sábado, 17 de septiembre de 2011

"CONTUNDENTE"

En Bolivia, ciertas palabras adquieren la calidad de "abra cadabra" en los labios de personas que se atribuyen no sólo la soberanía del pueblo sino el sumun de la inteligencia. Así es que determinado paro, huelga o manifestación es contundente, por mucho que no haya sido siquiera del 10 por ciento del supuesto conjunto involucrado; pero lo mismo cuando se afirma: "hasta las últimas consecuencias" en supuesta determinación de alguna medida de presión que no pasa más que por debajo de la mesa. También se usa con el mismo propósito impostor aquello del "consenso" para esconder al aconchabamiento vil o lo de "exigimos" para amenazar mientras la realidad nos muestra interesantes paradojas.
Una de ellas, se ha dado en los últimos días cuando los "indígenas"" del TIPNIS se han mostrado más discriminadores que blanco rapado, primero, al decir que sólo dialogarían con el presidente y no con sus ministros, después, al afirmar que hablarían de "indígena a indígena" con el Canciller y, finalmente, no quieren más que escucharse ellos mismos. Esta muestra de discriminación no es más que el resultado de la sofisticación que se ha ejecutado mediante algunas ONGs que, haciendo el trabajo sucio de la derecha, introdujeron más factores de división en la sociedad que la simple diferencia sexual, social o lo que fuera.
Como vivimos la era de las palabras; pero no como logos sino como demagogia, parece hasta lógico que se trate de dar fuerza a las acciones, simplemente con la boca que, en lugar de reivindicar algo, no hace otra cosa que manifestar una serie de complejos, diferencias y hasta absurdos que contribuyen a que cada vez nos encontremos más divididos, menos dispuestos al diálogo, indiferentes a la igualdad, irresponsables con el bien común, sin memoria alguna de la república, con olvido total de la ideología y desprecio de la filosofía que debiera ser una de nuestras mayores y mejores preocupaciones.
Contundente, hasta las ultimas consecuencias, exigimos, reclamamos nuestros derechos. Bah, todo no es más que basura y falta de argumentos.

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