusticia.

martes, 25 de febrero de 2014

¿INVERTIR O GANAR?

De un tiempo a esta parte y no sólo en Cochabamba sino también en otras ciudades de Bolivia, algunos ciudadanos que tienen posibilidades económicas, se han dado a la tarea de incursionar en negocios de tragos, comidas o café; mientras grandes sectores de la industria agrícola, minera o frutícola no tienen inversionistas.
Hace ya algunos años, cuando el neoliberalismo cabalgaba cual potro apocalíptico en estas tierras, fuimos invitados a un seminario sobre las propuestas, precisamente, del modelo fondomonetarista, donde tuvimos que sentarnos al lado de "empresarios" que no tenían otro negocio que la distribución callejera de helados; aunque, como es lógico, puede ser también una empresa.
Pero en los países calificados como subdesarrollados y otros eufemismos para decirles que son simplemente dependientes, hay una amplia gama de "empresarios" que no sólo que se prestan a las argucias del capital internacional avieso y siniestro sino al papel de "felipillos" que viven de las migajas que hacen caer los potentados de su mesa. Ahora mismo se ha revelado que una empresa socia de la que se adjudicara la construcción del complejo Misicuni, lo era con un capital de 10.000 Bs., menos de 1500 $US. Lo que sólo se puede excusar si entendemos que el proyecto en sí, estaba prohibido de ejecutarse durante décadas por un convenio que el gobierno boliviano del MNR había firmado con la AIF (Agencia Internacional de Financiamiento) y la experiencia internacional nos muestra cómo, muchas veces, se inician importantes proyectos en las naciones pobres sólo para abortarlos.
Algo de esto hay en la práctica de la inversión en búsqueda simplemente de ganancias fáciles y no en el emprendimiento osado de la transformación de materias primas u otras empresas que tengan un peso más estructural o específico de las economías de que se trate. En el trópico cochabambino, por ejemplo, cuando se trataba de hacer desarrollo alternativo a la producción de coca, nuestros "empresarios" querían intervenir con proyectos como hoteles o casinos de juego que, en realidad, nada tenían que ver con opciones para el campesino de la zona y se trataba sólo de aprovechar la "tierra de nadie" para invertir avariciosamente. De ahí que otros empresarios de otras naciones tuvieron que asentarse en la zona e instalar proyectos de producción de bananos o palmitos que sí tenían que ver con la industria del lugar.
Por estas circunstancias es que reímos, para no llorar, cuando los organismos de empresarios exigen al gobierno una ley de inversiones, al parecer, pensando no en función de los empresarios bolivianos sino de los extranjeros que lo que más quieren es encontrar "suelo arrasado".

lunes, 24 de febrero de 2014

RECURSOS NATURALES

Se ha inaugurado una planta piloto de producción de baterías de litio en Potosí y, como siempre, surgen voces disidentes que observan y critican lo que quieren, sin tener idea de cómo realmente se maneja el mundo.
Cuando hace varios años se proponía instalar un industria de extracción de litio en los salares de Uyuni y nos opusimos muchas personas, curiosamente, las voces disidentes eran las que decían que no importaba qué íbamos a producir, la cuestión era tener algo. Pero lo que se ofrecía apenas era una exportación de salmueras que podían ser procesadas en el exterior con los mayores beneficios consiguientes para la empresa interesada en las ganancias del negocio; cosa que nos ha sucedido durante décadas con los minerales principales, pues al no poder fundirlos la exportación de "barrillas" no era negocio para Bolivia.
Lo que hay que tener en cuenta, y muchas veces se desconoce, es que también la tecnología y la ciencia entran dentro del arsenal de la guerra de los países hegemónicos que han dado suficientes muestras alrededor del mundo de su avaricia y acaparamiento llegando, incluso, a hacer creer a algunos que se les apoyaba o ayudaba, cuando los mayores beneficios de los recursos naturales eran simplemente para los capitalistas que se aseguraban la extracción, la industrialización, el comercio y la distribución.
No es pues fácil explotar los recursos naturales de los países denominados subdesarrollados porque al no tener ciencia ni tecnología y con universidades que se preocupan más de su"autonomía" y usufructo del presupuesto que se hacer ciencia y crear conciencia, todo puede suceder y generalmente sucede, cuando no hacemos más que dar vueltas alrededor de la misma noria.
Lo que nos falta es tecnología y no únicamente porque no hay transferencia en el planeta sino también porque tendemos a abandonar nuestras propias conquistas ancestrales y tradicionales, sumidos en complejos de inferioridad que nos fomenta la inercia.
Si nuestras universidades funcionaran, no tendríamos los inconvenientes que tenemos a la hora de emprender la explotación e industrialización de nuestros recursos naturales; pero estamos tan lejos de ese objetivo que mientras necesitamos más ingenieros en petroquímica, para citar un ejemplo, o en ingeniería de sistemas, las carreras más buscadas siguen siendo la abogacía, las pequeñas finanzas o medicina; es decir, se busca más el oropel del titulo que el servicio y a la contribución a la economía y la sociedad.

domingo, 23 de febrero de 2014

MEGA PROYECTOS

Como en muchos medios es fácil sofisticar, se ha hecho común que los alcaldes ofrezcan "mega proyectos" que otros denominan "obras estrella" porque, supuestamente, son cosas que se van a sentir en el progreso o la evolución de nuestras ciudades. Claro que hay gente que se deja llevar por la propaganda y cree que un puente, un viaducto, un mercado, añade prestigio a la ciudadanía o la incorpora a los aires del progreso.
Nada más falso, la ciudad sigue siendo una amenaza para la propia ciudadanía y sus deficiencias e insuficiencias crecen. No por nada los socarrones se refieren a los mega proyectos como "meqa proyectos" que, en el idioma quechua, se traduciría como proyectos podridos. Y, efectivamente, lo son porque varios de ellos, aparte de no excusar siquiera las inversiones que se hicieron, no sólo que están cuestionados por el gusto, la inteligencia o la prioridad respecto a otras obras sino que no se explican. Y como muestra basta un botón, tenemos el caso del "distribuidor Cobija" que fue entregado con bombos y platillos hace pocos años y aunque ya parecía un absurdo total, resulta que se ha descubierto en estos días un deterioro que sólo puede excusarse en la mala fe.
Porque que se haya gastado la capa de rodaje al punto de exponer los fierros de su esqueleto, es toda una advertencia sobre un puente, distribuidor o lo que fuera que, como lo dijimos es y fue un absurdo por su concepción, por las consecuencias que introdujo en la circulación vehicular aledaña, los cambios que hubo que realizar y porque, seguramente, con menos espectacularidad se habría conseguido una obra con menos costo y más efectiva.
Pero no es sólo es armatoste que está en el banquillo sino también otros de gestiones de alcaldes que se ufanaban de eficientes y modernos y que nos han entregado en las garras de la urbanistería, el mal gusto y el alto costo. Como decíamos, es fácil sofisticar y el sólo hecho de imitar otras obras de otras ciudades, para algunos pobladores, resulta no únicamente una hazaña sino una muestra del progreso; porque no sabe qué es tal cosa o se deja llevar por el progresismo.
Y, como si no fuera suficiente el alcalde actual de esta capital cochabambina, acaba de anunciar varios de esos "meqa proyectos" y como no hay sentido común, inteligencia o eficiencia; hay que ponerse a temblar pues la hipertrofia urbana seguirá creciendo, mientras la estulticia de la gente, también.

