Después de haber estado unos días en Cobija y la frontera con el Brasil, fuerza es hacer algunas comparaciones, aunque resulten dolorosas o precisamente por eso.
Lo que más se nota entre uno y otro lado, es la disciplina ciudadana que se percibe, para dar algún ejemplo, en el uso del casco por los motociclistas brasileños y todo lo contrario hacia este lado; también en el control de la contaminación acústica que se hace hasta estridente en nuestras ciudades mientras que el vecino si alguna tiene es mínima porque los comerciantes no sacan sus equipos de sonido para volver sordos a todos y espantar, más que atraer, clientes, lo mismo que discotecas o lugares de expendio de alcohol.
También en la limpieza se observan diferencias bien perceptibles y es una lástima que estos ejemplos sirvan para implicar otros que hacen daño en nuestro país: el espíritu contreras, la falta de disciplina ciudadana, de costumbres de aseo y hasta de amabilidad en la relación más general.
Si bien la ciudad pandina tiene algunos precios elevados, por diferentes circunstancias, no es seguramente la más cara de Bolivia y, en el caso de Cochabamba, bastaría señalar las tarifas del transporte, pese a que allá la adquisición de carburantes es más dificultosa.
Podríamos hacer otras comparaciones para sacar algunas enseñanzas y experiencias; pero nuestra realidad de paros, bloqueos, desacato, abuso y anarquía, nos haría llorar a moco tendido y, más todavía, si analizamos y comparamos la realidad de la tan mentada "llajta" y otras que van adquiriendo disciplina o no siguen los pésimos ejemplos que dan algunas autoridades y politiqueros que les haría bien ir a observar que, en otras partes, las leyes se cumplen; sean las jurídicas o las de las buenas costumbres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario