Algunos empresarios bolivianos le han solicitado al Gobierno, reglas claras para la inversión. Pero este es un problema viejo. ¿Qué significa eso de reglas claras? Para las transnacionales suelo arrasado, como se suele decir desde la década de los sesenta del siglo anterior; para algunos nativos la exención de impuestos y obligaciones laborales, para los entreguistas piedra libre para los extranjeros.
Lo que los latinoamericanos debiéramos entender por reglas claras es que cualquier industria que se instale en nuestros suelos, no sólo que pague los impuestos, tasas y otras obligaciones minuciosamente sino que se construyan las fábricas necesarias para la elaboracion de artículos con valor agregado; pero esto es precisamente lo que nunca ocurre cuando las "reglas claras" se traducen, por ejemplo, en el Código Davemport o la Ley de Inversiones que fueron los instrumentos del saqueo nacional y que estuvieron vigentes durante muchísimos años en Bolivia hasta que, para peor, se vino la "capitalización" porque a un enano se le ocurrió decir: Bolivia se nos muere.
Son estas la reglas claras que exigen algunos de esos empresarios y lo que habría que hacer es imitar la actitud del gobierno ecuatoriano que, ante la amenaza, ha renunciado a ciertas "preferencias" concedidas por los especuladores del mercado del dinero y que, más bien, son formas de colonialismo y dependencia, que es lo que algunos malos bolivianos también quieren y se desgarran las vestiduras cuando se trata de elaborar reglas efectivamente claras, en beneficio del Estado boliviano y no de otro invasor o metiche.
Por lo demás, para que existan reglas claras, no debiera haber organismos internacionales de "arbitraje" manejados por los poderosos, que es lo que ocurre actualmente.
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