Esto de no tener nada que hacer y dedicarse a especulaciones cientificistas es de nunca acabar. Ahora resulta que a unos ociosos se les ha ocurrido la idea de hacer supuestos cálculos matemáticos y llegar a la conclusión, dizque, de que Bolivia podría aumentar un 41% de su PIB si aumenta también su diversidad racial.
La ingeniería genética ha sido la preocupación de varios hombres en el mundo y, desde los mayas, pasando por otros ensayos, llegamos, incluso, a lo que se dice, no se dice o se miente sobre el gobierno de Hitler. Pero el resultado casi siempre ha sido el mismo: fracaso. A los mayas les faltó el "soplo", a otros más ciencia y, a los más, mitos y leyendas.
No hay pues nada nuevo cuando se dice que la ingeniería podría mejorar esto o lo otro; aunque se desconoce el objeto mismo de la investigación; es el caso de Bolivia donde sí hay una gran diversidad cultural pero donde ya no podemos hablar de lo mismo atendiendo a la raza, porque desde antes de la llegada de la "envidia hipánica", nuestros pueblos sufrieron diversos mestizajes por las conquistas de los emperadores incas y otros gobernantes anteriores y, si agregamos, la conquista supuestamente ibérica, tenemos un frenético mestizaje, por decirlo de alguna manera, que hace imposible cualquier selección racial para investigaciones genéticas y especulaciones de producción.
Entonces, hay que tomar estas "investigaciones" como simples anécdotas del cientificismo; esa corriente que tantas mentiras ha impuesto en el mundo a través de la historia o la "cultura". Como diría Abaroa: "que vayan a investigar a su abuela".
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