sábado, 22 de febrero de 2014

TIEMPO DE ACONCHABAMIENTOS

Conchabar, quiere decir, unir cosas de ínfimo valor, asociarse para fines sospechosos o tomar un sirviente a sueldo; pues. esta es una actividad típica de la democracia de mercado, donde suelen reunirse con bombas y platillos no sólo los que usan corbata y poncho sino también los que hasta ayer estaban mordiéndose o arrojando espuma por la boca, en contra del otro.
Dizque, en política todo es posible; claro que restándole a la política toda implicación moral o de ciencia o, incluso de arte; pero como no es más que la definición que los sinvergüenzas han hecho de esa conducta y conocimiento ciudadano, concluimos que de lo que hablan es de la politiquería.
Y no otra cosa significar conchabarse. Dos nulidades juntas no pueden hacer algo inteligente ni útil, siguen siendo nimiedades, por mucho que contraten todo un aparato propagandístico que los haga aparecer como redentores, sacrificados líderes que dan la otra mejilla o pundonorosos hombres que saben perdonar. Hace ya décadas que también, en la politiquería, se habla del puñal bajo el poncho, que es la manera cómo algunos calificaron la actitud de algunos campesinos que se acercaron a los "señoritos" para ofrecerles compañía o solidaridad y luego les abandonaron; claro que también se podría hablar del puñal bajo la levita, la toga o la capa militar; pero el puñal es eso: un puñal.
Bolívar, luego de procurar la "fusión de razas", que era la manera que él veía para forjar la nación latinoamericana o la patria grande, ya en la declinación y el abandono, se condolía de lo que había arado en el mar, de lo mucho que había dado y lo poco que fue correspondido con unas disenciones y disputas que no sólo eran mezquinas sino intrascendentes y que por poco hacen fracasar la labor de la independencia al sur del río Bravo y postergaron la integración indefinidamente.
Fueron, precisamente, esos aconchabamientos o conchabamientos lo que casi dan al traste la labor de los libertadores, donde no sólo hay que incluir a Bolívar, Sucre o San Martín sino también a esos muchísimos anónimos o sacrificados héroes que regaron con su sangre y esfuerzo nuestras tierras y donde no es posible distinguir quien llevaba qué o cómo estaba vestido porque los ideales barrieron con las discriminaciones.
Pero hay que lamentar que, a casi dos centenas de años de nuestra independencia, no sólo continúen las pequeñas disputas sino que sea el aconchabamiento que caracterice la "democracia".
Y ahí están los candidatos demostrándonos que no hemos cambiado ni queremos cambiar.

viernes, 21 de febrero de 2014

EL PODER JUDICIAL

Una vez más la administración de la justicia o las leyes, nos demuestra que, al parecer, es un asunto sin solución. Porque no es cuestión de cambio de nombres o designaciones sino de personalidad, de conocimientos, de moral; cosas que se han ido echando en falta en muchísimas gestiones y que sólo excepcionalmente se han dejado ver, como eso: una excepción.
Cuando se anunció que el hoy llamado órgano judicial iba a conformar sus cuadros por medio de elecciones generales, el escepticismo fue grande y creciente porque es difícil conocer a las personas y, peor todavía, profesional o moralmente. Por lo demás, la selección de los candidatos fue pésima no sólo por la forma cómo se actuó sino porque no habían tampoco opciones pues, si se acudía a los colegios profesionales o de abogados, seguíamos en lo mismo del partidismo porque esas instituciones fueron tomadas por la "clase política" como cuotas de la distribución de la burocracia nacional.
Erigir un "consejo de la magistratura", un colegio de magistrados o alguna entidad aristocrática que posibilite una selección mejor de los tribunales, podría ser una opción pero lo malo es que poco podemos elegir entre nuestra gente que cada vez más es propensa a la mediocridad, al subterfugio, al "chanchullo" y cree que la aristocracia quiere decir monarquía o discriminación por esto o lo otro cuando no se refiere sino a la preponderancia de los mejores.
Tampoco nuestra universidad contribuye a un ambiente de mejor profesionalismo y desempeño ético en la profesión porque, aparte del cientificismo en que ha caído, se rige por un sistema no de aristocracia o selección de lo mejor sino de mediocracia donde lo que sirve es lo que se aparenta y no lo que se tiene como formación académica o moral. La "democratización de la universidad" ha sido simplemente el instrumento de su mediocratización y es tan evidente que si los postulantes a alguna carrera no logran su objetivo de ingresar en la misma, todavía tienen el expediente de la huelga de hambre, de la presión social y hasta de la acusación de discriminación. La cuestión de tener título, como alguien lo dijera, ha sustituido la pasión por los títulos nobiliarios y si antes se deshacían porque los nombren condes, duques o príncipes, hoy hacen lo mismo porque les digan licenciados, "magister" o cualquier otro rótulo de papel y cartón que nada representa ni significa en un ambiente que no da muestras de evolución sino de involución.
Es pues difícil no lamentar este callejón sin salida de la administración de la justicia que, como se ve, no depende de cómo se vista el magistrado, si de pajarita o de poncho; si  levita o pollera sino de cómo actúa dentro de un entorno donde cada vez se confunde todo lo nos cantara "Cambalache", el tango.

jueves, 20 de febrero de 2014

LA ESTULTICIA A CABALLO

De un tiempo a esta parte, en Cochabamba se han dado varios ataques de animales a granjas o poblados donde las víctimas no sólo han sido ovejas sino también gallinas, patos, conejos que presentaban algunas dudas sobre el tipo de atacante y hasta hay algunos que hablan del "chupacabras" ya que los corderos aparecieron sin el corazón y, curiosamente, sin muestras de hemorragia.
En la provincia de Sacaba también se dieron estos ataques hasta que se pudo matar un gato montés que estaba atacando una granja con gran mortandad. Ahora resulta que el sujeto va ser sometido a un proceso penal por la muerte del felino menor. Aunque hay varios argumentos morales y legales para no sólo excluir el proceso sino rechazarlo por simple sentido común; lo que está pasando es que, a caballo de las instrucciones de la derecha y el salario de la izquierda, hemos entrado en un proceso de aparente defensa de derechos naturales, jurídicos o inventados que ya llama a la preocupación.
Está bien defender las especies en extinción y protegerlas; pero cuando uno las encuentra en su propia casa y atacando, la defensa no sólo es lógica sino natural y, por tanto, legal. Otra cosa fuera que alguna persona salga de cacería expresamente para matar especies en extinción o protegidas; aunque todos sabemos que el dinero puede permitirlo y no son raros los casos donde los que tienen no encuentran obstáculo alguno para seguir sus instintos; basta ver las páginas de los diarios.
Lo que pasa es que, muchas veces, se defiende más el salario o la estulticia como cuando, en lugar de sólo proteger se fomenta, por ejemplo, las perversiones sexuales y se quiere hacer común, algo que afecta a minorías y que, por muy pocas que fueran, si bien merecen respeto y consideración, no puede tratar de generalizarse para la especie.
Si el Ministerio Público, según la versión oficial, inicia el proceso contra el campesino defensor de su propiedad y sus animales, no será más que el resultado de la crisis que actualmente enfrenta la justicia en general en Bolivia; pero debe llamar la atención que se quiera hacer de la estupidez una práctica común so pretexto de la defensa de los derechos que, además, casi nunca se los enseña o promueve al lado de los deberes que, implícita y explícitamente, están señalados en los instrumentos jurídicos y morales que hacen a la sociedad.
Una cosa son los derechos; otra muy distinta la estulticia.

