Con cuanta facilidad se pueden levantar falsos ídolos y cuan rápido pueden caer. Hasta hace muy poco, Chile era ejemplo de todo: de educación, de economía, de estabilidad, de democracia y de todo cuanto quisieron los sofistas; pero hoy enfrenta uno de sus más duros problemas estructurales: la educación.
Lo mismo, hasta ayer, EEUU era el bastión, supuestamente, de lo que todos sueñan; hoy no sabe qué rumbo tomará ante su crisis más severa y, al parecer, irreversible. Ya las encuestas dan por sentado que más de la mitad de los norteamericanos no votaría ni por su presidente ni por sus congresistas actuales; lo que es mucho decir si creemos en las encuestas, las mismas que en nuestras tierras siempre han estado manipuladas por empresas que no responden al sentimiento ciudadano o de la democracia sino a los de quién les paga.
Europa, también hasta hace poco, podía considerarse como un faro, un oasis donde todavía se podía disfrutar de estabilidad y de derechos constitucionales; hoy la cuestión ya no es tan cierta no únicamente por su crisis económica sino también porque su actitud de respaldo a las políticas bélicas de USA, le está provocando reacciones que, infelizmente, se traducen en actos de terrorismo.
Ni África ni Asia tampoco ya son iguales que antes porque si en algunos se ve un despegue industrial que amenaza las hegemonías, en otros se ve otro tipo de amenaza y se empieza a invadirlos por cuestiones diversas aunque los objetivos son otros y bien determinados, como en el caso de Libia.
Están cayendo los ídolos de la sofistería materialista; pero ¿quién aporta los nuevos paradigmas? Esta es la cuestión que aún nadie se atreve a responder. Porque el hombre no puede vivir sin la fe. Y no nos referimos al dogmatismo religioso o de cualquier otro tipo sino a la trascendencia del ser, a la inmortalidad; a eso que muchos han perseguido a través de sus obras pictóricas, poéticas, épicas, monumentales, musicales o cualquiera de las expresiones del arte que hoy también está venido a menos; tan mal que cualquier cosa su autotitula como tal.
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