Uno de los males de los llamados "nuevos ricos" es la ostentación; sea una fortuna lícita o lo contrario, lo primero que se hace es mostrarla, a través de actitudes, en verdad, que muchas veces llegan al ridículo.
Cuando muy bien esas riquezas mal o bien habidas podrían servir para hacer nuevas inversiones e impulsar un mayor crecimiento en el país. Si, por ejemplo, todo el dinero destinado a la "agroindustria" en el Oriente, se hubiese dedicado efectivamente a crear eso, no sólo que tendríamos un rubro sumamente productivo sino que no tendríamos que lamentar ese despilfarro criminal que se ha dado en bacanales, borracheras, coches de lujo y, menos, en mansiones ostentosas. Pero el dinero público destinado al privado tuvo en gran parte ese destino y lo mismo está sucediendo ahora con todo aquello que produce riqueza: el contrabando, el lavado y otras actividades que si no están en plena ilegalidad la rozan permanentemente.
No se crean nuevas industrias y, a lo mejor,se destina el dinero al comercio puro y simple o, lo que es peor, al contrabando o la explotación humana, como la venta de piratería. Es decir, no se trata de introducir el dinero en la economía formal sino en la clandestina, subversiva, informal, por no calificarla de algo más truculento.
Los vehículos de lujo o los simples utilitarios hacen la diferencia; mientras en las ciudades las marcas renombradas ya no son algo excepcional; en el área rural ha llegado a tal punto la posesión de un coche que los "varayoj"; o sea los que tienen autoridad y llevan una vara de símbolo, ya no son así denominados sino los "autoyoj" que, generalmente, son vehículos introducidos por contrabando y sin papeles. Y lo mismo ha estado sucediendo con el manejo del presupuesto edil: lo primero, equipos de imagen y sonido; luego, automóviles y sólo finalmente, infraestructura sanitaria o de otra índole.
Y mientras no cambiemos esta tendencia de dejarse llevar por lo superficial y la vanidad; estaremos siempre invirtiendo menos en lo importante; sea personal o socialmente.
Reflexiones y noticias desde un ángulo absolutamente personal y que no compromete a nadie sino a mí mismo. Puede ser ampliado con fotografías sobre la actualidad; no siempre esas "importantes" sino de la vida cotidiana.
domingo, 30 de septiembre de 2012
sábado, 29 de septiembre de 2012
"JUDICIALIZAR" - ATERRORIZAR
Los que se hacen a los payasos, generalmente, no arrancan ni una sonrisa; en cambio, los que se hacen a los serios, muchas veces,. desatan la carcajada.
Es lo que está ocurriendo con algunas personas que, haciéndose a las inteligentes, hablan que se estaría "judicializando" la protesta, al prohibir que, por ejemplo, se usen "cachorros" de dinamita que destruyen calles, avenidas y el oído de los pacíficos ciudadanos o cuando se sienten perseguidos por sus corruptos hechos, se hacen a los "perseguidos políticos" y hay quienes se hacen eco, supuestamente, por defender los derechos.
Nada más falso; la protesta, si bien es un derecho, no puede desconocer el de los demás a vivir en un ambiente de paz y sin los sobresaltos que se ejercen violentamente, como los ruidos de los petardos, los "cachorros" o los bloqueos que perjudican no únicamente su ambiente sino también su economía y su propio goce de derechos constitucionales.
Lo mismo pasa cuando se administra la justicia; no pueden los acusados denunciar persecución o drasticidad, cuando todo el mundo conoce se origen, su trabajo, si es que alguna vez lo tuvo, y todavía nuestras ciudades son pequeñas como para que pasen desapercibidas las malas acciones que dan frutos por el ambiente de corrupción e impunidad. Como se dice en México: "No nos hágamos tarugos".
Lo peor es que, muchas veces, los desocupados de las ONGs o los "analistas" ayudan al ambiente de inversión en que las palabrejas hacen su efecto y, en lugar de cumplir un papel con la sociedad, atentan contra ella.
La violencia significa siempre una actitud que puede aterrorizar; mientras la ley tiene que cumplirse porque es para todos y los petardistas no pueden salir impunes, mientras los jueces cumplan su papel.
Es lo que está ocurriendo con algunas personas que, haciéndose a las inteligentes, hablan que se estaría "judicializando" la protesta, al prohibir que, por ejemplo, se usen "cachorros" de dinamita que destruyen calles, avenidas y el oído de los pacíficos ciudadanos o cuando se sienten perseguidos por sus corruptos hechos, se hacen a los "perseguidos políticos" y hay quienes se hacen eco, supuestamente, por defender los derechos.
Nada más falso; la protesta, si bien es un derecho, no puede desconocer el de los demás a vivir en un ambiente de paz y sin los sobresaltos que se ejercen violentamente, como los ruidos de los petardos, los "cachorros" o los bloqueos que perjudican no únicamente su ambiente sino también su economía y su propio goce de derechos constitucionales.
Lo mismo pasa cuando se administra la justicia; no pueden los acusados denunciar persecución o drasticidad, cuando todo el mundo conoce se origen, su trabajo, si es que alguna vez lo tuvo, y todavía nuestras ciudades son pequeñas como para que pasen desapercibidas las malas acciones que dan frutos por el ambiente de corrupción e impunidad. Como se dice en México: "No nos hágamos tarugos".
Lo peor es que, muchas veces, los desocupados de las ONGs o los "analistas" ayudan al ambiente de inversión en que las palabrejas hacen su efecto y, en lugar de cumplir un papel con la sociedad, atentan contra ella.
La violencia significa siempre una actitud que puede aterrorizar; mientras la ley tiene que cumplirse porque es para todos y los petardistas no pueden salir impunes, mientras los jueces cumplan su papel.
viernes, 28 de septiembre de 2012
UNA MENTIRA SECULAR
Como en Bolivia siempre hemos carecido de una política diplomática que nos reintegre al mar, los intermediarios chilenos entre su pueblo y las potencias de turno, han mantenido tozudamente que los tratados se cumplen y, por ello, es que mantienen el enclaustramiento.
Hoy no ha sido diferente, ante la solicitud del gobierno nacional de encarar en serio la devolución de territorios y mar usurpados hace más de cien años, reiterando que defenderán con toda su fuerza su "soberanía". Otra mentira más porque fue precisamente la pérdida de ella que hizo posible la llamada guerra del Pacífico y sigue siendo así en la supuesta ejecución de una política liberal que no hay día que no se exprese en protestas; sea por los estudiantes, los trabajadores o los grupos étnicos o nacionales que viven en la marginalidad de la oligarquía mapochina.
Y es que no se trata de soberanía sino de territorio ajeno. O más bien, sí se trata de ejercer realmente la decisión final de la política interna para devolver lo usurpado y romper toda esa geopolítica que se ha mantenido desde que los ingleses le echaron el ojo a los recursos bolivianos y manipularon a su oligarquía sirviente para apoderarse de ellos y continúa en servicio actualmente en beneficio del "Tío Sam".
En cuanto al Tratado que los actuales intermediarios chilenos dicen respetar; no hay nada más que revisarlo para llegar a la conclusión irrefutable que nunca ha sido cumplido, que se miente al respecto y que, incluso, aceptando la mentira, todo los establecido entre Estados soberanos es revisable si, como dicen, quieren defender su soberanía.
Que lo hagan y, entonces, devolverán lo usurpado porque no es parte ni de su derecho ni de su legado histórico o constitucional.
Hoy no ha sido diferente, ante la solicitud del gobierno nacional de encarar en serio la devolución de territorios y mar usurpados hace más de cien años, reiterando que defenderán con toda su fuerza su "soberanía". Otra mentira más porque fue precisamente la pérdida de ella que hizo posible la llamada guerra del Pacífico y sigue siendo así en la supuesta ejecución de una política liberal que no hay día que no se exprese en protestas; sea por los estudiantes, los trabajadores o los grupos étnicos o nacionales que viven en la marginalidad de la oligarquía mapochina.
Y es que no se trata de soberanía sino de territorio ajeno. O más bien, sí se trata de ejercer realmente la decisión final de la política interna para devolver lo usurpado y romper toda esa geopolítica que se ha mantenido desde que los ingleses le echaron el ojo a los recursos bolivianos y manipularon a su oligarquía sirviente para apoderarse de ellos y continúa en servicio actualmente en beneficio del "Tío Sam".
En cuanto al Tratado que los actuales intermediarios chilenos dicen respetar; no hay nada más que revisarlo para llegar a la conclusión irrefutable que nunca ha sido cumplido, que se miente al respecto y que, incluso, aceptando la mentira, todo los establecido entre Estados soberanos es revisable si, como dicen, quieren defender su soberanía.
Que lo hagan y, entonces, devolverán lo usurpado porque no es parte ni de su derecho ni de su legado histórico o constitucional.
jueves, 27 de septiembre de 2012
¿ÁRBITRO O BARRA BRAVA?
Una vez más la caricatura principal de Página 12, nos da pie para comentar algo que, aparentemente, se viene debatiendo en el mundo: La pertinencia de los organismos internacionales, especialmente, del área de la economía.
Aunque ya uno de sus principales miembros, o varios, ha escrito respecto al papel del FMI cuestionándolo, no hay dudas que, como se indica en la caricatura, ese organismos quiere siempre aparecer como árbitro; pero se parece más a un "barra brava" que, en los últimos tiempos, han caído incluso en la delincuencia revelando una serie de conexiones sórdidas entre dirigentes, jugadores, equipos y mafias que apenas si se conoce en la punta del iceberg.
Lo mismo pasa con varias instituciones internacionales que, en la teoría, estarían para apoyar las naciones y procurar un clima de paz y entendimiento mundial pero que, en los hechos, hay mucho por cuestionar; a tal punto que la misma ONU está siendo criticada por su papel en las intervenciones militares de las potencias armamentistas y del comercio transnacional y en contra de los intereses y las personas de otras naciones.
Si hiciésemos un recuento de lo que Stiglitz publica respecto a algunos organismos, por ejemplo, encontraríamos suficiente material para someter a sus miembros a la Corte Internacional de La Haya y para clausurar sus oficinas; sin embargo, el poder del vil metal todavía no sólo las mantiene sino que ordena que amenace a naciones y hombres si no se someten a sus recetas que, entre otras cosas, son parte fundamental de la crisis del materialismo y la avaricia.
Así marcha el mundo y la teoría está cada vez más lejos de la realidad; no porque sea utópica sino porque es falsa, mentirosa y tiende al engaño masivo. Con razón contestó la principal residente de la Casa Rosada, que la economía no es como el fútbol; aunque en sus aspectos negativos se parezcan mucho; pero hay tanta distancia como entre un árbitro probo y un "barra brava" acanallado.
Aunque ya uno de sus principales miembros, o varios, ha escrito respecto al papel del FMI cuestionándolo, no hay dudas que, como se indica en la caricatura, ese organismos quiere siempre aparecer como árbitro; pero se parece más a un "barra brava" que, en los últimos tiempos, han caído incluso en la delincuencia revelando una serie de conexiones sórdidas entre dirigentes, jugadores, equipos y mafias que apenas si se conoce en la punta del iceberg.
Lo mismo pasa con varias instituciones internacionales que, en la teoría, estarían para apoyar las naciones y procurar un clima de paz y entendimiento mundial pero que, en los hechos, hay mucho por cuestionar; a tal punto que la misma ONU está siendo criticada por su papel en las intervenciones militares de las potencias armamentistas y del comercio transnacional y en contra de los intereses y las personas de otras naciones.
Si hiciésemos un recuento de lo que Stiglitz publica respecto a algunos organismos, por ejemplo, encontraríamos suficiente material para someter a sus miembros a la Corte Internacional de La Haya y para clausurar sus oficinas; sin embargo, el poder del vil metal todavía no sólo las mantiene sino que ordena que amenace a naciones y hombres si no se someten a sus recetas que, entre otras cosas, son parte fundamental de la crisis del materialismo y la avaricia.
Así marcha el mundo y la teoría está cada vez más lejos de la realidad; no porque sea utópica sino porque es falsa, mentirosa y tiende al engaño masivo. Con razón contestó la principal residente de la Casa Rosada, que la economía no es como el fútbol; aunque en sus aspectos negativos se parezcan mucho; pero hay tanta distancia como entre un árbitro probo y un "barra brava" acanallado.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
DICHOS Y HECHOS
Un tiempo, cuando no había tanta demagogia respecto a ciertas cuestiones implícitas que no necesitaban aclaraciones ni estulticias; alguien decía: La palabras son hembras; los hechos son machos; para denotar que se puede hacer muchos discursos, afeites y maquillajes con las palabras; pero los hechos tienen mejor contundencia. Hoy si decimos lo mismo, con seguridad, que se nos vendría el mundo encima por "machistas" fobotantos o cualquier adjetivo que se usa para ocultar los propios prejuicios o debilidades.