miércoles, 19 de febrero de 2014

LA SITUACIÓN EN EL BENI

Al parecer la situación en el departamento del Beni puede resolver por medio de la interpretación que le quiera dar al reporte de un "periodista" de una cadena de televisión que, preguntado sobre si llovió o llovía, dijo: "ha llovido en todas partes y en otras no".
Tan evidente es la controversia sobre las inundaciones que no podemos dejarnos llevar por quienes quieren, curiosamente, llevar las aguas a su molino, por mucho que vaya a producir inundaciones. Lo lamentable y condenable es que se use a las víctimas, sus necesidades, sus sufrimientos, para entrar en una polémica que tiene mucho de politiquería y no de política y, lo más lamentable, es que haya personas que entran en el juego.
Lo menos que podemos hacer por quienes sufren, o no, la acometida de las aguas en turbión es respetar su situación y tratar de que se la maneje con responsabilidad y buen criterio pues ya estamos cansados que la filantropía se haya convertido en artículo de propaganda o de manipulación artera por quienes han perdido todo sentido de responsabilidad y de humanidad.
Y así como sucede en el Beni, ocurre también en otras partes donde no sólo se puede percibir el mismo manejo abusivo de la situación sino también la presencia de vivillos que quieren hacer comercio con el sufrimiento de los demás.
El mundo ha perdido el horizonte de su propia conducta, de sus reglas morales, de su ética y es una pena que suceda so capa de evolución, de progreso o avance científico que, en lo más, a donde se nos quiere llevar es a la incredulidad, al ateísmo, al materialismo.
Paradójicamente, es el mismo cientificismo que ya no puede sostener su sofisticación, su engaño, sus trampas y tiene que confesar que muchas de las cosas que suceden en el planeta no las puede explicar porque también ellos han perdido el rumbo; razón demás para desconfiar de las otras cosas, de eso que se hace llamar política, moral o conducta intachable; cuando la realidad, cada día y sólo con lo que puede llegar a las páginas de información, nos agobia con su corrupción y su impunidad. ¿No es lo mismo acaso que mientras cierto diputado español esconde millones en cuentas suizas y sufren los trabajadores, hayan otros que quieren hacer ídem en nuestras tierras y el sufrimiento ajeno?

martes, 18 de febrero de 2014

LA CIENCIA AL BANQUILLO

Crece la corriente de sentar en el banquillo del acusado ya no sólo a las universidades sino también a la ciencia misma; mientras el cientificismo quiere distraer las cosas buscando la partícula de Dios, el origen del caos o intentar nuevamente recuperar la ley del origen de las especies.
Cuando Posnansky, arqueólogo que estudio los restos de pasadas culturas de Bolivia, especialmente, anunció que la cultura tiwanakota tenía alrededor de 17.000 años de antigüedad no sólo que se le rieron en la cara sino que lo mandaron al ostracismo de la "ciencia", que sólo aceptaba que el género humano tenía una antigüedad de no más de dos milenios en la tierra y, si los científicos lo decían, nadie podía contradecirlos sin riesgo de ir a la hoguera.
Esta fue la forma cómo se manejo el conocimiento en el mundo, sin querer reconocer que habían muestras evidentes de culturas cuya existencia se encontraba en la noche de los tiempos. Hoy ya son más los investigadores que concuerdan con el arqueólogo y, aunque todavía reticentes, aceptan que las ruinas ubicadas en el altiplano boliviano pueden tener entre 12000 y más años. Por lo tanto, serían las más antiguas del planeta y como casi permanecen sin más estudios que los que se efectuaron hace décadas siguen siendo una incógnita por la forma cómo se construyo, la probable alineación con determinadas estrellas y una conjunción o comunión con el universo que, la verdad, todavía nadie se anima a formular como una conducta diaria y educativa.
Y si hay investigadores que se están animando a revisar lo que la ciencia dio como apócrifo o, incluso, satánico, aunque parezca una paradoja, quiere decir que este mismo análisis hay que hacerlo en la historia, para saber no sólo qué ocurrió realmente en épocas anteriores sino para comprender mejor de dónde venimos y a dónde vamos.
Y es especialmente significativo para los bolivianos pues, como decíamos en anterior comentario, lo que nos falta es identidad, orgullo de ser bolivianos y, por eso, buscamos imitar o alienarnos a sistemas o modelos extraños porque la sofisticación del cientificismo nos hizo creer que no somos nada.
Hay que volver a la historia, a la arqueología, a la cosmogonía si es preciso, para entender mejor el planeta y la humanidad y proyectar o planificar mejor el porvenir que ya no está, no puede estar, en las concepciones materialistas de la derecha o la izquierda sino en una integridad cuerpo-espíritu que no ha perdido su ligazón, su vínculo con el cosmos, con el universo, del que conocemos tan poco.

lunes, 17 de febrero de 2014

¿DÓNDE EMPIEZA?

Muchas veces es necesario preguntarse dónde empieza la dependencia, después de oír o leer que algunos partidos o personas piden esto o lo otro de los foráneos.
La caída de Constantinopla, del Imperio Inca, de la ex URSS y de muchos más episodios de la historia de la humanidad, nos muestran que se puede jugar al bando contrario o, cuando hay espíritu de libertad, de lucha, es difícil ceder o perder; ahí está el ejemplo de Masadá o Boquerón; pero cuando hay elementos que prefieren ser cerdo satisfecho que hombre desgraciado, entonces, empiezan las dudas sobre dónde empieza el alma de esclavos.
Varias veces los politiqueros bolivianos nos han hablado que sería mejor asociarse a EEUU o convertirse en satélite de los fracasados soviet; pero nunca han tomado en cuenta que fue precisamente el espíritu de independencia, de libertad, de autenticidad, que produjo el 6 de agosto de 1825 que varias veces estuvo en posibilidades de fracasar porque habían quienes veían mejor asociarnos a este o el otro. Lo dijo el mismo Libertador: Los altoperuanos sólo quieren ser de sí mismos, lo que dio nacimiento a la república fuera de los intereses que se manejaban por logias u oligarquías.
Y es una pena que cuando algunos problemas aprietan, salgan estos proclives a la dependencia, a la esclavitud, a la simple y pura imitación, que nos quieren hacer iguales a fulanos o zutanos o parecidos a perenganos; sea la ideología que manejen como pretexto. Pero la nación, aunque no se quiera creer, está todavía por hacerse, por definirse y no la vamos a conseguir con imitaciones baratas o con el alma de esclavos sino atreviéndonos a osar, como decía Tamayo, a perseverar en ser auténticos.
Y no es que uno quiera desconocer el ambiente de interdependencia del mundo actual sino precisamente por ello hay que ir más allá; soñar  o pedir lo imposible, como decían en París, porque, de otro modo, la alternativa es desgraciada pues habría que optar por la riqueza de los pocos o la pobreza y miseria de las mayorías y ninguna de esas opciones nos lleva al camino de la evolución sino de la involución.
Pero, volviendo a la pregunta, ¿dónde empieza la necesidad de dependencia? ¿De esa alma de esclavos? Puede decirse sin dudar mucho que en la propia inseguridad, en la falta de identidad, en la debilidad del  yo. Por eso es que o nos asombramos con ciudades extranjeras o queremos algún "hermano mayor" que nos lleve de la mano. Y mucha de esa inseguridad, de esa debilidad, está en la falta de información y conocimiento, de cultura. Infelizmente.

