viernes, 5 de agosto de 2011

AY, LA IGNORANCIA

Por tratar de izar uno de los símbolos patrios, un concejal fue agredido en Santa Cruz por unos pocos ignorantes que denunciaban el caso como un abuso y una serie de absurdos que no tienen otro origen que la ignorancia.
Porque puede que no estemos de acuerdo con la "wiphala" que muy pocos saben exactamente qué significa pero lo que llama la atención es la ignorancia y el prejuicio que desata unas conductas que ponen en riesgo la unidad y la permanencia de la patria. Porque si se conociera realmente la historia y, mejor, la protohistoria, no habría esa estulticia de querer parecerse al español invasor y, por el contrario, se daría paso a un mayor orgullo por lo nativo, lo autóctono, lo ancestral, más allá de los 500 o más años de la llegada de la plebe en carabelas.
La tolerancia es una de las virtudes del ser humano y sólo cuando se la usa, avanza todo; desde la propia evolución al crecimiento social.
En cambio, la ignorancia es la raíz de todos los males y no se refiere únicamente al desconocimiento del alfabeto, que apenas es una parte insignificante, sino a la falta de sabiduría, de sentido común, de proyección social y, por lo tanto, de desarrollo individual. Es esta ignorancia la que nos hace acudir a prejuicios, a sofismas, a actitudes negativas que más que dar la cara por esto o lo otro no hacen sino reflejar la propia incultura.
Es una pena que todavía haya personas que se dejen llevar por supuestos abolengos que, la historia lo demuestra, no valen nada mientras no tengan una extensión social de solidaridad, de crecimiento cultural, de proyección hacia el prójimo.
Acudir al abolengo es como acudir a la superstición en lugar de la fe, es buscar el prejuicio en vez de la razón, es reducir la mira en lugar de proyectarla. La actitud de esas pocas personas en un acto, en verdad, insignificante no hace sino mostrar el grado de ignorancia que, muchas veces, se ha apoderado de nuestras supuestas élites que, como se ve, son más bien lo contrario.
Hay que vencer la ignorancia y la intolerancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario