Se ha denunciado que en los ambientes de la oficina de investigaciones forenses, existe todo un laboratorio sin uso ni beneficio y en calidad de simple depósito.
Los bolivianos deben recordar que hace décadas se concretó un crédito con el gobierno español y como resultado del mismo llegaron hasta los colegios del país instrumentos de laboratorio de ciencias naturales, química y física que, en realidad, nunca se usaron porque los profesores del área no sabían distinguir un tubo de ensayo de un matraz.
Es casi una constante esta forma de "ayuda" que significa la erogación de miles o millones de dólares para que después se pierda en los almacenes, en el hurto sistemático o, finalmente, el deterioro porque el objetivo de mejorar esto o aquello no se cumple pues las personas encargadas o no quieren aprender o nunca aprendieron nada y tampoco nadie les exige que actualicen sus conocimientos; es más, los profesores, verbigracia, hasta tienen su sindicato que se opone a que así se haga.
No es pues raro que ese laboratorio de investigación forense, donde debieran concurrir fiscales y policías, más los últimos que los primeros, esté en proceso de deterioro o abandono y todos contentos; tal vez, recurriendo a algunos catedráticos de la universidad, si es que los hay, se podría solucionar el problema del manejo porque también en esos ambientes es más el cientificismo que la ciencia o la tecnología.
En todo caso, ojala se encuentre el modo de darle uso y beneficio.
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