domingo, 16 de febrero de 2014

EL HECHO NOTICIOSO

Hace ya bastante tiempo que en las carreras de comunicación que trataron, muy mal, de preparar académicamente a los periodistas noveles como a los que se hicieron en las redacciones, se habla del "hecho noticioso" para sustituir el cuándo, cómo, dónde que constituían la base de las informaciones que recogían los reporteros o comentaban los columnistas.
Infelizmente, el "hecho noticioso" puede ser desde las tetas de fulana hasta restregarle al espectador, pues es más por la televisión, con las imágenes de esta o aquella tragedia que, un ápice de ética, debiera evitar su difusión pues rayan con el sadismo; pero la imagen no sólo vende sino que "vale por mil palabras", no importa que se trate de una noticia trivial, vulgar o pornográfica.
Mientras tanto, quedan en los archivos las informaciones sobre los explotados en el mundo, los enfermos condenados a la muerte por falta de medicamentos o los hambrientos que no podrán sobrevivir a la carestía o la guerra que, por lo demás, hace ricos a otros e impunes a muchos de ellos que se precian de manejar la información y los medios en el mundo y no hay quien les ponga el cascabel; porque también la gente se ha acostumbrado o domesticado a la banalidad.
Hace ya mucho tiempo que Unamuno se preguntaba y contestaba: "¿Es la prensa la que engendra esa insana curiosidad pública a la busca siempre de especulosidades y de fútiles informaciones, o es el público el que exige eso de la prensa? Yo creo que se corrompen mutuamente".
Pero, como se puede ver, de corrupción estamos hablando y si consideramos el tiempo transcurrido entre lo escrito por el prestigioso vasco y el agua que corrió bajo los puentes de los "medios", tenemos que convenir que las cosas se han agudizado a un grado realmente increíble; a tanto, que la gente ya no busca estar informada sino alienada a los sueños de ser famosa, rica e impune.
Por eso es comprensible que, aunque no se crea, aumenta el número de los que "cuelgan" su televisor, apagan la radio o ya no compran diarios. No es porque los medios alternativos les estén ganando la batalla porque también pecan de lo mismo; no, es que el sentido común tiende a imponerse.

sábado, 15 de febrero de 2014

AYUDA: ¿SÍ O NO?

Se quiere generar todo un debate acerca de si Bolivia debe solicitar ayuda internacional para enfrentar los desastres naturales o hacerlo sólo con las posibilidades que tiene el gobierno.
El mismo hecho de tratar de discutir sobre el tema tiene sus bemoles. En el pasado la ayuda internacional, la de EEUU, por ejemplo, se canalizó hacia los organismos represivos no sólo cuando se pagaba 20 US$ por cada "enemigo de la revolución" que se encarcelaba o enviaba a los campos de concentración o se dispuso una ayuda para el mantenimiento de los presos en las celdas que nunca llegaba a esos recintos o la formación de una fuerza especial de las FFAA para apoyar la presidencia de Barrientos a quien, además, se "prestó" o "regaló" un helicóptero o la formación de otra antimotines en la policía que se estaba dando en la gestión de Sánchez de Lozada o, últimamente, la gran cantidad de dinero que se manejó so pretexto de la autonomía que iba a derivar en separatismo y sobre cuyas consecuencias y motivos todavía conocemos poco, por no decir nada.
Hay pues generalizadas sospechas sobre el manejo, motivo y destino de la ayuda internacional y el terremoto de Aiquile ha colmado el vaso y estamos viendo también, ahora mismo, cómo mientras algunos necesitados no alcanzan la ayuda gubernamental, otros la están acaparando o negociando en una acción que es totalmente indigna. A lo que se suma la actitud de un gobernador que fue sorprendido trasladando gran cantidad de efectivo y trató de excusar diciendo que era para la compra de ayuda a los necesitados, aunque lo curioso es que la misma se iría a realizar en la zona de desastre.
Además, como estamos en período electoral, los partidos y candidatos podrían hacerse de algunos fondos no muy éticos, a través de estos sistemas de "ayuda" que nos han escaldado en el tiempo y que resultarían no tan "inocentes" como aquellos que se enviaron por medio de organizaciones pías para el separatismo.
Se dice que una de las formas para eliminar la sospecha sería la de fiscalizar el uso; pero sería tanto como admitir que las sospechas están totalmente fundadas.
Y aunque la ayuda que más conocemos y ha causado resquemor es la de EEUU, no hay que olvidar tampoco los fondos que se enviaron para el "foquismo" castrista, cuando la guerrilla del Ché, que fue la causa también de disputas y hasta muertes entre los que la querían manejar.
Si, como se está viendo, el gobierno puede, mejor sería evitar la sospecha.

viernes, 14 de febrero de 2014

ACCIONES Y DISCURSOS

El Rector de San Simón, la universidad cochabambina, está anunciando con bombos y sonajas la construcción del paseo o pasaje "autonómico". Como no sabemos, ni nos interesa, su utilidad práctica, lo que queremos analizar es su nombre.
¿Qué tiene que ver un pasaje peatonal con la autonomía? Y es que el discursito sobre el asunto rebasa el sentido común, la etimología y hasta cualquier concepción sobre la autodeterminación, tanto aquí como en Barcelona o Santa Cruz.
Y, la realidad, es que muy poco se puede hablar de autonomías en Estados constituidos dentro de constituciones unitarias o republicanas; se trate de municipios o universidades que, efectivamente, no lo son y, al parecer, no quieren serlo.
Porque se contentan con disfrutar del reparto del erario nacional y municipal y agregar a ellos sus propias recaudaciones, con un objetivo que tampoco va dirigido a cumplir sus funciones teóricas o líricas sino a satisfacer la ambición salarial de quienes se ufanan de ser catedráticos o trabajadores.
Y porque, además, no pueden decir que son autónomas las universidades si se encuentran alienadas a ideologías foráneas, por mucho que se hable de independencia y libertad, pues la alienación por sí misma es ya una pérdida de la libertad, de la independencia, de la autonomía. Pero es tan demagógico este discurso de una autonomía inexistente que hasta sirve de excusa para declarar cierta extraterritorialidad cuando conviene a los intereses de los "autonomistas" formados a hachazos por la alienación extranjera.
Puede pues muy bien abrirse un paseo, una avenida, una rotonda o construirse edificios por doquier nombrándolos autonómicos para encubrir una realidad de mediocridad y dependencia; pero no se puede tapar el sol con un dedo.
Y así como las universidades no pueden ocultar su carácter dependiente y alienado, tampoco los municipios pueden jactarse de independencia porque, fundamentalmente, están sometidos por la subvención económica y el partidismo sectario de sus burocracias. Que les crea su abuela, como a los que, so capa de autonomía o descentralización, buscan el separatismo o la dependencia a otros por prejuicios salidos del racismo, del regionalismo o de la ignorancia.

jueves, 13 de febrero de 2014

LOS ARSENALES DE LA GUERRA

Cuando hablamos de la guerra siempre la asociamos a la invasión armada, la matanza de civiles o militares; pero rara vez nos fijamos que algunos factores de la economía o la politiquería también se usan como componentes del arsenal bélico.
Y no es que haya ocurrido alguna vez sino, más bien, ha sido casi constante; por eso es que los "embajadores" del norte en el sur, tenían casi residencia en los palacios de gobiernos civiles o militares, tiránicos o "democráticos" que, además, estaban sujetos a los vaivenes del manejo de la "macroeconomía", el mercado, la paridad cambiaria, la tecnología  o, últimamente, el recetismo del FMI y el BM.
Cuando se trató de desestabilizar el gobierno de Goulart, en el Brasil, no se usó a los soldados y los tanques sino a la "economía"; lo mismo le pasó a Perón en la Argentina y a muchos otros mandatarios latinoamericanos que vieron agotados sus regímenes porque ya no valían dentro de la política hegemónica del norte y había que cambiar las fichas por otras más serviles o corruptas.
Lo mismo está sucediendo ahora con algunas economías de América del Sur que, pese a los factores favorables de los precios de las materias primas, la devaluación e inestabilidad del dólar o la insurgencia de otras naciones, no pueden no solo restablecer la equidad social sino que los mercados de consumo no responden a las medidas gubernamentales y se los maneja subterráneamente.
Y, aunque no creamos o no quisiéramos, siempre existen personas ambiciosas y avariciosas que lo único que buscan es el lucro y, por tanto, o son las marionetas que la conspiración usa o los tontos útiles de las maquinaciones del materialismo. Por lo demás, la "libertad de prensa" suele usarse también como instrumento para informar sobre aumentos o pérdidas que no responden sino a esas mismas maniobras.
No es pues raro que, otra vez, el FMI y el BM se estén alzando o queriendo levantar a través de anuncios de malas o buenas noticias, amenazas o felicitaciones a gobiernos a los que quieren manipular por el halago o la condena.
Lo peor es que nuestros "analistas" parecen más bien buitres y no se dan cuenta, o no quieren hacerlo, que dentro del arsenal de la hegemonía bélica internacional tanto vale un fusil o una bomba como una devaluación o la especulación en el mercado.