Pero no hay duda que son siempre los hechos mucho más demostrativos que las palabras cuando de política, filosofía o moral se trate. Por eso es que resulta ridículo oponerse a un aumento de salarios entre determinados consejeros, concejales o burócratas sólo por el hecho de estar en el lado contrario del oficialismo pero cobrar el estipendio crecido sin ningún rubor; claro que alguien dirá que sucede entre las mejores familias de habla inglesa; pero no le quita nada al asunto.
Porque la politiquería se nutre de este oportunismo, por llamarle de algún modo elegante, y se puede estar de un lado o del otro, según las circunstancias y conveniencias; unas veces pacifistas, otras violentos; de un modo conciliadores, de otro radicales; un momento moralistas y otro "vivos"; en fin.
Y lo decimos porque tanto a nivel local como mundial siempre se puede teorizar sobre el cambio climático, la paz, la concordia o lo que fuere; pero hacer lo contrario con toda desfachatez y sin asomo de vergüenza en la cara. Pasa entre las "potencias" como entre los "Estados fallidos" o los que, como en América Latina, no quieren ser ni una ni otra cosa; pero imitan la demagogia mientras hacen lo contrario a lo que mueve a la lengua; sin que el cerebro se dé por enterado.
Se puede pues cobrar el aumento, oponiéndose al mismo, o hablar de ecología mientras se contamina el mundo entero. Es como el carretero que buscó la ayuda divina sin hacer esfuerzo alguno y que habría originado el refrán: A Dios rogando y con el mazo dando.
Pero no hay duda que son siempre los hechos mucho más demostrativos que las palabras cuando de política, filosofía o moral se trate. Por eso es que resulta ridículo oponerse a un aumento de salarios entre determinados consejeros, concejales o burócratas sólo por el hecho de estar en el lado contrario del oficialismo pero cobrar el estipendio crecido sin ningún rubor; claro que alguien dirá que sucede entre las mejores familias de habla inglesa; pero no le quita nada al asunto.
Porque la politiquería se nutre de este oportunismo, por llamarle de algún modo elegante, y se puede estar de un lado o del otro, según las circunstancias y conveniencias; unas veces pacifistas, otras violentos; de un modo conciliadores, de otro radicales; un momento moralistas y otro "vivos"; en fin.
Y lo decimos porque tanto a nivel local como mundial siempre se puede teorizar sobre el cambio climático, la paz, la concordia o lo que fuere; pero hacer lo contrario con toda desfachatez y sin asomo de vergüenza en la cara. Pasa entre las "potencias" como entre los "Estados fallidos" o los que, como en América Latina, no quieren ser ni una ni otra cosa; pero imitan la demagogia mientras hacen lo contrario a lo que mueve a la lengua; sin que el cerebro se dé por enterado.
Se puede pues cobrar el aumento, oponiéndose al mismo, o hablar de ecología mientras se contamina el mundo entero. Es como el carretero que buscó la ayuda divina sin hacer esfuerzo alguno y que habría originado el refrán: A Dios rogando y con el mazo dando.
martes, 25 de septiembre de 2012
EL PLAN BOHAN
Al recordar un aniversario cívico más de Santa cruz, no puede escapar de nuestra memoria el llamado Plan Bohan, por su autor, que sirvió no únicamente para intentar el fomento de la actividad agropecuaria en el Oriente, la creación de la Corporación Boliviana de Fomento, cuyo gerente era designado por los amos de la Export-Import Bank , la creación del Ingenio Azucarero, la organización de una "burguesía nacional" y la marcha al oriente sino también lo más duro del sistema de dependencia-corrupción-impunidad que se consolidó con una "revolución nacional" sobre cuya historia todavía no se ha escrito la verdad.
No son pues todos halagos los que se debieran decir porque, aparte de habernos convertido en simples convidados de piedra del "desarrollo del oriente", se distorsionó mucho de la economía y la realidad boliviana que, al final, hizo más fácil la neocolonización de su territorio y su gobierno.
Para citar sólo dos ejemplos negativos, hay que indicar que la carretera sustituyó, al ferrocarril que era mucho más beneficioso, y que el desvío de la inversión nacional hacia esos objetivos significó el descuido del resto del país, porque el 85% de la inversión nacional se fue hacia Santa Cruz (aparte del aporte inicial de 88 millones de dólares de entonces) mientras el 15% quedaba para el reparto entre los otros ocho departamentos, situación que se ha dado hasta hace no muy poco.
De otro lado, la destrucción de la agropecuaria de los valles centrales bolivianos, el fomento de las logias de poder, el acaparamiento de tierras y el despilfarro de los fondos públicos destinados a los particulares condicionaron no únicamente una serie de injusticias y desproporciones sino también un "regionalismo" que, convenientemente, manejaron muchos y lo siguen manejando como separatismo para beneficio no sólo de los intereses privados sino también antinacionales y que todavía no se han puesto siquiera en la mesa de discusión para ser aclarados.
El verdadero pueblo cruceño, el que es parte indisoluble de Bolivia, no merece que estas sospechas ensombrezcan una fecha que debe ser parte de la fiesta nacional porque la migración interna también contribuyó enormemente a un crecimiento que, si no se hubiera distorsionado como se ha hecho, podía ser mil veces superior al que se ve.
No son pues todos halagos los que se debieran decir porque, aparte de habernos convertido en simples convidados de piedra del "desarrollo del oriente", se distorsionó mucho de la economía y la realidad boliviana que, al final, hizo más fácil la neocolonización de su territorio y su gobierno.
Para citar sólo dos ejemplos negativos, hay que indicar que la carretera sustituyó, al ferrocarril que era mucho más beneficioso, y que el desvío de la inversión nacional hacia esos objetivos significó el descuido del resto del país, porque el 85% de la inversión nacional se fue hacia Santa Cruz (aparte del aporte inicial de 88 millones de dólares de entonces) mientras el 15% quedaba para el reparto entre los otros ocho departamentos, situación que se ha dado hasta hace no muy poco.
De otro lado, la destrucción de la agropecuaria de los valles centrales bolivianos, el fomento de las logias de poder, el acaparamiento de tierras y el despilfarro de los fondos públicos destinados a los particulares condicionaron no únicamente una serie de injusticias y desproporciones sino también un "regionalismo" que, convenientemente, manejaron muchos y lo siguen manejando como separatismo para beneficio no sólo de los intereses privados sino también antinacionales y que todavía no se han puesto siquiera en la mesa de discusión para ser aclarados.
El verdadero pueblo cruceño, el que es parte indisoluble de Bolivia, no merece que estas sospechas ensombrezcan una fecha que debe ser parte de la fiesta nacional porque la migración interna también contribuyó enormemente a un crecimiento que, si no se hubiera distorsionado como se ha hecho, podía ser mil veces superior al que se ve.
lunes, 24 de septiembre de 2012
PRENSA INDEPENDIENTE
Es cada vez más controvertido, por decir algo, aquello de "prensa independiente" en que muchas veces se escudan los que atentan contra la libertad de expresión, que está resultando otro mito.
Y no es que no la haya sino que el negocio, desde los grandes empresarios, hasta los menudos comerciantes de la información, la están poniendo en la picota del escarnio. Hace ya bastante tiempo el creador de Los Tiempos de Cochabamba, Don Demetrio Canelas, se atrevió a afirmar que su diario no era independiente porque estaba ligado a la patria, la verdad y la libertad; pero que sí era imparcial.
Hoy surgen voces en todas partes que afirman que no es posible ser neutral, que lo de la libertad de expresión y de prensa hay que ponerlas en la discusión; que hay periodismo comprometido, ideológico y también vendido. Y no se está ocultando nada.
Porque cuando mejor ha funcionado la prensa, al menos en Bolivia, ha sido cuando los periodistas no eran eunucos ideológicos pero mantenían su imparcialidad al momento de tratar la información. Pero desde que muchos se han vuelto "independientes", casi todos, ha surgido el comercio más vulgar del arribismo, del oposicionismo que se usa lo mismo para acceder a la propaganda oficial que a las oficinas de la burocracia que se trate; es decir, cuanto menos libertad existe más se habla de ella y no porque alguien desde arriba pretenda restringirla sino por cuestiones de mercado.
La prensa ya no es más independiente, si es que alguna vez ha sido, aparte de las excepciones; por eso es que en la prensa internacional, por ejemplo, aparecen como aliados los gobiernos dependientes y sumisos de la ancha y larga geografía mundial cuando se habla del poder y de los que se creen que manejan los destinos del mundo o los imperios del materialismo.
La única manera de hacer prensa independiente y libre es haciendo periodismo comprometido; pero velando por la máxima de Juárez: "el respeto al derecho ajeno, es la paz".
Y no es que no la haya sino que el negocio, desde los grandes empresarios, hasta los menudos comerciantes de la información, la están poniendo en la picota del escarnio. Hace ya bastante tiempo el creador de Los Tiempos de Cochabamba, Don Demetrio Canelas, se atrevió a afirmar que su diario no era independiente porque estaba ligado a la patria, la verdad y la libertad; pero que sí era imparcial.
Hoy surgen voces en todas partes que afirman que no es posible ser neutral, que lo de la libertad de expresión y de prensa hay que ponerlas en la discusión; que hay periodismo comprometido, ideológico y también vendido. Y no se está ocultando nada.
Porque cuando mejor ha funcionado la prensa, al menos en Bolivia, ha sido cuando los periodistas no eran eunucos ideológicos pero mantenían su imparcialidad al momento de tratar la información. Pero desde que muchos se han vuelto "independientes", casi todos, ha surgido el comercio más vulgar del arribismo, del oposicionismo que se usa lo mismo para acceder a la propaganda oficial que a las oficinas de la burocracia que se trate; es decir, cuanto menos libertad existe más se habla de ella y no porque alguien desde arriba pretenda restringirla sino por cuestiones de mercado.
La prensa ya no es más independiente, si es que alguna vez ha sido, aparte de las excepciones; por eso es que en la prensa internacional, por ejemplo, aparecen como aliados los gobiernos dependientes y sumisos de la ancha y larga geografía mundial cuando se habla del poder y de los que se creen que manejan los destinos del mundo o los imperios del materialismo.
La única manera de hacer prensa independiente y libre es haciendo periodismo comprometido; pero velando por la máxima de Juárez: "el respeto al derecho ajeno, es la paz".
domingo, 23 de septiembre de 2012
LA MERCANTILIZACIÓN
Hay una buena canción española que habla de "la bien pagá", donde se refiere la historia de un gitano que dice a su ex que fue bien pagá, "porque tus besos merqué/ a mí te supiste dar/por un puñao de parné". Es algo para reflexionar sobre la verdad del amor y lo que los "payos" pueden distorsionar en su simple afán de enriquecimiento.
Infelizmente, es algo que sucede diariamente y que afecta especialmente donde no debiera ni meterse el comercio: en los valores. Pero precisamente son éstos lo que se han mercantilizado y si no hay regalo de por medio, sea en el amor, la paz, la amistad, el día del perro o del gato, no hay celebración.
Por eso es que alguna gente ya ha optado por no hacer caso del comercio y dejar pasar esos días especiales para conmemorarlos cotidianamente, sin obsequios, sin materialismo de por medio. Pero como todavía son una minoría hay que preguntarse si no estamos desvirtuando completamente la esencia misma de la vida; porque una vida sin amor, sin fidelidad, sin libertad, sin espítitu de juventud, sin estudio, sin respeto por el prójimo; deja de ser tal y se convierte en un martirio o un calvario.
La mercantilización, el mercado, la libre economía, tiene pues connotaciones mucho más negativas que las que se suelen atribuir a la quiebra bancaria, el secuestro de ahorros o la devaluación de la moneda y no le estamos prestando la debida atención y ésta es una de las razones fundamentales para que la humanidad entera no sólo espere sino que pida el cambio, aunque el condicionamiento en que vive trate de apartarlo de lo esencial, frente a las cáscaras.
A los valores no hay que dedicarles un día en el calendario sino convertirlos en una práctica diaria, automática, espontánea; sólo así estaremos seguros de nuestra condición de hombres libres, sociales, portadores de valores.
Infelizmente, es algo que sucede diariamente y que afecta especialmente donde no debiera ni meterse el comercio: en los valores. Pero precisamente son éstos lo que se han mercantilizado y si no hay regalo de por medio, sea en el amor, la paz, la amistad, el día del perro o del gato, no hay celebración.
Por eso es que alguna gente ya ha optado por no hacer caso del comercio y dejar pasar esos días especiales para conmemorarlos cotidianamente, sin obsequios, sin materialismo de por medio. Pero como todavía son una minoría hay que preguntarse si no estamos desvirtuando completamente la esencia misma de la vida; porque una vida sin amor, sin fidelidad, sin libertad, sin espítitu de juventud, sin estudio, sin respeto por el prójimo; deja de ser tal y se convierte en un martirio o un calvario.
La mercantilización, el mercado, la libre economía, tiene pues connotaciones mucho más negativas que las que se suelen atribuir a la quiebra bancaria, el secuestro de ahorros o la devaluación de la moneda y no le estamos prestando la debida atención y ésta es una de las razones fundamentales para que la humanidad entera no sólo espere sino que pida el cambio, aunque el condicionamiento en que vive trate de apartarlo de lo esencial, frente a las cáscaras.
A los valores no hay que dedicarles un día en el calendario sino convertirlos en una práctica diaria, automática, espontánea; sólo así estaremos seguros de nuestra condición de hombres libres, sociales, portadores de valores.
sábado, 22 de septiembre de 2012
CLANES DE PODER
El clan no sólo ha sido una organización importante en la formación de la patria, la nación o el Estado sino que, últimamente, se está dando también en la delincuencia o en la búsqueda del poder por el poder.
Se habla, por ejemplo, que el problema de los mineros, en realidad, no responde a ninguna de las percepciones del gobierno o del ciudadano común sino a un trasfondo donde ocho familias controlarían las "cooperativas" que, lógicamente, no son tales sino simples fachadas en que se esconden los pocos miembros filiales que se reparten las ganancias mejor que los antiguos potentados de la minería y que, en algunos casos, se ha satanizado en extremo.
Lo mismo está sucediendo en el narcotráfico desde hace un tiempo y, en el caso boliviano, no son las organizaciones nacionales o internacionales que manejan el negocio sino los clanes que han incursionado en el delito de manera organizada. También en la delincuencia común se da este caso y ya no resulta ninguna sorpresa que una madre de familia sea la cabeza de una organización de asalto, secuestro y robo a mano armada que ha sido desbaratada no hace mucho y es apenas un caso entre varios.
También entre los "loteadores" se habla de familias que se han dedicado al negocio de la usurpación de la propiedad privada y todavía está por descubrirse esa amplia red de lavado de dinero que, de la noche a la mañana, ha creado un "boom" de la construcción en varias ciudades y amenaza con convertirse en una burbuja inmobiliaria con efectos similares en la economía nacional, como la que se ha dado en otros países.
De otra parte, en los mercados locales y nacionales son los clanes que controlan la propiedad de ellos por encima de las funciones y atribuciones de las autoridades pertinentes y es, quizá, uno de los efectos más perversos sobre la economía pues desencadena no sólo el acaparamiento sino también la especulación y el ocultamiento con fines ilegales.
De la participación de la familia en la construcción, hemos pasado a lo mismo en la destrucción de la sociedad organizada.
Se habla, por ejemplo, que el problema de los mineros, en realidad, no responde a ninguna de las percepciones del gobierno o del ciudadano común sino a un trasfondo donde ocho familias controlarían las "cooperativas" que, lógicamente, no son tales sino simples fachadas en que se esconden los pocos miembros filiales que se reparten las ganancias mejor que los antiguos potentados de la minería y que, en algunos casos, se ha satanizado en extremo.
Lo mismo está sucediendo en el narcotráfico desde hace un tiempo y, en el caso boliviano, no son las organizaciones nacionales o internacionales que manejan el negocio sino los clanes que han incursionado en el delito de manera organizada. También en la delincuencia común se da este caso y ya no resulta ninguna sorpresa que una madre de familia sea la cabeza de una organización de asalto, secuestro y robo a mano armada que ha sido desbaratada no hace mucho y es apenas un caso entre varios.
También entre los "loteadores" se habla de familias que se han dedicado al negocio de la usurpación de la propiedad privada y todavía está por descubrirse esa amplia red de lavado de dinero que, de la noche a la mañana, ha creado un "boom" de la construcción en varias ciudades y amenaza con convertirse en una burbuja inmobiliaria con efectos similares en la economía nacional, como la que se ha dado en otros países.
De otra parte, en los mercados locales y nacionales son los clanes que controlan la propiedad de ellos por encima de las funciones y atribuciones de las autoridades pertinentes y es, quizá, uno de los efectos más perversos sobre la economía pues desencadena no sólo el acaparamiento sino también la especulación y el ocultamiento con fines ilegales.
De la participación de la familia en la construcción, hemos pasado a lo mismo en la destrucción de la sociedad organizada.
viernes, 21 de septiembre de 2012
TIRANOS Y TIRANUELOS
La América Latina y el mundo están casi plagados de tiranos y tiranuelos. Y no nos referimos a los que se encuentran en los palacios sino en la vida cotidiana, en la administración, en las tiendas, en los mercados.
Porque actúan como tiranuelos no únicamente los dirigentes sindicales de determinada rama como la salud o la educación sino también los especuladores, los que ocultan mercadería en detrimento del consumidor o los nostálgicos que siguen descubriendo lo que dijo o no el propulsor del fantasma que recorrió el mundo y se apagó como fuego fatuo.
En México, por ejemplo, se dio el caso de una maestra de escuela dirigente de su sector que apareció con alrededor de 3 decenas de millones de dólares en su cuenta y explicó, toda oronda, que era sólo su salario; lo mismo ocurrió con otro dirigente que tiene una fortuna más o menos similar y que, incluso, fue puesto a disposición de la justicia, lo que no impidió que sea reelegido y, por tanto, goce del "fuero sindical", que es una suerte de trinchera de la corrupción.
También en los países detrás de la "cortina de hierro" hubieron y aún continúan nuevos ricos que, contrariamente al discurso de Marx o de Lenin, hicieron del becerro de oro su ídolo y su contribución a la caída del régimen ha sido espectacular y continúan usufructuando de su calidad de tiranos o tiranuelos porque no se olvidan del estalinismo que, en su momento, aplicaron y apoyaron.
Lo mismo pasa con esos desconsolados "opositores" que, en su impotencia, se hacen a los perseguidos, a los descontentos por todo y por nada y extienden su tiranía hasta en los medios de comunicación porque negarles su acceso, sería falta de libre expresión o de la libertad de difamar, calumniar o insultar con total desparpajo.
Los tiranos no hay pues que buscarlos simplemente en los palacios de gobierno sino también en la administración, en la economía de mercado, en la ocupación de las universidades y hasta entre los que se apuntan como miembros de alguna ONG, que nos tiene secuestrada la soberanía.
Porque actúan como tiranuelos no únicamente los dirigentes sindicales de determinada rama como la salud o la educación sino también los especuladores, los que ocultan mercadería en detrimento del consumidor o los nostálgicos que siguen descubriendo lo que dijo o no el propulsor del fantasma que recorrió el mundo y se apagó como fuego fatuo.
En México, por ejemplo, se dio el caso de una maestra de escuela dirigente de su sector que apareció con alrededor de 3 decenas de millones de dólares en su cuenta y explicó, toda oronda, que era sólo su salario; lo mismo ocurrió con otro dirigente que tiene una fortuna más o menos similar y que, incluso, fue puesto a disposición de la justicia, lo que no impidió que sea reelegido y, por tanto, goce del "fuero sindical", que es una suerte de trinchera de la corrupción.
También en los países detrás de la "cortina de hierro" hubieron y aún continúan nuevos ricos que, contrariamente al discurso de Marx o de Lenin, hicieron del becerro de oro su ídolo y su contribución a la caída del régimen ha sido espectacular y continúan usufructuando de su calidad de tiranos o tiranuelos porque no se olvidan del estalinismo que, en su momento, aplicaron y apoyaron.
Lo mismo pasa con esos desconsolados "opositores" que, en su impotencia, se hacen a los perseguidos, a los descontentos por todo y por nada y extienden su tiranía hasta en los medios de comunicación porque negarles su acceso, sería falta de libre expresión o de la libertad de difamar, calumniar o insultar con total desparpajo.
Los tiranos no hay pues que buscarlos simplemente en los palacios de gobierno sino también en la administración, en la economía de mercado, en la ocupación de las universidades y hasta entre los que se apuntan como miembros de alguna ONG, que nos tiene secuestrada la soberanía.
jueves, 20 de septiembre de 2012
ESTADO DE DERECHO
Generalmente cuando se habla de estado de derecho, sólo nos referimos a la vigencia de los derechos y olvidamos, casi diríamos intencionalmente, los deberes: Pero el verdadero estado de derecho es eso: vigencia de los derechos y de los deberes.
Y cuando hablamos de los deberes no nos referimos simplemente a los que el ciudadano se compromete sino también a los que atañe a las instituciones del Estado, es decir, a la aplicación de la ley por los organismo existentes. Una deficiencia que se hace notar como grande en las naciones dependientes porque el sistema de dependencia-corrupción-impunidad así lo impone y donde hay cierta lógica pues no hay nada mejor que agarrar por la cola a los corruptos y convertirlos en serviles; sea por su afición al dinero, a las perversiones o a los "gustos burgueses", que son una variedad.
Esta falta de aplicación de la ley hace que haya policías corruptos con grandes fortunas y a los que no parece llegarles la justicia o ex ministros o presidentes impunes y hasta pequeñas yerbas que se enriquecen porque el no hacerlo es de tontos.
Hay pues un terreno bien abonado por la dominación y el chantaje para la corrupción y el servilismo; porque nadie debe pensar que si a una persona le permiten corromperse es por simple afición; no, todo tiene su costo y, muchas veces, hay que pagarlo con traición a la patria o a los valores morales. Pero sería bueno que, en lugar de escandalizarnos cada vez que se descubre un nuevo "fato", solicitemos simplemente que se aplique la ley; aunque después los sinvergüenzas nos vengan con que son "perseguidos políticos" y haya embajadores y legaciones que les hagan coro.
El estado de derecho es, fundamentalmente, el cumplimiento de los deberes y no el simple goce de los derechos.
Y cuando hablamos de los deberes no nos referimos simplemente a los que el ciudadano se compromete sino también a los que atañe a las instituciones del Estado, es decir, a la aplicación de la ley por los organismo existentes. Una deficiencia que se hace notar como grande en las naciones dependientes porque el sistema de dependencia-corrupción-impunidad así lo impone y donde hay cierta lógica pues no hay nada mejor que agarrar por la cola a los corruptos y convertirlos en serviles; sea por su afición al dinero, a las perversiones o a los "gustos burgueses", que son una variedad.
Esta falta de aplicación de la ley hace que haya policías corruptos con grandes fortunas y a los que no parece llegarles la justicia o ex ministros o presidentes impunes y hasta pequeñas yerbas que se enriquecen porque el no hacerlo es de tontos.
Hay pues un terreno bien abonado por la dominación y el chantaje para la corrupción y el servilismo; porque nadie debe pensar que si a una persona le permiten corromperse es por simple afición; no, todo tiene su costo y, muchas veces, hay que pagarlo con traición a la patria o a los valores morales. Pero sería bueno que, en lugar de escandalizarnos cada vez que se descubre un nuevo "fato", solicitemos simplemente que se aplique la ley; aunque después los sinvergüenzas nos vengan con que son "perseguidos políticos" y haya embajadores y legaciones que les hagan coro.
El estado de derecho es, fundamentalmente, el cumplimiento de los deberes y no el simple goce de los derechos.
miércoles, 19 de septiembre de 2012
LAS ACCIONES HUMANAS
Si coincidimos con José María de Lera, en su libro sobre la violencia, admitiendo que es tan violenta una bomba como una corrida bancaria, nos daremos cuenta que las acciones humanas, no siempre son tan humanas; o, al decir de Nietzsche, son demasiado humanas.
Porque lo que ha ocurrido en la ciudad de La Paz, con el saldo de un muerto y varios heridos, no sólo es violencia alevosa, premeditada y con ventaja sino la expresión de un sectarismo o egoísmo que raya en la locura. Porque los mineros saben los efectos de la dinamita por mucho que recorten los cartuchos hasta el grado de denominarlos "cachorros"; son letales, dígase lo que se diga, y cuando se los usa y transporta para amedrentar con violencia, es lógico que se convierten en lo que, en otras partes, se cataloga como terrorismo, sin más vueltas.
Y, como siempre, la cuestión se genera en el sistema de privilegios que se han otorgado a los denominados "cooperativistas" que, en mucho de los casos, no son tales sino vulgares explotadores al estilo de los antiguos amos de las minas o peor aún. Tal como lo dijéramos hace tiempo, se hubiera evitado esta violencia si se revisaba esos privilegios y se daba curso al bien común, al sentido común; no se lo hizo y los resultados son esos.
Claro que es fácil echarle la culpa el gobierno; tal como hacen los autodenominados opositores y los "periodistas" que sacan en su auxilio renegados y otras yerbas para echar sal en las heridas. Ese no es el camino y lo que hay que admitir es que, como empezamos el comentario, no todas las acciones son humanas y tratar de ocultar esta realidad; lo mismo se trate de los mineros bolivianos, el FMI y sus víctimas o las invasiones bélicas, es hacerse cómplices de esas actitudes.
Lo más correcto es admitir que si no involucionamos, estamos decididos a hacerlo.
Porque lo que ha ocurrido en la ciudad de La Paz, con el saldo de un muerto y varios heridos, no sólo es violencia alevosa, premeditada y con ventaja sino la expresión de un sectarismo o egoísmo que raya en la locura. Porque los mineros saben los efectos de la dinamita por mucho que recorten los cartuchos hasta el grado de denominarlos "cachorros"; son letales, dígase lo que se diga, y cuando se los usa y transporta para amedrentar con violencia, es lógico que se convierten en lo que, en otras partes, se cataloga como terrorismo, sin más vueltas.
Y, como siempre, la cuestión se genera en el sistema de privilegios que se han otorgado a los denominados "cooperativistas" que, en mucho de los casos, no son tales sino vulgares explotadores al estilo de los antiguos amos de las minas o peor aún. Tal como lo dijéramos hace tiempo, se hubiera evitado esta violencia si se revisaba esos privilegios y se daba curso al bien común, al sentido común; no se lo hizo y los resultados son esos.
Claro que es fácil echarle la culpa el gobierno; tal como hacen los autodenominados opositores y los "periodistas" que sacan en su auxilio renegados y otras yerbas para echar sal en las heridas. Ese no es el camino y lo que hay que admitir es que, como empezamos el comentario, no todas las acciones son humanas y tratar de ocultar esta realidad; lo mismo se trate de los mineros bolivianos, el FMI y sus víctimas o las invasiones bélicas, es hacerse cómplices de esas actitudes.
Lo más correcto es admitir que si no involucionamos, estamos decididos a hacerlo.
martes, 18 de septiembre de 2012
DEMOCRACIA FORMAL Y REAL
En muchos países se celebra determinada fecha como aquella en que volvió la democracia en sustitución de las tiranías sirvientes. Pero las cosas no varían sustancialmente para el pueblo, para el Estado; porque a la democracia comercial o de mercado, la llamamos formal y a la real: utópica; mientras la primera se ejercita en nombre de todos y la segunda es una excepción en el mundo contemporáneo.
Y no sólo eso sino que, en nombre de la democracia, se comete una serie de atropellos en contra de la voluntad general y en discusión con el mismo sentido común. Es lo que ocurre, por ejemplo, con las protestas o tomas de oficinas en las alcaldías, especialmente, provinciales en supuesta demanda de obras o sospechas de corrupción; pero que no se ajustan a derecho y, por lo tanto, constituyen formas no democráticas de interrupción del proceso genuino y legal. Y, aunque no se crea, la farsa democrática está también presente cuando los organismos financieros internacionales pasan por encima e imponen restricciones o programas económicos que están en contra de los intereses colectivos, como estamos viendo en buena parte de Europa.
También se da cuando las protestas se realizan en contra del derecho de los demás, verbigracia, en las manifestaciones callejeras, en los bloqueos de caminos o calles o en el discursito ese de estamos "molestos" y "exigimos" tal o cual cosa.
La conclusión es fácil y sobreentendida, incluso en la democracia de mercado no hay real ejercicio de la participacion ciudadana y el sometimiento consiguiente a las leyes; mientras son apenas unas pocas excepciones donde funciona la democracia real en naciones donde la descentralización es una ventaja y no se opone tampoco al bien colectivo, al bien común o al Estado. Hay que seguir luchando porque nuestras democracias se basen más en la información, la convicción y la responsabilidad y menos en las ofertas de mercado, en las mentiras y las promesas por incumplir; se trate de los países denominados chicos o grandes, porque es en los últimos donde predomina y manda más el mercado que la razón.
Y no sólo eso sino que, en nombre de la democracia, se comete una serie de atropellos en contra de la voluntad general y en discusión con el mismo sentido común. Es lo que ocurre, por ejemplo, con las protestas o tomas de oficinas en las alcaldías, especialmente, provinciales en supuesta demanda de obras o sospechas de corrupción; pero que no se ajustan a derecho y, por lo tanto, constituyen formas no democráticas de interrupción del proceso genuino y legal. Y, aunque no se crea, la farsa democrática está también presente cuando los organismos financieros internacionales pasan por encima e imponen restricciones o programas económicos que están en contra de los intereses colectivos, como estamos viendo en buena parte de Europa.
También se da cuando las protestas se realizan en contra del derecho de los demás, verbigracia, en las manifestaciones callejeras, en los bloqueos de caminos o calles o en el discursito ese de estamos "molestos" y "exigimos" tal o cual cosa.
La conclusión es fácil y sobreentendida, incluso en la democracia de mercado no hay real ejercicio de la participacion ciudadana y el sometimiento consiguiente a las leyes; mientras son apenas unas pocas excepciones donde funciona la democracia real en naciones donde la descentralización es una ventaja y no se opone tampoco al bien colectivo, al bien común o al Estado. Hay que seguir luchando porque nuestras democracias se basen más en la información, la convicción y la responsabilidad y menos en las ofertas de mercado, en las mentiras y las promesas por incumplir; se trate de los países denominados chicos o grandes, porque es en los últimos donde predomina y manda más el mercado que la razón.
lunes, 17 de septiembre de 2012
APRESTOS BÉLICOS
Sólo el que no quiere ver puede tener algunas dudas sobre una nueva y próxima confrontación bélica, O, más exactamente, una otra invasión al estilo de Iraq o Afganistan. Porque eso del insulto a los musulmanes, a través de una grabación que nadie sabe de dónde es y de quién, no es más que la repetición de Pearl Harbor o el asesinato del Archiduque de Austria que, según las mentiras oficiales, fueron los desencadenantes de la segunda y primera guerras mundiales; por mucho que se hayan reducido a unos pocos intereses que se jugaron de la forma más obscura posible y en beneficio del vil metal.
Hoy también la cuestión está centrada en eso: la crisis del sistema de especulación que se maneja como economía mundial y que encubre la explotación más ignominiosa del hombre por el hombre. A las medidas y reacciones que se han dado y que se están dando en algunas naciones europeas con drásticas reducciones de los presupuestos de educación y salud; mientras los banqueros cínicamente se niegan a cambiar, hay pues que añadir estos aprestos bélicos que servirán no únicamente para hacerse de nuevas riquezas sino para distraer sobre el fondo de la crisis del materialismo que agobia al mundo entero, de mano de la avaricia y la soberbia.
Ni en Irán, ni en Siria ni en ningún otro país islámico existe un motivo siquiera para generar una guerra de invasión y de exterminio; pero los adoradores del nuevo becerro de oro, siempre encuentran las excusas para seguir engañando a la gente y, para ello, nada mejor que matar unos miles o millones, supuestamente, en defensa de esto o lo otro, que no es más que la expresión del cinismo y de la estulticia con que se maneja el destino del planeta y del hombre. Y ante la estupidez poco se puede hacer, porque se refugia en la razón; en un escarnio más de la inteligencia.
Hoy también la cuestión está centrada en eso: la crisis del sistema de especulación que se maneja como economía mundial y que encubre la explotación más ignominiosa del hombre por el hombre. A las medidas y reacciones que se han dado y que se están dando en algunas naciones europeas con drásticas reducciones de los presupuestos de educación y salud; mientras los banqueros cínicamente se niegan a cambiar, hay pues que añadir estos aprestos bélicos que servirán no únicamente para hacerse de nuevas riquezas sino para distraer sobre el fondo de la crisis del materialismo que agobia al mundo entero, de mano de la avaricia y la soberbia.
Ni en Irán, ni en Siria ni en ningún otro país islámico existe un motivo siquiera para generar una guerra de invasión y de exterminio; pero los adoradores del nuevo becerro de oro, siempre encuentran las excusas para seguir engañando a la gente y, para ello, nada mejor que matar unos miles o millones, supuestamente, en defensa de esto o lo otro, que no es más que la expresión del cinismo y de la estulticia con que se maneja el destino del planeta y del hombre. Y ante la estupidez poco se puede hacer, porque se refugia en la razón; en un escarnio más de la inteligencia.
domingo, 16 de septiembre de 2012
CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Se dice machaconamente que una de las deficiencias más importantes de los países del tercer mundo, es el de la ciencia y tecnología que, teóricamente, debiera ser llenado por sus universidades.
Pero lo que está ocurriendo es precisamente lo contrario, es decir, las facultades que integran las Casas Superiores de Estudio, o no se han enterado de su papel o no lo cumplen por una variedad de circunstancias; entre ellas, la falta de cambio en la mentalidad. Porque aunque la mayoría de nuestras universidades se mueve en un ambiente proclive o francamente izquierdista, con clases incluso de teoría marxista o de interpretación materialista, los productos de esas instituciones, los profesionales, son más bien dados no sólo a la vida burguesa sino a la indiferencia social.
Como consecuencia no sólo hay un sensible déficit de médicos, por ejemplo, en las áreas más necesitadas sino que la medicina sigue siendo un privilegio en las ciudades grandes o pequeñas, donde su costo es alto; así como no existe transferencia o creación de tecnología en la industria y la economía, que responda a los programas del "alma mater".
Y, como ni no fuera suficiente, se maneja la "autonomía" universitaria como un modelo de feudalización renegadamente derechista, curiosamente, en manos de marxistas o trotskistas que, igual, se disputan los feudos de los predios universitarios; mientras el resto de la población universitaria se limita a la simple formación profesional y finca sus expectativas en sus réditos como tal.
Dígase lo que se diga, las universidades no están pues cumpliendo ni con sus roles ni con los ideales populares y una prueba contundente es que no tenemos ni ciencia ni tecnología; las mismas que siguen siendo curiosidades o excepciones dentro de ellas. Y así lo único que piden es más dinero, cuando su fracaso está en sus propias mentes; que son las que habría que cambiar y descolonizarlas porque siendo supuestamente izquierdistas dan productos derechistas.
Pero lo que está ocurriendo es precisamente lo contrario, es decir, las facultades que integran las Casas Superiores de Estudio, o no se han enterado de su papel o no lo cumplen por una variedad de circunstancias; entre ellas, la falta de cambio en la mentalidad. Porque aunque la mayoría de nuestras universidades se mueve en un ambiente proclive o francamente izquierdista, con clases incluso de teoría marxista o de interpretación materialista, los productos de esas instituciones, los profesionales, son más bien dados no sólo a la vida burguesa sino a la indiferencia social.
Como consecuencia no sólo hay un sensible déficit de médicos, por ejemplo, en las áreas más necesitadas sino que la medicina sigue siendo un privilegio en las ciudades grandes o pequeñas, donde su costo es alto; así como no existe transferencia o creación de tecnología en la industria y la economía, que responda a los programas del "alma mater".
Y, como ni no fuera suficiente, se maneja la "autonomía" universitaria como un modelo de feudalización renegadamente derechista, curiosamente, en manos de marxistas o trotskistas que, igual, se disputan los feudos de los predios universitarios; mientras el resto de la población universitaria se limita a la simple formación profesional y finca sus expectativas en sus réditos como tal.
Dígase lo que se diga, las universidades no están pues cumpliendo ni con sus roles ni con los ideales populares y una prueba contundente es que no tenemos ni ciencia ni tecnología; las mismas que siguen siendo curiosidades o excepciones dentro de ellas. Y así lo único que piden es más dinero, cuando su fracaso está en sus propias mentes; que son las que habría que cambiar y descolonizarlas porque siendo supuestamente izquierdistas dan productos derechistas.
sábado, 15 de septiembre de 2012
EL VIL METAL
Nunca como ahora alcanza su mejor expresión aquello del vil metal; porque las peleas entre mineros asalariados, pertenecientes a la COMIBOL, y los cooperativistas, unos entrecomillados, otros no; es eso: una lucha por el vil metal, donde no sólo están en juego las vetas del mineral que se trate sino también ciertos privilegios o tributos que se han concedido a unos y otros.
Entre las acusaciones que se lanzan de bando a bando no únicamente están las de ganar indiscriminada e injustamente salarios que bordearían hasta los 90.000 Bolivianos sino de no pagar impuestos al Estado. La realidad es que se ha descubierto, desde hace ya bastante tiempo, que el sistema de explotación de las minas no ha cambiado; que mientras unos se asignan jugosos sueldos, otros los siguen ganando de miseria; llámense "coopeerativistas", "dirigentes", "administradores" o lo que fuera.
