Para Boudin, los habitantes del Incario eran: "una cáfila de hombres felices", para C. W. Cerram, la civilización andina es, probablemente, una de las más ricas y avanzadas del mundo, superior a la maya o la egipcia; pero no se la puede conocer en su integridad porque todavía nadie ha asumido el reto de investigar sus orígenes y crecimiento.
Si hoy se celebra un nuevo año en lo que fuera el Tawantinsuyu, hay que reconocer que poco sabemos sobre él y hay demasiados "originarios", "amautas" y otras yerbas que hablan lo que quieren en distorsiones imperdonables; peor todavía si se autotitulan como descolonizadores.
Porque hay una serie casi interminable de actos y actores que muy pocos conocen y que, es probable, no sea aún el tiempo de conocer; la experiencia vivida, por ejemplo, por Antonio Portugal respecto a la "chinkana" tiene un halo de misterio que no se puede descartar cuando se han vivido experiencias casi, casi, similares.
Si el lago Titikaka es el símbolo de una civilización que todavía no conocemos, no se puede descartar que la misma se haya extendido, y hay indicios de ello, a lo largo y ancho del planeta y no únicamente en la región amazónica como se suele especular.
Aunque es difícil saber por que, exactamente, de todos modos: Feliz Año Nuevo a todos quienes saben algo del pasado y a los que aspiramos a saber más.
Ya vendrán los días de luz que nos hablen de los orígenes mismos del hombre y el cosmos.
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