miércoles, 12 de febrero de 2014

EL COLONIALISMO

Del colonialismo, es decir, de la dominación política y económica, hemos pasado a la alienación; o sea, la enajenación, la pérdida de identidad.
Y, aunque no se quiera creer, en nombre de la libertad. Porque si analizamos la historia; las ideas de independencia y libertad, dizque, fueron originadas por las europeas dominantes y que se transmitieron por medio de las universidades, algunos de cuyos miembros se atribuyen, incluso, el primer grito libertario, como en el caso de Bolivia, por mucho que hubieran habido antes episodios sangrientos donde no fueron universitarios sino más bien campesinos o artesanos, los que pedían igualdad.
Pero después de las ideas revolucionarias francesas que no pudieron traducirse en una efectiva libertad, igualdad y fraternidad, vinieron las marxistas que quisieron aprovechar el vacío dejado por los anteriores; pero con las mismas posiciones: no cambiar sino sustituir.
Esta corriente que llegó a Bolivia de manos del anarquismo, tuvo todas las facilidades para extenderse aunque, la verdad, no fue tanto como se suele decir porque apenas si unos cuantos entendieron realmente el marxismo o tuvieron la estulticia de pasar de colonos a alienados. Porque, finalmente, de eso se trata ya que fueron muy pocos y por eso mismo desconocidos u opacados, los que recogieron las necesidades y esperanzas de los latinoamericanos en general de ser efectivamente libres y no pasar de un dominio a otro, de un culto a otro encubierto; de la sartén al fuego, como dice el dicho.
La alienación ha hecho tanto o más daño que el colonialismo y todavía no se ha intentado un inventario para saber cuántas de nuestras desgracias se las debemos a la derecha y cuántas a la izquierda pues la cuestión no es haber leído 2 o 20000 libros sino haber entendido al menos uno. Y ya les hemos referido cómo, en pleno auge de la extinta UDP, los "marxistas" le hicieron decir a ese sujeto desde: no contaron con mi astucia, hasta: ahora es cuando matador.
Por lo demás, mucha de nuestra historia, de nuestras tradiciones, de nuestras leyendas y utopías no sólo que no han sido recogidas por los ideólogos sino que se han descartado por no estar de acuerdo con la historia o con la moda o con el aspirante a dominador de turno.
Quizá haya quienes se planteen la cuestión como: ¿qué es mejor, o peor, el colonialismo o la alienación? Y la respuesta que mayoritariamente pueden esperar entre quienes piensan en estas tierras del sur, es que: ninguna; que luchamos por la autenticidad porque es la única manera de ser libres.
Ergo, todavía el hombre está por hacerse.

martes, 11 de febrero de 2014

¿NATURAL O NO TANTO?

Esto de los desastres "naturales", adquiere connotaciones de polémica muchas veces pues como no tenemos elementos científicos irrebatibles para decir una u otra cosa, nos dejamos llevar por las creencias o las supersticiones.
En el caso de algunos países, no hay duda que es más el efecto de la desidia que de la naturaleza, ya que al no hacerse trabajos de dragado, regularización, limpieza y canalización, es lógico que los ríos salgan de sus cursos para producir inundaciones y, peor todavía, cuando no hay educación en la ciudadanía en general para usar y no abusar de la tierra.
Pero hay que admitir también que existen otras teorías que no sólo dan como inexistente o mínimo el impacto de la contaminación, la deforestación y otros elementos, sino que proponen como argumento la tesis de una nueva glaciación que se daría cíclicamente en la tierra, debido a factores que no conocemos porque cuando miramos el cielo, nos dedicamos al romance o al delirio; pero no a su estudio racional y sistemático donde debieran entrar no únicamente las especulaciones del cientificismo sino también los "mitos" o "leyendas" que se tienen al respecto en otras partes.
Hace ya bastante tiempo que en Bolivia, por ejemplo, los desastres son naturales no porque sea ésta la que intervenga machaconamente sino porque la irresponsabilidad y la omisión en las funciones gubernamentales es la característica especialmente de las autoridades que confunden crecimiento con asfalto o con mercados saturados de contrabando, piratería e informalidad.
Sería pues raro que no hayan desastres en poblaciones sujetas a los vaivenes de la politiquería y no de la política o el urbanismo pues no es infrecuente encontrarnos con ciudades "grandes" que, a la primera lluvia de magnitud, se anegan irremisiblemente porque no cuentan con eficientes sistemas de alcantarillado y aguas pluviales y porque, particularmente, están hipertrofiadas en todo: en civilización y politiquería, que son los males mayores del planeta.
Además, no hay duda que hasta la ecología sirve para la política de hegemonía de algunas "potencias" y no faltan los ingenuos o los interesados que les hacen coro, como en laguna repleta de sapos a consecuencia de las lluvias.
¿Desastres naturales o no tanto? ¿Quién se anima a responder?

lunes, 10 de febrero de 2014

REVISAR LA HISTORIA

Un tema pendiente entre los bolivianos y latinoamericanos, es el de la revisión de la historia; no sólo porque la escribieron los vencedores sino porque no refleja fielmente lo ocurrido en nuestras tierras y todas sus implicaciones.
Y, dentro de esta revisión, hay que analizar lo acontecido en Oruro, el 10 de febrero de 1781, para situar en su debida proyección y trascendencia la actitud encabezada por Pagador, muy bien secundada por Rodriguez, otros criollos y campesinos. Todos, indígenas y mestizos.
Una revisión que puede llevarnos a otras y a aclarar aquello del primer grito libertario, los caudillos verdaderos, los héroes desconocidos y el nacimiento de una nueva nación que, pese a su presencia continua, se niegan muchos a reconocerla. No con el afán de defenestrar a unos y glorificar a otros sino, simplemente, de conocernos mejor. Porque las interpretaciones que hasta ahora se han dado, desde la racial hasta la marxista, pecan no sólo de insuficientes sino de inconvenientes porque el pasado y la realidad latinoamericana nunca fueron similares ni comparables con la europea; por lo tanto, tiene que haber otros instrumentos de percepción y ponderación que, hasta ahora, no se han dado sino muy sutil y esporádicamente.
Todavía estamos esperando nuestros propios historiadores aunque las fuentes orales se van perdiendo y es poco lo que se puede consultar de lo escrito; a no ser, que exista una recopilación aún no conocida que pueda interpretarse correctamente.
En la América Latina hemos pecado demasiado de imitación; no únicamente en la interpretación de los hechos sino también de la realidad. El marxismo, por ejemplo, ha sido tan o más negativo que el liberalismo no sólo porque impone dogmáticamente una posición, supuestamente, anti, pero, en lo fundamental, hace lo mismo que critica, es decir, aliena.
Esta revisión nos llevaría pues a reconocer que nos hemos equivocado en muchas cosas; desde la interpretación de la historia, hasta la proyección que le queremos dar, o contribuir a darle, a la humanidad  en el planeta.
Empezar a dilucidar el episodio histórico del 10 de febrero de 1781, puede ser la piedra fundamental de una visión renovada y verazmente libertaria, que contribuya no sólo al reconocimiento de esa nueva identidad que pugna por ser definitiva sino a la elaboración de otras teorías o utopías que expresen mejor al género humano.
¡Salud Oruro!