Por eso es que el problema tiene diversas connotaciones y la disputa por algunas vetas, en realidad, es la pelea por los beneficios, los privilegios y el control del sistema de explotación. Tampoco se trata de quién aporta más o mejor al Estado; todo lo contrario, lo que se quiere es no aportar nada, en procura de "incentivos" que el gobierno debió cancelar hace tiempo si pretende un clima de igualdad y justicia; porque no puede ser que sigan los privilegios de unos sectores, mientras el pueblo en general, el ciudadano común, incluso, el que no cobra cobra ni come, siga subencionando los hidrocarburos, los caminos, las minas y, finalmente, el sistema de brechas económicas y sociales que nadie puede vencer.
Y lo mismo sucede en muchas partes de la geografía nacional; así como se disputan algunas vetas y privilegios o impunidad, se pelea también por los árboles, por las aguas; por la dominación sectorial y el sistema de privilegios que da impunidad y que se trata de confundir so capa de ambientalismo, derechos, ecología y hasta socialismo.
Entre las acusaciones que se lanzan de bando a bando no únicamente están las de ganar indiscriminada e injustamente salarios que bordearían hasta los 90.000 Bolivianos sino de no pagar impuestos al Estado. La realidad es que se ha descubierto, desde hace ya bastante tiempo, que el sistema de explotación de las minas no ha cambiado; que mientras unos se asignan jugosos sueldos, otros los siguen ganando de miseria; llámense "coopeerativistas", "dirigentes", "administradores" o lo que fuera.
Por eso es que el problema tiene diversas connotaciones y la disputa por algunas vetas, en realidad, es la pelea por los beneficios, los privilegios y el control del sistema de explotación. Tampoco se trata de quién aporta más o mejor al Estado; todo lo contrario, lo que se quiere es no aportar nada, en procura de "incentivos" que el gobierno debió cancelar hace tiempo si pretende un clima de igualdad y justicia; porque no puede ser que sigan los privilegios de unos sectores, mientras el pueblo en general, el ciudadano común, incluso, el que no cobra cobra ni come, siga subencionando los hidrocarburos, los caminos, las minas y, finalmente, el sistema de brechas económicas y sociales que nadie puede vencer.
Y lo mismo sucede en muchas partes de la geografía nacional; así como se disputan algunas vetas y privilegios o impunidad, se pelea también por los árboles, por las aguas; por la dominación sectorial y el sistema de privilegios que da impunidad y que se trata de confundir so capa de ambientalismo, derechos, ecología y hasta socialismo.
viernes, 14 de septiembre de 2012
ESTULTICIA Y OPTIMISMO
Como en todas partes también en Bolivia chocan dos extremos: la estulticia y el exagerado optimismo. Para algún despistado dirigente "cívico", por ejemplo, en Cochabamba, que celebra un aniversario más de su gesta heroica, no hay nada que festejar; mientras algunos creen que el porvenir no puede ser más venturoso por el anuncio de obras hechas por el gobierno central.
Si bien es cierto que se han entregado los proyectos y hasta los contratos para carreteras, fábricas viaductos y otras obras menores; lo que sigue faltando es un proyecto regional, algo que haga frente estructural a la crisis departamental que no se va a solucionar con la supuesta eficiencia, incluso, de las obras anunciadas porque continuará el despoblamiento rural y, consiguientemente, la desertización de la tierra y la migración de las gentes al interior o exterior el país; aunque se consiguiera paliar algunos efectos, lo que pone en riesgo los programas del gobierno del autoabastecimiento alimentario. No hay pues suficiente material o argumentos como para ser exageradamente optimistas.
Pero la posición contraria, la estulticia, se parece también a la que asumen las autoridades universitarias, no todas, que insisten en un mayor presupuesto aunque los índices de buena administración están por los suelos pues teniendo dinero no lo gastan y ninguna de nuestras universidades, públicas o privadas, aparece siquiera en las estadísticas que se elaboran como las mejores del mundo o del continente y se insiste, en muchas partes, que no todo es cuestión de dinero sino de inteligencia y predisposición al cambio necesario y oportuno.
¿Un justo medio puede ser la solución? Al parecer tampoco porque si bien, de una parte, los esfuerzos del gobierno nacional pueden generar una mejor eficiencia en los locales, lo que parece no tener remedio es la estulticia que se percibe; sea como una oposición completa mente hueca ideológica o programáticamente o un sectarismo o partidismo marginador que se nota entre algunas organizaciones que no logran entender que el bien común debe estar por encima de todo. En todo caso, quizá la balanza esté un poco más hacia el lado del optimismo que de la estupidez.
Si bien es cierto que se han entregado los proyectos y hasta los contratos para carreteras, fábricas viaductos y otras obras menores; lo que sigue faltando es un proyecto regional, algo que haga frente estructural a la crisis departamental que no se va a solucionar con la supuesta eficiencia, incluso, de las obras anunciadas porque continuará el despoblamiento rural y, consiguientemente, la desertización de la tierra y la migración de las gentes al interior o exterior el país; aunque se consiguiera paliar algunos efectos, lo que pone en riesgo los programas del gobierno del autoabastecimiento alimentario. No hay pues suficiente material o argumentos como para ser exageradamente optimistas.
Pero la posición contraria, la estulticia, se parece también a la que asumen las autoridades universitarias, no todas, que insisten en un mayor presupuesto aunque los índices de buena administración están por los suelos pues teniendo dinero no lo gastan y ninguna de nuestras universidades, públicas o privadas, aparece siquiera en las estadísticas que se elaboran como las mejores del mundo o del continente y se insiste, en muchas partes, que no todo es cuestión de dinero sino de inteligencia y predisposición al cambio necesario y oportuno.
¿Un justo medio puede ser la solución? Al parecer tampoco porque si bien, de una parte, los esfuerzos del gobierno nacional pueden generar una mejor eficiencia en los locales, lo que parece no tener remedio es la estulticia que se percibe; sea como una oposición completa mente hueca ideológica o programáticamente o un sectarismo o partidismo marginador que se nota entre algunas organizaciones que no logran entender que el bien común debe estar por encima de todo. En todo caso, quizá la balanza esté un poco más hacia el lado del optimismo que de la estupidez.
jueves, 13 de septiembre de 2012
DIVIDIR PARA REINAR
Siempre ha sido más fácil dividir que unir; la historia de la humanidad es una constante de separaciones, rencillas, desafectos, desacuerdos, que nos han puesto donde estamos: en crisis. Y no sólo económica sino política o, si se quiere más profundidad, filosófica o teológica; desde el asesinato de Abel, ha habido una seguidilla de crímenes a cual más diversos que han ido sembrando la duda, el recelo respecto al vecino o al extranjero.
Lo mismo se siembra cuando los catalanes salen a las calles para separarse de España, ¿o de la crisis como aseveran socarronamente en una caricatura argentina?, que cuando se impulsa el "regionalismo" camba, mientras los delegados de los terratenientes buscan mercenarios en Europa. Pero cuando más apuntan razones de conflicto y de subversión, porque eso es lo que finalmente se hace, es cuando aparecen dueños o privilegiados en los motines, las asonadas o las revoluciones. En el caso particular boliviano, que los ponchos de coloridos tonos se arroguen esa propiedad o que los autodenominados cooperativistas se carguen de privilegios, como los explotadores del transporte público, los trabajadores en salud, en educación, en los predios universitarios o los que cultivan coca, no es más que la muestra de cómo se sigue sembrando la discordia para que unos cuantos sigan beneficiándose del manejo artero del planeta. Este es el quid del problema: la predica del divisionismo que tiene más acogida, especialmente, entre los envidiosos, los mediocres y demás yerbas. Y es la triste historia de la humanidad; desde las doce tribus hasta las rencillas entre derechistas o izquierdistas que siembran lo mismo: el privilegio y la discriminación.
Por eso es que también ha sido y sigue siendo más arduo pregonar la unidad, la solidaridad, la fraternidad; porque el materialismo soez es más accesible.
Lo mismo se siembra cuando los catalanes salen a las calles para separarse de España, ¿o de la crisis como aseveran socarronamente en una caricatura argentina?, que cuando se impulsa el "regionalismo" camba, mientras los delegados de los terratenientes buscan mercenarios en Europa. Pero cuando más apuntan razones de conflicto y de subversión, porque eso es lo que finalmente se hace, es cuando aparecen dueños o privilegiados en los motines, las asonadas o las revoluciones. En el caso particular boliviano, que los ponchos de coloridos tonos se arroguen esa propiedad o que los autodenominados cooperativistas se carguen de privilegios, como los explotadores del transporte público, los trabajadores en salud, en educación, en los predios universitarios o los que cultivan coca, no es más que la muestra de cómo se sigue sembrando la discordia para que unos cuantos sigan beneficiándose del manejo artero del planeta. Este es el quid del problema: la predica del divisionismo que tiene más acogida, especialmente, entre los envidiosos, los mediocres y demás yerbas. Y es la triste historia de la humanidad; desde las doce tribus hasta las rencillas entre derechistas o izquierdistas que siembran lo mismo: el privilegio y la discriminación.
Por eso es que también ha sido y sigue siendo más arduo pregonar la unidad, la solidaridad, la fraternidad; porque el materialismo soez es más accesible.
miércoles, 12 de septiembre de 2012
REALIDAD Y FICCIÓN
Muchas veces se ha dicho que la realidad supera a la ficción; es tan cierto que la quebrada empresa aeronáutica AEROSUR, era en realidad -es una jugosa paradoja- una empresa fantasma; porque no sólo que vendía sus pasajes como si casi todos hubiesen sido adquiridos en el exterior del país, sino que no tributaba nada y hasta no tenía cuentas bancarias en nuestro territorio; el fantasmita se parecía harto a uno de los muchos bancos que se crearon a lo largo y ancho del mundo para quebrarlos que, como decía cierto sinvergüenza, daba mejores beneficios que mantenerlos que, en la realidad y no la fantasía, es donde se apoya lo del sofisma de la autoregulación del mercado y en lo que muchos todavía creen como si fuera una superstición.
Pero lo de la línea aérea es apenas un ejemplo más de los fantasmas que rondan y habitan el mundo de la realidad, por muy materialistas o racionalistas que nos apuntemos, porque también en la cuestión del ambientalismo, ecologismo, solidaridad o filantropía surgen más fantasmas que realidades; es lo que está sucediendo actualmente con el tema del TIPNIS en Bolivia, donde si contamos las voces que tienen eco en los medios y las que no aparecen en páginas o espacios manipulados, tenemos que llegar a la conclusión que ese territorio está más habitado por fantasmas que habitantes reales que no sabemos si están conscientes de su "irrealidad".
Como si fuera poco y lo hemos comentado algunas veces, ahora resulta que también hay cooperativas fantasmas que usurpan la existencia de este sistema de trabajo, responsabilidad y compromiso, que no sólo aparecen entre los mineros, acostumbrados al "tío", sino también entre los devotos del ahorro que van por lana y salen trasquilados o los que fungen trabajar en las universidades y no buscan ni ciencia ni conciencia sino el vil metal de los salarios irracionales; porque, en verdad, lo que debieran mostrar esas instituciones es eficacia y eficiencia si pretenden convencer de su adhesión a la ciencia.
En consecuencia, muchos defensores de algunas entidades, en realidad, serían defensores de fantasmas o, vulgarmente, de fraudes y estafas.
Pero lo de la línea aérea es apenas un ejemplo más de los fantasmas que rondan y habitan el mundo de la realidad, por muy materialistas o racionalistas que nos apuntemos, porque también en la cuestión del ambientalismo, ecologismo, solidaridad o filantropía surgen más fantasmas que realidades; es lo que está sucediendo actualmente con el tema del TIPNIS en Bolivia, donde si contamos las voces que tienen eco en los medios y las que no aparecen en páginas o espacios manipulados, tenemos que llegar a la conclusión que ese territorio está más habitado por fantasmas que habitantes reales que no sabemos si están conscientes de su "irrealidad".
Como si fuera poco y lo hemos comentado algunas veces, ahora resulta que también hay cooperativas fantasmas que usurpan la existencia de este sistema de trabajo, responsabilidad y compromiso, que no sólo aparecen entre los mineros, acostumbrados al "tío", sino también entre los devotos del ahorro que van por lana y salen trasquilados o los que fungen trabajar en las universidades y no buscan ni ciencia ni conciencia sino el vil metal de los salarios irracionales; porque, en verdad, lo que debieran mostrar esas instituciones es eficacia y eficiencia si pretenden convencer de su adhesión a la ciencia.
