Antes que se me pase, disculpas por el error gramatical cometido ayer y que seguramente lo percibieron.
Es increíble lo que viene sucediendo con la educación en el mundo entero; mientras los gobernantes se apresuran a asegurar que es su principal misión y objetivo estratégico del Estado, la forma cómo se encara el problema dice mucho de lo contrario.
En Bolivia los dirigentes del sector protestaron y denunciaron que el examen de ascenso de categoría había sido difícil y, por tanto, muchos se aplazaron y no les gusta nada la situación; en el Perú, se niegan a someterse a un examen de evaluación; en Chile, ya todos saben qué es lo que está pasando; en México, mientras su principal dirigente se hace millonaria, también sus dirigidos se niegan a una evaluación de conocimientos; en España y otros países europeos la crisis económica afectará principalmente al sector de la educación, donde pocos pueden mostrar eficiencia.
Hay pues algo que no está bien. O es la educación la forma estructural de enfrentar el desarrollo y la evolución de los pueblos o, simplemente, es una excusa para distraer a todos de fines más perversos aunque la alfabetización por sí misma es insuficiente para ponderar algo; ¿pero cuáles esos fines perversos? ¿Seguir manteniendo el gobierno de las sombras ahí donde está? ¿Sostener el carácter especulativo de la economía? ¿Seguir manteniendo a las masas en la marginalidad?
Hay algunas cosas que no pasan tan desapercibidas como quisieran algunos y lo que sucede con la educación en el mundo merece una explicación; que no únicamente deben brindarla los gobernantes sino también los dirigentes de ese sector que hace rato que ha caído en la mediocridad y el simple usufructo de la función pública para beneficio personal; sea a través del salario, sea por medio de las cuotas sindicales que se cobran a moros y cristianos por los mercaderes de la politiquería.
Ojalá alguien se anime a decir la verdad o, por lo menos, a poner la cuestión en la mesa del debate serio y responsable.
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