domingo, 9 de febrero de 2014

VÍSPERAS DEL 10

En la segunda mitad de los sesentas, del siglo anterior, y cuando el Centro de Acción Orureña y el Centro Universitario Oruro, funcionaban a todo trapo, se acostumbraba organizar una entrada de carros alegóricos y de teas por las calles de esta ciudad de Cochabamba, un evento, además de muy concurrido por los orureños, esperado por los cochabambinos pues no había otro que se comparara ni siquiera modestamente.
En una de esas ocasiones tuvimos de traer desde la ciudad de Pagador, y en calidad de alquiler, los trajes de diablo y moreno, para adornar un carro alegórico al carnaval que, casi siempre, estaba cerca o pisando los talones. Todavía no había Urkupiña ni San Joaquín ni ninguna otra fiesta religiosa que imitara la entrada carnavalera en Oruro y, por lo tanto, tampoco habían los artesanos que confeccionaban los trajes, tal como abundan en estos días.
Llegó a tal impacto esta entrada de teas y carros alegóricos que, Barrientos, que entonces gobernaba y se había declarado dictador, ordenó al Prefecto del departamento que organizara un acto mejor porque no podía concebir cómo los orureños podían sentar sus reales en el mismo valle y que no se percibía sólo en ese hecho sino que los principales cargos burocráticos estaban ocupados por los profesionales de los arenales de la zona este de la capital del folclore y, consiguientemente, futuros charangos con caja de kirkincho. No pudieron, aunque lo intentaron.
Finalizada la entrada, todos sus participantes, o casi todos, convergían en determinado restaurante o local especial para celebrar la fecha histórica al compás de bandas y danzas que obligaban a cerrar las arterias circundantes; sin que nadie reclamara porque era una fiesta general que los mismos habitantes de la ciudad admiraban por la alegría que se mostraba en los bailes y, muchas veces, se sumaban al acontecimiento y al grito de ¡Viva Oruro!
Al día siguiente la obligación era asistir al homenaje en la Plaza 14 de Septiembre y la respectiva ofrenda floral en el monumento central que, concluido, daba paso, una vez más, a la demostración de bailes folclóricos como la diablada y la morenada y en que participaban asistentes y espectadores con gran alegría, acompañados por la banda o de la policía o alguna institución militar.
Como no recordar, entonces, al "negro Méndez", ex prefecto de Oruro, que comandaba el Centro de Acción y al que le dio dinamismo y mejor presencia el centro universitario, a la cabeza de quien escribe estas reminiscencias. ¡Salud Oruro!

sábado, 8 de febrero de 2014

MALOS REMEDIOS

Ayer vimos cómo las normales, si fueron una solución eficaz en su tiempo, hoy se han convertido en parte del problema. Lo mismo pasa con la búsqueda de soluciones dentro del periodismo pues nunca ha sido un dechado de virtudes, aunque tiene y ha tenido épocas realmente que ponderar.
En un mundo plagado de cientificismo, no era raro que las soluciones se buscaran por medio de la titulación y la academia; en contra del criterio generalizado que el verdadero periodista se hace en las salas de redacción y no responde a una academia sino a una vocación o un esfuerzo dedicado y delicado. Ya García Márquez, hace varios años, desvelaba los males de esta solución y apuntaba a otros que habían creado los "remedios" que no dieron las soluciones mejores.
Hoy lo podemos comprobar en nuestro ambiente donde los "comunicadores sociales" han invadido el terreno del periodismo y donde las insuficiencias y deficiencias son tan o más grandes que antes porque se ha olvidado que así como de un albañil se espera que use el badilejo y la plomada con destreza, a quienes intervienen en los medios de comunicación sólo se les puede exigir manejo correcto del idioma. Si no lo tienen pues son fracaso, aunque se empeñen en utilizar la imagen o el sofisma de libertad, técnica o lo que fuera.
Mucho de este pésimo manejo se criticaba antes y, en algunos casos, había toda la razón del mundo pues hay de todo en la viña del Señor, como reza el dicho; pero se está repitiendo de manera alarmante cuando escuchamos de "chutos", "recepcionados", "implementados". "accesados", "clanes familiares" o el absurdo mismo de informar el recojo del "cadáver muerto" de una persona o la voluntad de seguir "subiendo arriba" o "salir afuera", que se han hecho más que comunes y se usan con desparpajo.
Como si fuera poco y como gran cosa se insiste y repite sobre un supuesto periodismo de investigación que, así como dejó perplejo al Gabo, nos asombra también a nosotros ya que nunca las noticias se entregaron en forma escrita y elaborada en las redacciones y el trabajo mismo de recolectarlas implica una investigación que es más rigurosa, cuanto más entregado sea el periodista a su trabajo. No hay pues tales nuevas áreas o virtudes. Pero lo que más llama la atención es la reticencia a la lectura que se percibe claramente entre quienes aparecen, especialmente, en las pantallas o las ondas de radio y se explayan de manera cínica con una retahíla de absurdos.
El periodismo ha dejado de ser, como decía Doña Ana María Romero de Campero, ese lugar donde se podía encontrar personas cultas e informadas y está siendo invadido por los bárbaros del lenguaje y del cientificismo.

viernes, 7 de febrero de 2014

MALES Y REMEDIOS

No hay duda que algunos males tienen sus remedios; pero cuando la oportunidad está dada. En el caso de la educación boliviana, la creación de las normales, a instancias del belga Rouma, fue una decisión acertada porque no habían profesionales del área en las universidades y porque era lo más práctico para afrontar la mejora del sistema que, hasta entonces, estaba en manos de improvisados aunque muchos de ellos con verdadera vocación. Pero después las normales se fueron mediocratizando y el "magisterio" llenando de otros improvisados o de personas que buscan simplemente el salario que, aunque siempre controvertido, era seguro y no tenía problemas para ser cobrado a lo largo del año y estaba blindado por la inamovilidad.
Ante la situación desesperante del "magisterio" y el fracaso permanente de reformas y cambios en el sistema, algunas universidades empezaron a recoger el reto de formar pedagogos y se abrieron varias Carreras con ese fin; pero como no encontraron eco ni posibilidad de ingresar en el sistema, se fueron agostando; a tal punto, que algunas de ellas se están cerrando, mientras las "normales" vuelven al esplendor, así sea de fuego fatuo. Pero el sistema continúa no sólo en crisis sino que se adivina un nuevo fracaso porque la nueva "reforma" es más lírica que práctica y porque no incide ahí donde está la razón del problema: el profesor; pues, gracias a la manipulación del sindicato por los partidos, los "trabajadores de la educación" se han convertido en simples y mediocres cobradores de sueldos y sostenedores de una organización gremial que ha perdido toda esencia porque, ahora, se dedica a vivir de las cuotas y de los privilegios que da el sindicalismo a los dirigentes; aunque hayan sido elegidos por minorías y, en realidad, no representen sino a muy pocos.
Si el remedio de las normales fue oportuno y eficaz en cierto tiempo; ya no es más y se ha convertido en otro mal que agrava la crisis del sistema de educación. Y que muy bien se puede medir en la dificultad que tienen los alumnos, incluidos muchos profesores, en la lectura y la escritura que no sólo que no es una práctica habitual sino que no  termina en la comprensión, en la interpretación de lo leído. Y tan poco habitual es la lectura que, en cierta ocasión, preguntando en el aula cuántos libros habían leído por año, a los alumnos que buscaban la licenciatura, y al recibir una carcajada como respuesta al intento de poner un número (10), subimos la cantidad pensando que habíamos quedado cortos; cuando, al nuevo intento (20), recibimos otra estruendosa carcajada. No leen.
Pero así como el remedio se ha convertido en algo peor que la enfermedad, en el sistema de la educación boliviana, está sucediendo algo similar con el periodismo y las carreras de Comunicación Social, que sólo excepcionalmente, dan algún resultado individual. Lo demás se pierde en deficiencias de lo fundamental: el manejo del lenguaje. Pero será para otra ocasión que ampliemos el comentario.