En consecuencia, muchos defensores de algunas entidades, en realidad, serían defensores de fantasmas o, vulgarmente, de fraudes y estafas.
martes, 11 de septiembre de 2012
RIDÍCULO UNIVERSAL
Independientemente de lo que hayan consentido o sido víctimas, no hay duda que el matrimonio del vicepresidente y su novia, no ha servido sino para el ridículo, de manos de unos pocos "indígenas" que nos están mostrando cuánto se puede distorsionar en cuanto a la cultura de estas tierras.
Porque, que sepamos, el matrimonio en el Incario era un asunto estrictamente civil donde no intervenía la religión y como tal, se reducía a la asignación de mujeres a los solteros, como esposas o, en ocasiones excepcionales, como concubinas. Claro que el matrimonio de la clase aristocrática no era el mismo; pero también era simplemente la entrega, por parte del pretendiente, de un vestido cargado de joyas; mientras la pretendida, a su vez, entregaba otro tejido con sus propias manos y, vestidos así y tomados de la mano, se iban a palacio; nada de ceremonias ni "ritos ancestrales", de acuerdo a lo que algunos cronistas han descubierto como, principalmente, Morúa, Cobo y otros.
La "ceremonia" no fue pues más que circo adornado, incluso, con una incongruencia del tamaño del Illimani: el "fidius uchu" (ají de fideos) que es un plato de moda actual, podríamos decir, pero que no tiene precedente alguno "ancestral".
Lo grave es que apenas es la punta del iceberg de una impostura "indígena" que es cada vez más preocupante porque puede afectar el destino mismo de la nación boliviana y que, tomándola por el lado bueno, se puede comparar con los dichos y hechos de Melgarejo y otras anécdotas de que está llena nuestra historia oficial que para nada transmite nuestra realidad pasada o presente.
Y así como se pueden falsear "ritos ancestrales", se falsean también ponchos coloridos, usos y costumbres que nunca fueron.
Ojalá alguien pare la farsa.
Porque, que sepamos, el matrimonio en el Incario era un asunto estrictamente civil donde no intervenía la religión y como tal, se reducía a la asignación de mujeres a los solteros, como esposas o, en ocasiones excepcionales, como concubinas. Claro que el matrimonio de la clase aristocrática no era el mismo; pero también era simplemente la entrega, por parte del pretendiente, de un vestido cargado de joyas; mientras la pretendida, a su vez, entregaba otro tejido con sus propias manos y, vestidos así y tomados de la mano, se iban a palacio; nada de ceremonias ni "ritos ancestrales", de acuerdo a lo que algunos cronistas han descubierto como, principalmente, Morúa, Cobo y otros.
La "ceremonia" no fue pues más que circo adornado, incluso, con una incongruencia del tamaño del Illimani: el "fidius uchu" (ají de fideos) que es un plato de moda actual, podríamos decir, pero que no tiene precedente alguno "ancestral".
Lo grave es que apenas es la punta del iceberg de una impostura "indígena" que es cada vez más preocupante porque puede afectar el destino mismo de la nación boliviana y que, tomándola por el lado bueno, se puede comparar con los dichos y hechos de Melgarejo y otras anécdotas de que está llena nuestra historia oficial que para nada transmite nuestra realidad pasada o presente.
Y así como se pueden falsear "ritos ancestrales", se falsean también ponchos coloridos, usos y costumbres que nunca fueron.
Ojalá alguien pare la farsa.
lunes, 10 de septiembre de 2012
LOS LOTEADORES
Desde la impostura de la "revolución nacional", se viene arrastrando una lacra llamada "loteadores", que no son otra cosa que personas que han hecho negocio de las necesidades y aspiraciones de la gente común o, peor aún, de los desposeídos. Cuando el MNR regresó a la politiquería, de la mano de la UDP, algunas personas intentaron lotear la propiedad de una institución de atención a los niños marginados y tuvimos que acudir a diferentes instancias para impedir el atropello; pero no faltó la sorpresa de descubrir que el líder de la banda, pues eso era, no sólo fungía de funcionario público de la Prefectura del departamento sino que contaba con un largo historial y también propiedades en casas o lotes por doquier, es decir, por donde iba a usurpar propiedad ajena.
No era pues ningún dirigente de los sin techo, sin propiedad o lo que fuera sino de los sin vergüenza; que, infelizmente, se ha extendido por una serie de actividades, entre ellas, el sindicalismo, que habría que entrecomillar para diferenciarlo del excepcional que todavía queda en servicio gremial; pero lo más lamentable es que la plaga alcanza a las "cooperativas" que han aparecido como tales sin serlo y usurpando funciones y atribuciones en beneficio de unos pocos que aparecen como "dirigentes" o administradores y, en los hechos, no son más que explotadores vulgares y silvestres; los ejemplos los hallamos tanto entre los mineros, que reciben una serie de beneficios del gobierno, como entre los que deciden apoderarse del dinero ajeno de la forma más directa: haciendo una cooperativa de ahorro.
Por el momento no se puede hacer nada, porque son las propias "cooperativas" que salen en defensa de una opción de organización económica que no puede tener este pésimo uso; lo que está sucediendo con las "cooperativas" telefónicas en Bolivia es apenas una muestra de cómo los loteadores han variado de rubro de explotación.
No era pues ningún dirigente de los sin techo, sin propiedad o lo que fuera sino de los sin vergüenza; que, infelizmente, se ha extendido por una serie de actividades, entre ellas, el sindicalismo, que habría que entrecomillar para diferenciarlo del excepcional que todavía queda en servicio gremial; pero lo más lamentable es que la plaga alcanza a las "cooperativas" que han aparecido como tales sin serlo y usurpando funciones y atribuciones en beneficio de unos pocos que aparecen como "dirigentes" o administradores y, en los hechos, no son más que explotadores vulgares y silvestres; los ejemplos los hallamos tanto entre los mineros, que reciben una serie de beneficios del gobierno, como entre los que deciden apoderarse del dinero ajeno de la forma más directa: haciendo una cooperativa de ahorro.
Por el momento no se puede hacer nada, porque son las propias "cooperativas" que salen en defensa de una opción de organización económica que no puede tener este pésimo uso; lo que está sucediendo con las "cooperativas" telefónicas en Bolivia es apenas una muestra de cómo los loteadores han variado de rubro de explotación.
domingo, 9 de septiembre de 2012
LAS PENAS SON DE LOS HOMBRES...
Hay una vieja zamba del folclore argentino que en su letra dice: "las penas son de los hombres/ las vaquitas son ajenas.." dando a entender que para el hombre común, para el ciudadano medio, todas son penas, mientras el disfrute de la riqueza es para unos cuantos, llegando incluso a la paradoja de tener los hombres la desdicha de tener que cuidar la opulencia de los pocos.
Esta figura se repite diariamente en Bolivia donde unos pocos se han acostumbrado a ejercer medidas violentas de presión, como las manifestaciones, los bloqueos, los dinamitazos, las invasiones, para obtener beneficios sectarios, personales, familiares incurriendo, voluntariamente, en el delito de coerción o extorsión, en contra del bien común.
Por ejemplo, son decenas o centenas los bloqueos que se ejecutan para pedir que tal o cual alcalde se vaya a su casa porque, supuestamente, nada ha hecho o existen sospechas de inmoralidad; esa violencia puede ejercerse desde las tomas de las edificaciones respectivas hasta el cierre de avenidas o carreteras y en contra de gente que nada tiene que ver con el problema; lo curioso es que no sólo se atenta contra el bien común o el orden público sino contra la ley porque lo que mueve a esos grupos es más bien la conspiración, la subversión, la típica actitud oposicionista de los politiqueros que, impotentes de dar ideas o competir ideológicamente, prefieren servir intereses bastardos, espurios, sin ningún sentido. Si se investigara muchas de estas acciones ilegales, se llegaría a la conclusión que son unas cuantas personas, a veces familias, que están por detrás de estas acciones y que, paradógicamente, son contrarias al bien común, a la sociedad, a la ley y que lo único que buscan es beneficiarse de lo ajeno; así sea un terreno, una casa, un trabajo o, finalmente, la oportunidad de corromperse impunemente.
Por eso es que las más de las veces, las penas son de los hombres; pero las vaquitas son ajenas y no están ni estarán a su alcance ni se busca que lo estén.
Esta figura se repite diariamente en Bolivia donde unos pocos se han acostumbrado a ejercer medidas violentas de presión, como las manifestaciones, los bloqueos, los dinamitazos, las invasiones, para obtener beneficios sectarios, personales, familiares incurriendo, voluntariamente, en el delito de coerción o extorsión, en contra del bien común.
Por ejemplo, son decenas o centenas los bloqueos que se ejecutan para pedir que tal o cual alcalde se vaya a su casa porque, supuestamente, nada ha hecho o existen sospechas de inmoralidad; esa violencia puede ejercerse desde las tomas de las edificaciones respectivas hasta el cierre de avenidas o carreteras y en contra de gente que nada tiene que ver con el problema; lo curioso es que no sólo se atenta contra el bien común o el orden público sino contra la ley porque lo que mueve a esos grupos es más bien la conspiración, la subversión, la típica actitud oposicionista de los politiqueros que, impotentes de dar ideas o competir ideológicamente, prefieren servir intereses bastardos, espurios, sin ningún sentido. Si se investigara muchas de estas acciones ilegales, se llegaría a la conclusión que son unas cuantas personas, a veces familias, que están por detrás de estas acciones y que, paradógicamente, son contrarias al bien común, a la sociedad, a la ley y que lo único que buscan es beneficiarse de lo ajeno; así sea un terreno, una casa, un trabajo o, finalmente, la oportunidad de corromperse impunemente.
Por eso es que las más de las veces, las penas son de los hombres; pero las vaquitas son ajenas y no están ni estarán a su alcance ni se busca que lo estén.
sábado, 8 de septiembre de 2012
¿REGALOS?
Merced a la política de servilismo que algunos politiqueros montaron desde hace décadas, resulta que las obras que se realizan con el dinero de los contribuyentes, son un "regalo" de las autoridades a la efemérides departamental o al "desarrollo urbano". Como si el escarnio no fuese suficiente, también se acuñó la frase "no hay nada que festejar", cuando los regalos no eran los que la propaganda había prometido y era esgrimida por los denominados opositores.
En medio, el pueblo, ya no sabe qué hacer porque, de un lado, las obras municipales no son que las que importan estructuralmente a la región, la ciudad o el departamento y, del otro, no hay propuestas en la crítica absurda que se esgrime como contraparte.
De lo que habría que encargarse es de analizar si el sofisma de la civilización ha terminado, continúa o puede ser reemplazado porque a la gente, al parecer, le gusta ser engañada, sofisticada, estafada y así un puente semicolgante que podía sustituirse con mayor eficacia por un paso a desnivel, se convierte en "regalo" del burgomaestre de turno a la estulticia de la mayor parte de los ciudadanos que aplauden el estropicio como si fuera un acierto. De esta clase de obras, mamotretos y figuras de urbanistería, están llenas nuestras ciudades, mientras los problema básicos, de servicios esenciales, de abastecimiento de la canasta familiar, no se atienden convenientemente y se van acumulando como problemas crónicos o que hacen crisis en determinado momento, en perjuicio de la economía familiar que es la que, curiosamente, sufraga los gastos de los "regalos" que, además significan otras fuentes de entrada para los supuestos benefactores, como se ha demostrado con obras que costaron diez, veinte o cien veces más de lo normal, por la habilidad de manejar los ceros de las autoridades en función o en corrupción.
Mientras el ciudadano mismo no cambie de mentalidad seguirá la lacra de los "regalos".
En medio, el pueblo, ya no sabe qué hacer porque, de un lado, las obras municipales no son que las que importan estructuralmente a la región, la ciudad o el departamento y, del otro, no hay propuestas en la crítica absurda que se esgrime como contraparte.
De lo que habría que encargarse es de analizar si el sofisma de la civilización ha terminado, continúa o puede ser reemplazado porque a la gente, al parecer, le gusta ser engañada, sofisticada, estafada y así un puente semicolgante que podía sustituirse con mayor eficacia por un paso a desnivel, se convierte en "regalo" del burgomaestre de turno a la estulticia de la mayor parte de los ciudadanos que aplauden el estropicio como si fuera un acierto. De esta clase de obras, mamotretos y figuras de urbanistería, están llenas nuestras ciudades, mientras los problema básicos, de servicios esenciales, de abastecimiento de la canasta familiar, no se atienden convenientemente y se van acumulando como problemas crónicos o que hacen crisis en determinado momento, en perjuicio de la economía familiar que es la que, curiosamente, sufraga los gastos de los "regalos" que, además significan otras fuentes de entrada para los supuestos benefactores, como se ha demostrado con obras que costaron diez, veinte o cien veces más de lo normal, por la habilidad de manejar los ceros de las autoridades en función o en corrupción.
