¿Cómo desenmarañar lo que está sucediendo en Bolivia? Seguramente hay varias hipótesis y, atenidos a algunos datos, vamos a ensayar una. Si atendemos algunas señales, hay que concluir que existe una sorda lucha entre dos sectores del entorno evista: los trotskistas y los comunistas, aunque bien podríamos entrecomillarlos a ambos porque son opciones superadas por la historia y sólo el sueño de nostálgicos que, ante la caída del capitalismo, sueñan que serán los usufructuarios del nuevo sistema.
La lucha por ser quien mande más en ese entorno anotado es desde hace tiempo, los demás que aparecen en escena no son más que coro, "troupe", que adorna parte del argumento que se maneja por detrás de toda obra, basta ver cómo se disputan "ideológicamente" y se presentan ya como detractores o colaboradores del gobierno o ya como resentidos o defensores del cambio que, a estas alturas, es franco cambalache, para quien conoce la letra del famoso tango.
Y así como, en el fondo también, esas fracciones no hacen otra cosa que disputar recursos económicos, más allá de las cuotas sindicales que cobran a todos y quieren más, lo que vemos es aparecer oportunamente a unos y otros con posiciones supuestamente ideológicas pero que no muestran más que "avaricia imperialista".
Si alguien necesita más pruebas para esta hipótesis no tiene más que averiguar los antecedentes y alienaciones o alineaciones políticas de los que aparecen como oficialistas u opositores y no sólo sabrá de quienes se trata sino también de cómo la "derecha" es simple comparsa, lo mismo que algunos medios de comunicación que se han vuelto acérrimamente tendenciosos o las ONGs.
Lo malo es que puede ocurrirnos lo que está a punto de darse en España: Que caigamos de la sartén al fuego. Bueno sería repasar la historia real para ver cómo ciertas disputas "ideológicas" han servido para mantener la condición colonial en varios países latinoamericanos, por encima del discurso de unos y otros.
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