jueves, 6 de febrero de 2014

LA TORTA ELECTORERA

Por ignorancia o a sabiendas, algunos "comunicadores sociales" han organizado un encuentro para tratar sobre "el poder de los medios" en tiempos de elecciones.
Una majadería como esa defensa que se hace de una supuesta libertad de imprenta o de expresión y que es muy relativa, no sólo por la propia autocensura sino, principalmente, por la forma cómo se manejan los medios de comunicación y que se ha denunciado reiteradas veces, aunque las denuncias poco llegaran a las páginas o espacios denunciados. Y no es que estemos o no a favor de la libertad sino que si cerramos los ojos a la realidad contribuimos al engaño.
Lo que habría que discutir es cuánto de la torta electorera va a ir a los propietarios de los medios pues para nadie es desconocido que, especialmente, en la televisión los tiempos se cotizan como el oro en tiempos de bonanza. Los que trabajan en esos medios no son sino intermediarios del negocio porque tampoco existen las oportunidades como para cuestionar a los candidatos y hacerles ver como lo que son: nada. Ya en México, para citar un ejemplo concreto, ha sido evidente cómo los medios imponen quien debe ser entrevistado y quien ignorado y hasta vilipendiado; lo mismo ocurre entre nosotros aunque las cosas no lleguen a los extremos porque, paralelamente, se están también perdiendo los verdaderos periodistas, los informados y cultos y no los improvisados que hoy pululan y que ni el lenguaje manejan bien.
Y, si hablamos de la torta electorera, en la batalla están entrando, como era de esperar, también los sindicatos y los que fungen de dirigentes, aunque se tengan que tragar lo que venían diciendo hasta hace poco, como en el caso de algunos fabriles de Cochabamba; para ellos la parte de la torta que reclaman está en las listas de candidatos, que no sepan de la misa la media no importa; porque hay otros competidores en los "movimientos sociales", que se han convertido en otros sectarios, o los provenientes de las alianzas o conchabamientos necesarios para ampliar la posibilidad de voto o, incluso, de los que quieren o necesitan ser reelegidos, por muy mediocre o peor que haya sido su actuación en las filas del oficialismo o la oposición.
Hay pues muchos que quieren disputar parte de la torta electorera que, como se puede ver, nada tiene que ver ni con la democracia, el pueblo, el sentido común o los que quieren aparecer como periodistas y no lo son.
Y, como tenemos una democracia de mercado, no es raro porque si aparecen críticas a este mercadeo con seguridad que no será en los medios tradicionales porque no pueden sabotearse a sí mismos.

miércoles, 5 de febrero de 2014

"SUNCHU LUMINARIA"

Se dice de una estrella fugaz, de un fuego fatuo, de algo que apenas alumbra. Y esto es lo que ha sucedido con la visita del escritor peruano Vargas Llosa a Santa Cruz; porque si alguien se beneficio del episodio no fue más que él mismo, turísticamente; aunque sus conocidas posiciones políticas neoliberales pueden resultar más bien adversas a quienes, supuestamente, patrocinaron su visita.
Seguramente que a muchas personas les gusta o no el fulano como escritor; debe haber también similar cantidad entre quienes lo consideran un político tradicional o frustrado. Y tienen que haber también a quienes les interesa un pito como tal o como cual: entre estos últimos nos contamos.
Aunque podríamos especular sobre la ineptitud de la autodenominada oposición para aprovechar, incluso, la tan propagandística llegada; lo que hay que volver a insistir es sobre la dependencia, pues no siempre se manifiesta en la abierta predisposición por tal o cual patrón o la tendencia masoquista al látigo sino también en acciones como la que recordamos.
¿Por qué traer a fulano o zutano para apoyar algo? ¿No es la afirmación de nuestro desamparo intelectual o político? ¿Qué es finalmente la libertad? Nos recuerda mucho a la época de la pendulacion entre derechistas e izquierdistas y donde, teóricamente, había que elegir entre el tío Sam o el oso de la unión soviética, sabiendo que ambas posiciones no relejaban sino dependencia y subordinación. A estas alturas sería mejor contratar empresas foráneas de propaganda, como lo hiciera el Goni, que nos ayuden a ganar en esta democracia que, fundamentalmente, se hace de mercado y por lo que, curiosamente, que venga un escritor o un científico en auxilio de cierto candidato, no pasa de ser una chiste.
¿Si dependemos de alguien somos libres? El error de los más de nuestros intelectuales ha sido la alienación, tanto en el arte como en la política o, incluso, el cientificismo; lo que no quiere decir, de ninguna manera no conocer o leer la producción de otros. Sí hay que hacerlo; pero reservándose el derecho a la crítica, al análisis o la adaptación. Pocos han sido los que han logrado sustraerse a la imitación, a la copia y han adaptado, en lugar de adoptar; podríamos citar algunos de ellos pero el lector tiene la opción de hacer su propia elección, para no agudizar la dependencia, la alienación, el enmicamiento.
Es una pena que el peruano se haya prestado al triste papel de "sunchu luminaria" y es más penoso todavía que hayan bolivianos que sigan viviendo con alma de esclavos.

martes, 4 de febrero de 2014

AYUDA Y VÍCTIMAS

Cuando la "revolución nacional", las víctimas no encarceladas o exiliadas, eran atendidas por medio de los "jefes de manzano" que manejaban una suerte de pulperías donde, supuestamente, todos quienes necesitaban de alimentos para sobrevivir, podían comprar lo necesario y tratar de pasar bien los vientos huracanados de las "banderas de abril". Muchos se hicieron ricos con esta "ayuda" y se los pasó a conocer como los "cuperos"; después vinieron una serie de subvenciones o franquicias que hicieron lo mismo con dirigentes sindicales o partidistas que, de la noche a la mañana, amanecieron como "los nuevos ricos". Más recientemente, cuando el terremoto de Aiquile, resulta que mucha de la ayuda conseguida interna como externamente desapareció como tragada por el sismo y hasta ahora los juicios para aclarar el fato siguen esperando que se resuelva la incógnita de dónde fueron a parar toldos, cocinas, potabilizadores, alimentos, frazadas y muchas otras cosas.
Ayer, en una provincia cochabambina las víctimas de las inundaciones clamaban por ayuda y denunciaban que ningún gobierno se había acercado a ellos; cuando las mismas cámaras de la televisión mostraban que se estaba llegando con alimentos y otras vituallas. Lo que sucedió es, como siempre, que unos cuantos se organizaron en damnificados, se disputaron la ayuda y dejaron a las verdaderas víctimas en el olvido. No es pues primera vez que pasa; pero habría que sentar precedente y capturar algunos de estos "vivos" y demandarlos ante las instancias correspondientes porque si hay algo más vil e indigno es arrebatarle la limosna o la ayuda a quien la necesita.
Comentábamos hace unos días cómo la ayuda internacional era una falacia, una hipocresía y nos faltó agregar que se han dado episodios donde la supuesta filantropía ha servido más bien para favorecer a los poderosos y uno de los ejemplos más claros es lo sucedido con la vacuna contra cierto tipo de influenza que fue a parar a los cuarteles norteamericanos con gran rendimiento económico para uno de los ministros de la eventual administración republicana.
Si en cierta situaciones de desastre y tragedia se decreta la ley marcial para evitar el pillaje, ¿por qué no hacer lo mismo con estos aprovechadores? Porque no basta enterarse o aclarar que la ayuda sí llega, sino castigar a los mafiosos, a los hipócritas, a los aprovechadores; así como se quiso hacer con los que percibían dineros de los "gastos reservados" e hicieron del sindicalismo o la oposición un negocio; aunque tampoco se hizo nada porque entre los gatos estaban las ratas.