Mientras el ciudadano mismo no cambie de mentalidad seguirá la lacra de los "regalos".
viernes, 7 de septiembre de 2012
EXPROPIACIONES Y REMEDIOS
En Pucarani, una comunidad del departamento de La Paz, se ha decidido expropiar todas las casas abandonadas y no habitadas de su población; porque no cumplen "función social".
Aunque la medida parece más bien demagógica, ilegal y abusiva, no hay duda que traduce algo que muchos bolivianos no sabemos expresar: el urgente retorno al campo, que es la única manera de encontrar repuestas estructurales a la crisis de la civilización y todas sus plagas.
En Bolivia existen pueblos que paulatinamente se van haciendo fantasmas, tierra que se va erosionando y geografía que se va desertizando, mientras la migración crece cada día, más que como una ilusión como un señuelo de un espejismo que luego se convierte en pesadilla; así se trate de viajar a Europa o la ciudad más próxima.
Por muchos ornamentos que se quieran poner a la migración no es más que desarraigo, al que muy pocos logran sobrevivir manteniendo no únicamente su identidad sino sus nexos y comunicaciones y se da lo mismo en el boliviano en España, que el sacaqueño en Cochabamba; mientras la nueva identidad no aparece y se escurre la ancestral.
Hace ya bastante tiempo que postulamos el retorno al campo y aunque se están dando algunos programas para reactivar el aparato productivo y de autosuficiencia alimenticia, no están siendo acompañados por otros para mantener a las familias en el agro, mejorar su condiciones de vida y hasta iniciar toda una corriente de migración contraria, es decir, de la ciudad al campo, que solucione problemas económicos, sociales y culturales de manera estructural.
Por eso es que las medidas adoptadas por los habitantes de Pucarani, más que un abuso, un exceso, hay que tomarlas como simplemente intuitivas ante una crisis profunda que nadie quiere atender por el sofismo del desarrollo, el progreso o muchas otras muletillas del materialismo. Si la amenaza de la expropiación sirve para el retorno, bienvenida sea; si esconde otros intereses, hay que condenarla y denunciarla.
Aunque la medida parece más bien demagógica, ilegal y abusiva, no hay duda que traduce algo que muchos bolivianos no sabemos expresar: el urgente retorno al campo, que es la única manera de encontrar repuestas estructurales a la crisis de la civilización y todas sus plagas.
En Bolivia existen pueblos que paulatinamente se van haciendo fantasmas, tierra que se va erosionando y geografía que se va desertizando, mientras la migración crece cada día, más que como una ilusión como un señuelo de un espejismo que luego se convierte en pesadilla; así se trate de viajar a Europa o la ciudad más próxima.
Por muchos ornamentos que se quieran poner a la migración no es más que desarraigo, al que muy pocos logran sobrevivir manteniendo no únicamente su identidad sino sus nexos y comunicaciones y se da lo mismo en el boliviano en España, que el sacaqueño en Cochabamba; mientras la nueva identidad no aparece y se escurre la ancestral.
Hace ya bastante tiempo que postulamos el retorno al campo y aunque se están dando algunos programas para reactivar el aparato productivo y de autosuficiencia alimenticia, no están siendo acompañados por otros para mantener a las familias en el agro, mejorar su condiciones de vida y hasta iniciar toda una corriente de migración contraria, es decir, de la ciudad al campo, que solucione problemas económicos, sociales y culturales de manera estructural.
Por eso es que las medidas adoptadas por los habitantes de Pucarani, más que un abuso, un exceso, hay que tomarlas como simplemente intuitivas ante una crisis profunda que nadie quiere atender por el sofismo del desarrollo, el progreso o muchas otras muletillas del materialismo. Si la amenaza de la expropiación sirve para el retorno, bienvenida sea; si esconde otros intereses, hay que condenarla y denunciarla.
jueves, 6 de septiembre de 2012
FALTA DE LÍDERES Y LIDERAZGO
Es tan inocultable la falta de líderes y de liderazgo en el país, que el propio comité cívico de Santa Cruz ha mostrado su preocupación; mientras otros se contentan con mantener su espíritu de esclavo y buscan en el exterior el "aval" de partidos o personas en una actitud que tiende a la prolongación del sistema de dependencia-corrupción-impunidad, impuesto desde 1952.
Es que esta falta y ausencia de ideas o personas no puede ser sino tremendamente negativa para el país porque, a falta de ideas renovadas, todavía algunos nostálgicos insisten en que el materialismo es la opción; cuando mundialmente ha fracasado y estrepitosamente, generando una evaluación para saber si más de nuestros males le debemos a la derecha o la izquierda; que, simplemente y en contubernio, jugaron con nuestras aspiraciones y necesidades, porque el amo era el mismo: el vil metal.
Contrariamente a lo que se sostiene, la mundialización, lo que hay que hacer es ver hacia dentro, hacia nosotros mismos, hacia nuestra historia verdadera, en pos de nuestros sueños, filosofías y utopías; porque está demostrado que no podemos ser independientes si no nos liberamos de la alienación, cualquiera que sea, ideológica, cultural, económica o, incluso, artística.
Hay que volver a hacer eso que muchos de nuestros grandes pensadores dijeran en varias oportunidades: no es cuestión de adoptar sino de adaptar y la mejor muestra está, aunque no se quiera percibir así, en el sincretismo religioso, en el folclore, que son expresiones genuinas de una espiritualidad poco estudiada y comprendida y que pugna porque se les preste mejor atención.
Sólo si somos auténticos podemos alcanzar a ser esos líderes que el pueblo busca desde hace tiempo, sin poses, sin hipocresías, sin sectarismos, sin mediocridades; con ideas, con ideologías, con postulados; es decir, con el corazón a la altura del cerebro porque el desarrollo humano es más espiritual que material.
Es que esta falta y ausencia de ideas o personas no puede ser sino tremendamente negativa para el país porque, a falta de ideas renovadas, todavía algunos nostálgicos insisten en que el materialismo es la opción; cuando mundialmente ha fracasado y estrepitosamente, generando una evaluación para saber si más de nuestros males le debemos a la derecha o la izquierda; que, simplemente y en contubernio, jugaron con nuestras aspiraciones y necesidades, porque el amo era el mismo: el vil metal.
Contrariamente a lo que se sostiene, la mundialización, lo que hay que hacer es ver hacia dentro, hacia nosotros mismos, hacia nuestra historia verdadera, en pos de nuestros sueños, filosofías y utopías; porque está demostrado que no podemos ser independientes si no nos liberamos de la alienación, cualquiera que sea, ideológica, cultural, económica o, incluso, artística.
Hay que volver a hacer eso que muchos de nuestros grandes pensadores dijeran en varias oportunidades: no es cuestión de adoptar sino de adaptar y la mejor muestra está, aunque no se quiera percibir así, en el sincretismo religioso, en el folclore, que son expresiones genuinas de una espiritualidad poco estudiada y comprendida y que pugna porque se les preste mejor atención.
Sólo si somos auténticos podemos alcanzar a ser esos líderes que el pueblo busca desde hace tiempo, sin poses, sin hipocresías, sin sectarismos, sin mediocridades; con ideas, con ideologías, con postulados; es decir, con el corazón a la altura del cerebro porque el desarrollo humano es más espiritual que material.
miércoles, 5 de septiembre de 2012
POLÍTICAS MUNICIPALES
Aunque es irrazonable pedir políticas a los politiqueros; no hay duda que es cada vez más alarmante la ausencia de políticas, especialmente, en los municipios; donde el asfalto se ha convertido en rey de las obras que "entran por lo ojos", como rezaba un eslogan de un burgomaestre que hizo grandes negocios inmobiliarios y hoy está fuera dándose ínfulas de ser "perseguido político".
Desde que la ley llamada de "participación popular" de los gobiernos neoliberales, "democratizó la corrupción", como algunos sostienen, no sólo que los alcaldes se dieron a la tarea, primero, de comprar equipos de sonido y televisión, aunque no contaran con energía eléctrica; luego a la adquisición de movilidades como autos o vagonetas y, muy posteriormente, al asfaltado de calles.
Como se puede comprobar, ninguno, o casi ninguno pues hubieron excepciones, hizo una verdadera prelación de obras para dedicarse, primero a las de infraestructura y servicio y recién ahora, a instancias del gobierno central, se está procediendo a atender la demanda de agua potable, alcantarillado, riego, electrificación y energía.
Incluso en las ciudades capital, mientras predominan las "obras estrella", como puentes viaductos, distribuidores o simples adornos, las deficiencias son preocupantes; así, en Cochabamba, el agua potable no llega más allá del 50 y tantos por ciento de la población en general y el alcantarillado a menos del 40%; mientras la inseguridad ciudadana está haciendo crisis por una variedad de factores.
En resumen: no hay prelación de obras; no hay políticas municipales y, por ende, programas de desarrollo y las burocracias, lo mismo que en las universidades, se contentan con el goce simple y vulgar de sus salarios sin comprometer nada ni responsabilizarse por nada.
Por mucho que los politiqueros se hayan apoderado de las instituciones fundamentales del país, habría que pedirles cuentas para rescatar la esperanza y el futuro. Ya llegará la hora.
Desde que la ley llamada de "participación popular" de los gobiernos neoliberales, "democratizó la corrupción", como algunos sostienen, no sólo que los alcaldes se dieron a la tarea, primero, de comprar equipos de sonido y televisión, aunque no contaran con energía eléctrica; luego a la adquisición de movilidades como autos o vagonetas y, muy posteriormente, al asfaltado de calles.
Como se puede comprobar, ninguno, o casi ninguno pues hubieron excepciones, hizo una verdadera prelación de obras para dedicarse, primero a las de infraestructura y servicio y recién ahora, a instancias del gobierno central, se está procediendo a atender la demanda de agua potable, alcantarillado, riego, electrificación y energía.
Incluso en las ciudades capital, mientras predominan las "obras estrella", como puentes viaductos, distribuidores o simples adornos, las deficiencias son preocupantes; así, en Cochabamba, el agua potable no llega más allá del 50 y tantos por ciento de la población en general y el alcantarillado a menos del 40%; mientras la inseguridad ciudadana está haciendo crisis por una variedad de factores.
En resumen: no hay prelación de obras; no hay políticas municipales y, por ende, programas de desarrollo y las burocracias, lo mismo que en las universidades, se contentan con el goce simple y vulgar de sus salarios sin comprometer nada ni responsabilizarse por nada.
Por mucho que los politiqueros se hayan apoderado de las instituciones fundamentales del país, habría que pedirles cuentas para rescatar la esperanza y el futuro. Ya llegará la hora.
martes, 4 de septiembre de 2012
GIROS, MODOS Y COSTUMBRES
Quienes han leído a Unamuno, seguramente recuerdan su crítica a Alcides Arguedas y "La imaginación en Cochabamba"; pues bien, independientemente de si estamos a favor o no, es cierto que en este valle hay que tener, por lo menos, cierta predisposición para entender algunas formas de hablar Así, por ejemplo, en cierta ocasión un amigo carpintero decía: "¿Te acuerdas del na..?; me había estado nando.. Lo he nado..A mí no me vienen con na..". Lo que, en buen castellano, quiere decir: "¿Te acuerdas de Juan?; me había estado recriminando, lo he mandado de paseo; a mí no me vienen con moralinas". Es también, o lo era,. decir "mi mujer me ha desabandonado"; por mi esposa me ha abandonado. Este mismo amigo acaba de volver de España donde fue en busca de trabajo y regresó porque no le ofrecieron las mejores condiciones para dar rienda suelta a sus habilidades; no sin antes, claro, ir a visitar París; no para conocer su famosa torre; no, sino para ver el lugar donde Napoleón hizo "kururuchi"; o sea, caos y lo que le vino en gana.
Hay pues formas de hablar; pero lo que no sabemos es desde dónde considerar un modismo, un lapsus o una costumbre, al escuchar en la televisión que determinado canal ha enviado un reportero especial a Colquiri, una mina donde hay conflictos por la asignación de vetas, y a decir del "periodista", "desafortunadamente" no hubo enfrentamiento.
¿Es un lapsus? ¿O, siendo tal, nos revela lo que a propósito decía Freud? ¿Es un reclamo por el gasto? ¿O, lo que es más probable, revela la improvisación o mala formación que últimamente muestran quienes trabajan en los medios de comunicación que no sólo están encontrando respuesta en el Presidente sino también en otras personas e instituciones; aunque se nieguen a reconocerlo?
