jueves, 5 de diciembre de 2013

PLANTAR NABOS

Decía Daniel Salamanca, ex presidente de Bolivia, que en las espaldas de los cochabambinos se podían sembrar nabos, haciendo alusión a la indiferencia con la que casi siempre tomaban los habitantes de este valle los problemas nacionales.
Hoy la prensa nos anuncia que la NASA va a sembrar nabos en la luna lo que nos trae a cuento lo dicho por Salamanca y las sospechas en torno a la llegada al satélite natural de la tierra y que se ha visto en serios cuestionamiento; pero no solo eso, ¿no será que hace tiempo se vienen sembrando nabos en las espaldas de la población mundial? ¿No es una de sus manifestaciones el cientificismo por ciencia? ¿El manejo de la economía mundial no es una cosecha de nabos?
En la propia Cochabamba tenemos varias sospechas. ¿Misicuni se terminará alguna vez? ¿No será simplemente un elefante blanco ante la pérdida de acuíferos que alimenten sus presas? ¿Cuántos de los llamados empresarios de estas tierras apenas si tienen negocios de poca monta e insignificantes para la industria regional? ¿Hasta cuándo la economía en general tiene que esperar para que se la trate y considere realmente, en todos sus riesgos, distorsiones y apariencias? ¿Por qué los autodenominados empresarios, en el ámbito nacional, manejan su actitud como chantaje o apoyo a determinado régimen? ¿Tienen conciencia nacional? ¿Las universidades no son sembradoras de nabos más que de ciencia o tecnología?
En fin, hay una abundante cosecha que se puede hacer con referencia a la siembra de nabos, no en la tierra o la luna, sino en las espaldas de los hombres del planeta. Eso es lo que nos sugiere el recetarismo fondomonetarista y de su aliado el Banco Mundial, la forma acaparadora en que se maneja la tecnología pues mientras unos manejan ya la nanotecnología apenas si otros pueden alcanzar pequeños éxitos son satélites o mejoras en la comunicación pero sin acceso total al conocimiento reciente. Hasta la propia propaganda que tanto infesta los medios no es más que una siembra sistemática y continuada de nabos en las espaldas pues su recurre casi siempre a la cosificación de la mujer y su exhibición vestida o desnuda tenga o no tenga nada que ver con llantas, aceites para motor o cirugías de moda.
Si los de la NASA conocen lo dicho por Salamanca y sus motivos, deben estar de regocijo y riéndose a mandíbula batiente de todos nosotros.

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