lunes, 3 de febrero de 2014

CONDICIONAMIENTOS

Durante décadas, o siglos, nos han condicionado de tal manera que hemos perdido la fe en nosotros mismos. Ya sea individual o colectivamente. Si estamos demasiado tiempo en paz, hay que cuidarse de la guerra que puede sobrevenir en cualquier momento; si hemos tenido una época de vacas gordas, hay que esperar el de las vacas flacas; si hoy somos libres, mañana podemos quedar como esclavos; si nuestros gobiernos son civiles, con seguridad que mañana pueden ser militares.
Aunque este condicionamiento es mundial; lo que duele en el caso bolivianos es que nos hayamos acostumbrado de tal forma a la derrota, el enclaustramiento y la injusticia, que ya no somos libres ni para soñar.
Esto es lo que está pasando con algunos "analistas" en el país, que no hay día que no le den vueltas y revueltas al fallo de La Haya respecto a Chile y el Perú y andan sembrando dudas como consecuencia de nuestra demanda ante ese tribunal. Dizque, el fallo no afecta el corredor que Chile podría conceder a Bolivia y hay esperanzas. ¿Pero quién les ha dicho que nos contentaremos con un corredor, un enclave o cualquiera de esas monsergas con que La Moneda ha distraído nuestra reivindicación? ¿Quién les ha asegurado que la justicia se irá por peteneras?
El único problema con el tribunal de La Haya, es que no esté a la altura de las circunstancias y no sepa entender, primero, y resolver, después, nuestra demanda, Porque al reivindicar nuestros derechos, estamos también reivindicando nuestra propiedad territorial y marítima. No se trata pues de enclaves, corredores o simplemente puertos. Por eso es que, si la demanda ha sido presentada adecuadamente, al demandar la nulidad del Tratado de 1904, lo que estamos haciendo es que nos devuelvan nuestros derechos y, en su caso, nos indemnicen por los perjuicios y la usurpación. De ahí la complejidad no solo de la demanda en sí sino de quienes deben presentarla y quienes pueden, o no, resolverla.
Porque lo que no hay que olvidar es que la justicia, en el planeta, es la gran ausente; aunque no por ello se pierde la esperanza que, alguna vez, el hombre vuelva por los fueros del derecho y de la reconstrucción o la construcción de una nueva humanidad.
Pero el lado más grave de la situación es el condicionamiento de que hablamos; es como si quisiésemos pedir la libertad, aunque de a poquito o de manera no onerosa para los dominadores y explotadores y por eso es que hemos permitido la desviación del río Lauca, el uso ilegal del Silala o la penetración económica; no por la fuerza, sino por la mentalidad de dependencia y de inmoralidad de nuestros gobernantes y algunos gobernados.

domingo, 2 de febrero de 2014

LA "AYUDA" EXTERNA

Aunque hace ya bastante tiempo que la cuestión de la "ayuda" que se da a los países considerados subdesarrollados o dependientes, ha dejado de ser una duda para convertirse en la certidumbre que es una farsa; todavía hay personas que creen en ella y se lamentan porque se recorte.
En la "ayuda" norteamericana al "desarrollo alternativo" en Bolivia, pudimos comprobar cómo no sólo que apenas casi un 30 de los montos anunciados se gastaban en el país sino que los proyectos de sustitución de cocales costaban entre 300000 y 350000 dólares, mientras unos ecuatorianos, verbigracia, hacían lo mismo con 80000 de la misma moneda. La ayuda no estaba pues dirigida a satisfacer alguna necesidad o requerimiento de Bolivia sino a consolidar el sistema de dependencia, por medio de la presencia de agentes de inteligencia, militares, etc.
Lo mismo pasa en todo el mundo pues hasta los "caritativos" de muchas organizaciones lo primero que hacen es fijar sus salarios, de acuerdo a los patrones europeos o norteamericanos, para destinar el resto, si es que algo queda, a lo que consideran ayuda o beneficencia. Ni para qué decir que en el fato, están metidos derechistas convencidos e izquierdistas acérrimos.
No hay pues tal ayuda; es simple juego de intereses y por eso es que se amenaza con la suspención o, como lo hiciera el "libertador económico" de la "revolución nacional"  en nuestro país, puede haber también la amenaza del que la recibe pues cuando la "ayuda" era floja, amagaba diciendo: "si no mandan más ayuda, los comunistas se hará cargo de este país"; aunque la realidad era que los tales estaban ya participando en cogobierno con las "banderas de abril".
También hubieron ayudas dolorosas y onerosas, como cuando a los soviéticos les enviaron, los norteamericanos, ayuda en armamentos y, al momento de completar el envío, les empaquetaban munición de para otro tipo, con lo que las armas para lo único que servían era como cualquier vulgar garrote; también existen  muchos otros aspectos en sospecha como la investigación, producción y distribución de vacunas o fármacos que, en lugar de servir para contener alguna enfermedad, sirvieron para producir nuevas pestes.
Si la filantropía era para Freud una forma de sadismo; la ayuda internacional no deja de ser una canallada de la hegemonía.

sábado, 1 de febrero de 2014

ZONA DE PAZ

La última reunión del CELAC ha declarado a la América Latina: zona de paz. Independientemente de las buenas intenciones o las teorías; lo que no conseguimos es actuar de acuerdo a la realidad.
En una reunión latinoamericana, a la que se nos invitó hace ya varios años, para tratar de hallar un derrotero a los pueblos al sur del río Bravo, advertimos que la Cultura Occidental o Civilización Occidental, pues es más cierta la última que la primera, estaba siendo crucificada entre dos tendencias igualmente criminales: la derecha y la izquierda, ya que ambas respondían al mismo patrón: el materialismo.
Por eso es que la única alternativa para nuestros pueblos es colocarse más allá de la derecha y de la izquierda, fuera de la civilización occidental y crear, o recrear, una tendencia renovadora que busque el socialismo y la igualdad, no de acuerdo a Marx o sus seguidores sino de acuerdo a la historia, las tradiciones y las costumbres precolombinas.
Y esto es lo que hay que hacer sin declaraciones altisonantes ni teorías resfriadas o frustradas por la realidad y, para ello, hay que empezar a hacer eso que se ha venido pidiendo insistentemente desde las pampas argentinas, el altiplano peruano y boliviano, los "quilombos" o los trópicos caribeños: Renovar y recuperar el hombre integral, el sujeto de la historia ligado tanto a la ciencia como a la espiritualidad, al pasado como al porvenir, a la participación social dentro de la aristocracia.
Porque ya la humanidad está harta de posiciones materialistas y avariciosas que, lo mismo, se dan en uno u otro polo del espectro de la politiquería; porque la alienación no es libertad ni independencia y sigue siendo subordinación; a Marx o Smith o el que fuera porque no da paso a la autenticidad, a la creatividad, a la libertad sin condiciones.
Declararnos como zona de paz, huele mucho a hacer lo que un viejo dicho aconseja: "si quieres la paz, prepara la guerra"; porque no se cambia la mentalidad del dominador, del guerrero, del usurpador. Claro que es una buena pose; pero nada más y lo que nos falta es profundizar dentro de nosotros mismos, sin recetas ni recetarios, sin "hermanos mayores" o tiranías de clase; confundimos simplemente con el destino planetario dentro del cosmos.
Es la civilización occidental la que ya no da más y ya no tiene los pilares que la sostuvieron durante siglos, el Derecho Romano, la razón griega, el arte latino o el cristianismo ya no son más que recuerdos, por mucho que nos aferremos a todos o cada uno de esos pilares, y, actuando en consecuencia, hay que buscar otros derroteros o reponer los que hubieron antes de datar la historia de la humanidad desde el año cero.
Puede que seamos zona de paz; pero sería mejor que seamos zona de creatividad y autenticidad.