En el caso del amigo es fácil comprender por su origen campesino, su carácter "dicharachero" y hasta su socarronería; pero no siempre las cosas se pueden tomar por el lado bueno y el humor y hay que preocuparse cuando alguien se lamenta por su falta de fortuna. ¿Se quieren ríos de sangre, como ya cierto "indígena" pedía con respecto al TIPNIS? ¿Qué se busca? ¿Y qué se puede encontrar? Vaya el diablo a saberlo.
Hay pues formas de hablar; pero lo que no sabemos es desde dónde considerar un modismo, un lapsus o una costumbre, al escuchar en la televisión que determinado canal ha enviado un reportero especial a Colquiri, una mina donde hay conflictos por la asignación de vetas, y a decir del "periodista", "desafortunadamente" no hubo enfrentamiento.
¿Es un lapsus? ¿O, siendo tal, nos revela lo que a propósito decía Freud? ¿Es un reclamo por el gasto? ¿O, lo que es más probable, revela la improvisación o mala formación que últimamente muestran quienes trabajan en los medios de comunicación que no sólo están encontrando respuesta en el Presidente sino también en otras personas e instituciones; aunque se nieguen a reconocerlo?
En el caso del amigo es fácil comprender por su origen campesino, su carácter "dicharachero" y hasta su socarronería; pero no siempre las cosas se pueden tomar por el lado bueno y el humor y hay que preocuparse cuando alguien se lamenta por su falta de fortuna. ¿Se quieren ríos de sangre, como ya cierto "indígena" pedía con respecto al TIPNIS? ¿Qué se busca? ¿Y qué se puede encontrar? Vaya el diablo a saberlo.
lunes, 3 de septiembre de 2012
¿CONVICCIÓN O HIPOCRESÍA?
Desde que se creó el "día de ...", para distraer a la gente, lo mismo que las ONGs, lo del ambientalismo, la ecología, la defensa de derechos o muchas cosas más; tienen un olor más bien a hipocresía que a convicción.
Y no lo decimos, por ejemplo, por la costumbre de las autoridades ediles de hacer grandes discursos sobre defensa del ambiente y lucha contra la contaminación, por medio de altos decibelios de sonido que emiten los equipos que contratan para hacer oír sus voces o, supuestamente, brindar diversión o entretenimiento o porque muchos desocupados parecen defender, más que la ecología o lo que fuere, el salario que reciben como integrantes de sus ONGs sino porque lo que se ve en las calles tiene signos preocupantes.
Verbigracia; mientras los componentes de la burocracia municipal quieren que todos los perros no sólo lleven nombres sino hasta apellidos y placas, los vecinos mantienen a sus canes como esclavos o elementos de vigilancia sin derecho a protección y comida y, apenas termina la noche, los echan a las calles para que busquen sus sustento. Del mismo modo, aunque se han dispuesto unos feos y malolientes basureros en las calles, la gente prefiere dejar sus bolsas de basura alrededor que destaparlos y hacer lo conveniente. También en la vigilancia del comercio, se hace mucho espectáculo por medio de las cámaras de televisión que dan cuenta de cómo se clausuran locales de venta ilegal de alcohol y se elimina el mismo a través del alcantarillado, mientras los comerciantes de los mercados continúan haciendo de la especulación su modo de vida o del contrabando y la piratería su herramienta de trabajo.
Y todas estas contradicciones se perciben mejor en el día destinado a disminuir la contaminación, es decir, el día del peatón, donde no sólo que aumenta el comercio informal e inseguro sino que se puede ver la superpoblación canina o las pésimas costumbres de los "ecologistas".
No hay que forzar mucho las cosas para pensar que más parece una actitud hipócrita que por convicción; tanto en los de arriba como en los abajo. Y mientras continúe de ese modo, no hay remedio; para la frustración de quienes somos ciclistas del día a día y no de un día al año.
Y no lo decimos, por ejemplo, por la costumbre de las autoridades ediles de hacer grandes discursos sobre defensa del ambiente y lucha contra la contaminación, por medio de altos decibelios de sonido que emiten los equipos que contratan para hacer oír sus voces o, supuestamente, brindar diversión o entretenimiento o porque muchos desocupados parecen defender, más que la ecología o lo que fuere, el salario que reciben como integrantes de sus ONGs sino porque lo que se ve en las calles tiene signos preocupantes.
Verbigracia; mientras los componentes de la burocracia municipal quieren que todos los perros no sólo lleven nombres sino hasta apellidos y placas, los vecinos mantienen a sus canes como esclavos o elementos de vigilancia sin derecho a protección y comida y, apenas termina la noche, los echan a las calles para que busquen sus sustento. Del mismo modo, aunque se han dispuesto unos feos y malolientes basureros en las calles, la gente prefiere dejar sus bolsas de basura alrededor que destaparlos y hacer lo conveniente. También en la vigilancia del comercio, se hace mucho espectáculo por medio de las cámaras de televisión que dan cuenta de cómo se clausuran locales de venta ilegal de alcohol y se elimina el mismo a través del alcantarillado, mientras los comerciantes de los mercados continúan haciendo de la especulación su modo de vida o del contrabando y la piratería su herramienta de trabajo.
Y todas estas contradicciones se perciben mejor en el día destinado a disminuir la contaminación, es decir, el día del peatón, donde no sólo que aumenta el comercio informal e inseguro sino que se puede ver la superpoblación canina o las pésimas costumbres de los "ecologistas".
No hay que forzar mucho las cosas para pensar que más parece una actitud hipócrita que por convicción; tanto en los de arriba como en los abajo. Y mientras continúe de ese modo, no hay remedio; para la frustración de quienes somos ciclistas del día a día y no de un día al año.
domingo, 2 de septiembre de 2012
DEMASIADA FRIVOLIZACIÓN
Si tomamos la frivolidad en sus acepciones de insustancial, veleidoso; podemos comprender cómo el materialismo se ha beneficiado de la frivolización de los medios de comunicación, llevándonos a perder verdaderas joyas de la historia y la evolución de la humanidad.
Por ejemplo, ya no se escucha la llamada "música clásica" o "bel canto" y, ahora, cualquier mamarracho es "clásico" y se difunde con estridencia por la radio o la televisión; pero no sólo eso sino que también se está perdiendo la música autóctona de muchas naciones que, incluso, era más valiosa que la folclórica que se está distorsionando fuertemente por el comercio; a tal punto que, verbigracia, en Bolivia hemos escuchado un "bailecito" que sólo contenía dos partes cuando la particularidad de ese aire es, precisamente, dividirse en tres, supuestamente el atentado se produjo por recomendación del productor.
Tampoco hay relevos en cantantes de la talla de "Ima Sumac", una suerte de cantante lírica peruana con música autóctona o folclórica, los mismo que Pepa Cardona que, junto Tito Yupanki, nos regalaron música de verdad hace varios años atrás. Y no es que seamos chauvinistas o cosa por el estilo sino que vemos con preocupación que la música jesuítica del Oriente boliviano está corriendo la misma suerte; aunque esté en un proceso de "boom" que la está sacando de su contexto.
En conclusión, ya no hay más que excepciones de arte que lleguen, efectivamente, al espíritu y todo se mide por el éxito comercial que no es más que frivolización o, tal vez, una caída todavía no bien percibida del arte en general en la pornografía que es lo opuesto a lo que el hombre busca como modo de superación y evolución. Con razón hace tanto tiempo que se vienen tocando los tambores de la decadencia de la cultura occidental que se niega tozudamente a ser reemplazada por otras expresiones más cercanas a la propia calidad humana.
Por ejemplo, ya no se escucha la llamada "música clásica" o "bel canto" y, ahora, cualquier mamarracho es "clásico" y se difunde con estridencia por la radio o la televisión; pero no sólo eso sino que también se está perdiendo la música autóctona de muchas naciones que, incluso, era más valiosa que la folclórica que se está distorsionando fuertemente por el comercio; a tal punto que, verbigracia, en Bolivia hemos escuchado un "bailecito" que sólo contenía dos partes cuando la particularidad de ese aire es, precisamente, dividirse en tres, supuestamente el atentado se produjo por recomendación del productor.
Tampoco hay relevos en cantantes de la talla de "Ima Sumac", una suerte de cantante lírica peruana con música autóctona o folclórica, los mismo que Pepa Cardona que, junto Tito Yupanki, nos regalaron música de verdad hace varios años atrás. Y no es que seamos chauvinistas o cosa por el estilo sino que vemos con preocupación que la música jesuítica del Oriente boliviano está corriendo la misma suerte; aunque esté en un proceso de "boom" que la está sacando de su contexto.
En conclusión, ya no hay más que excepciones de arte que lleguen, efectivamente, al espíritu y todo se mide por el éxito comercial que no es más que frivolización o, tal vez, una caída todavía no bien percibida del arte en general en la pornografía que es lo opuesto a lo que el hombre busca como modo de superación y evolución. Con razón hace tanto tiempo que se vienen tocando los tambores de la decadencia de la cultura occidental que se niega tozudamente a ser reemplazada por otras expresiones más cercanas a la propia calidad humana.
sábado, 1 de septiembre de 2012
LOS "PURISTAS"
A raíz del problema del Gobierno con tres medios de comunicación, por la evidente distorsión de sus declaraciones, han salido a la palestra ciertos "puristas", que se parecen mucho a los denominados "analistas políticos" que, en el mundo entero, son una fauna.
Esta incursión, en lugar de servir de orientación, ha servido sino para la risa franca y la carcajada, por lo menos, para sonreír; por la interminable serie de estulticias que se dicen queriendo tapar la realidad; cuando lo mejor habría sido, en un arranque de dignidad y autocrítica, presentar las debidas satisfacciones y rectificaciones y asunto terminado.
Pero no, con la misma tozudez de algunos jesuitas, están provocando que la gente tenga mejores factores de percepción en lo que se refiere a la manipulación y desinformación, poniendo en serio riesgo el prestigio del periodismo que, dicho sea de paso, anda con la capa caída últimamente merced a una serie de improvisaciones y muestras de pésima formación que hacen todavía más visible esa distorsión de la realidad que conviene a los propietarios de los medios y que no siempre están en manos de periodistas o personas comprometidas con la verdad, la información y la orientación.
Pero como todo es mejor tomarlo por el lado amable, la opción es reír de las disquisiciones y especulaciones de los puristas que, incluso, niegan la palabra flojera como existente, pese a que el propio diccionario la menciona como la forma familiar de expresar flojedad; pero, en fin, es chistoso escucharlos o leerlos y creer que la gente, a su vez, les crea.
Como siempre, o como se nos ha acostumbrado por los "analistas políticos", lo hacen adoptando poses que van desde mesarse las barbas, aunque sean inexistentes, hasta presentarse con libros bajo el brazo, como si los hubieran sacado a pasear después de largas temporadas apolillándose en los armarios, para abrirse a una bocanada de aire.
Que buena ocasión para dar rienda suelta a la carcajada, a la sonrisa lastimera o la socarronería de que tanto se caracteriza el latinoamericano.
Esta incursión, en lugar de servir de orientación, ha servido sino para la risa franca y la carcajada, por lo menos, para sonreír; por la interminable serie de estulticias que se dicen queriendo tapar la realidad; cuando lo mejor habría sido, en un arranque de dignidad y autocrítica, presentar las debidas satisfacciones y rectificaciones y asunto terminado.
Pero no, con la misma tozudez de algunos jesuitas, están provocando que la gente tenga mejores factores de percepción en lo que se refiere a la manipulación y desinformación, poniendo en serio riesgo el prestigio del periodismo que, dicho sea de paso, anda con la capa caída últimamente merced a una serie de improvisaciones y muestras de pésima formación que hacen todavía más visible esa distorsión de la realidad que conviene a los propietarios de los medios y que no siempre están en manos de periodistas o personas comprometidas con la verdad, la información y la orientación.
Pero como todo es mejor tomarlo por el lado amable, la opción es reír de las disquisiciones y especulaciones de los puristas que, incluso, niegan la palabra flojera como existente, pese a que el propio diccionario la menciona como la forma familiar de expresar flojedad; pero, en fin, es chistoso escucharlos o leerlos y creer que la gente, a su vez, les crea.
Como siempre, o como se nos ha acostumbrado por los "analistas políticos", lo hacen adoptando poses que van desde mesarse las barbas, aunque sean inexistentes, hasta presentarse con libros bajo el brazo, como si los hubieran sacado a pasear después de largas temporadas apolillándose en los armarios, para abrirse a una bocanada de aire.
Que buena ocasión para dar rienda suelta a la carcajada, a la sonrisa lastimera o la socarronería de que tanto se caracteriza el latinoamericano.
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