viernes, 22 de febrero de 2013

EL PROBLEMA MAYOR

Con esa facilidad e hipocresía con que en el mundo unos se desgarran las vestiduras por esto o lo otro, se está discutiendo en Bolivia si la intención de reelegirse, por parte de Evo Morales, es constitucional o no, si se puede o no. Aunque la historia nos muestra que muchos de nuestros gobiernos fueron inconstitucionales y arbitrarios y las leyes se las puede interpretar a antojo o burlar a gusto; nadie quiere reparar que el problema es otro.
Efectivamente, no es cuestión de si puede o no sino que, en el panorama politiquero actual, no existe pretendiente que pueda presentar alguna opción y, por el contrario, esa misma posibilidad abre la puerta a que cualquier sinvergüenza o aventurero se pueda franquear la entrada en Palacio Quemado, con todas las consecuencias lamentables que se puedan prever.
Lo que la majadería opositora no quiere ver es precisamente eso: su ineptitud, su incapacidad, su inviabilidad electoral porque se ha empeñado en buscar entre los inútiles que pululan en sus ambientes y no quiere abrir los ojos y el horizonte a buscar alguien que realmente tenga opciones no sólo para la silla presidencial sino hasta para los curules.
En realidad, poco importa la legalidad si tenemos que priorizar el bien común. Y es aquí donde surge la evidencia que el problema mayor no está en las leyes sino en la ausencia de opciones o alternativas.

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