Uno de los peores azotes de la conquista española es, sin duda, el colonialismo intelectual; porque, desde entonces, nos empezamos a dividir entre unos y otros, izquierdistas, derechistas, reaccionarios, revolucionarios, pensantes o no pensantes; pero siempre la misma división y polarización.
A la distinta forma de la concepción andina del hombre y del universo, le sustituyó la ignorancia que pretendía, por ejemplo, la tierra plana o como centro del cosmos.
Mucho se habla, en estos días, de descolonización; pero, paradójicamente, desde la mira del colono intelectual, pero colono al fin; porque desde Marx, Bakunin o Smith, lo que se quiere imponer es cierta forma de pensar y de hacer, lo que resulta, desde ya, una restricción del pensamiento, de la autenticidad, de la libertad.
Por eso es que nos duele cuando escuchamos el vice hablar de revolución o de libertad a los jóvenes, sean comunistas o no, porque es la negación perfecta de lo mismo que postula. Y no sólo eso, sino un anacronismo exasperante porque está fuera de la realidad pues el marxismo ya ha muerto, la anarquía no es posible y la única manera de enfrentar la crisis del planeta es encontrando una manera diferente de ver las cosas y la realidad; no con fórmulas gastadas y raídas.
Peor todavía, cuando vemos o escuchamos algún "descolonizador" que nos presenta programas liberales o no hace otra cosa que citar autores fulanos o zutanos, sin mostrar una pisca de su propio pensamiento, como un anterior ministro de Educación que amenaza con ser candidato y que se presenta como prolífico escritor y si uno asume la fatiga de ver sus obras, se encuentra con un enmarañado tremendo de citas de zutano o mengano.
Si queremos descolonizar algo, no podemos hacerlo desde el propio colonialismo explotador; sea de izquierda o de derecha.
Reflexiones y noticias desde un ángulo absolutamente personal y que no compromete a nadie sino a mí mismo. Puede ser ampliado con fotografías sobre la actualidad; no siempre esas "importantes" sino de la vida cotidiana.
domingo, 30 de junio de 2013
sábado, 29 de junio de 2013
CRISIS ESTRUCTURAL
Mientras la crisis en el mundo se presenta como completamente estructural, profunda y reclama soluciones del mismo tipo; resulta que nosotros estamos distraidos con el día del orgullo de fulano, la opción del sexo o cualquier otra minucia de minorías y perversiones que si bien hay que respetar y comprender, no pueden distraer la atención de los problemas mayores.
Los franceses lo han expresado claramente al decir que no quieren matrimonios de homosexuales sino trabajo y soluciones; lo mismo dicen los brasileños que piden: no más estadios sino escuelas y hospitales o los ecuatorianos que ya no quieren "preferencias" arancelarias sino más independencia y libertad. La crisis es pues sumamente grave como para estarla distrayendo en asuntos menores que, en realidad, no tienen relevancia y que se promueven por medio de la prensa controlada por las transnacionales, precisamente, para que no nos enteremos que cada segundo mueren varios niños de hambre, que hay miles de ellos haciendo trabajos de explotación, que el hambre se extiende, que la prostitución y la delincuencia aumentan, que las fuentes de empleo se reducen porque al mercado no le interesado ser regulado ni controlado; mientras el lavado de dinero, el narcotráfico y el armamentismo siguen siendo los negocios más florecientes.
Soluciones estructurales, serias, profundas, es lo que reclama la humanidad de parte de quienes se han hecho del poder del materialismo y lo usan en contra del planeta, del universo, de la vida misma. Y, hasta ahora, nadie, absolutamente nadie, ha propuesto alguna respuesta a las reivindicaciones de naciones y continentes enteros; lo único que se hace es seguir distrayendo incluso con el destape de pequeños actos de corrupción, cuando los más grandes, el tráfico de la humanidad, la destrucción del planeta siguen impunes y amenazan con seguir cabalgando.
Los franceses lo han expresado claramente al decir que no quieren matrimonios de homosexuales sino trabajo y soluciones; lo mismo dicen los brasileños que piden: no más estadios sino escuelas y hospitales o los ecuatorianos que ya no quieren "preferencias" arancelarias sino más independencia y libertad. La crisis es pues sumamente grave como para estarla distrayendo en asuntos menores que, en realidad, no tienen relevancia y que se promueven por medio de la prensa controlada por las transnacionales, precisamente, para que no nos enteremos que cada segundo mueren varios niños de hambre, que hay miles de ellos haciendo trabajos de explotación, que el hambre se extiende, que la prostitución y la delincuencia aumentan, que las fuentes de empleo se reducen porque al mercado no le interesado ser regulado ni controlado; mientras el lavado de dinero, el narcotráfico y el armamentismo siguen siendo los negocios más florecientes.
Soluciones estructurales, serias, profundas, es lo que reclama la humanidad de parte de quienes se han hecho del poder del materialismo y lo usan en contra del planeta, del universo, de la vida misma. Y, hasta ahora, nadie, absolutamente nadie, ha propuesto alguna respuesta a las reivindicaciones de naciones y continentes enteros; lo único que se hace es seguir distrayendo incluso con el destape de pequeños actos de corrupción, cuando los más grandes, el tráfico de la humanidad, la destrucción del planeta siguen impunes y amenazan con seguir cabalgando.
viernes, 28 de junio de 2013
"REGLAS CLARAS"
Algunos empresarios bolivianos le han solicitado al Gobierno, reglas claras para la inversión. Pero este es un problema viejo. ¿Qué significa eso de reglas claras? Para las transnacionales suelo arrasado, como se suele decir desde la década de los sesenta del siglo anterior; para algunos nativos la exención de impuestos y obligaciones laborales, para los entreguistas piedra libre para los extranjeros.
Lo que los latinoamericanos debiéramos entender por reglas claras es que cualquier industria que se instale en nuestros suelos, no sólo que pague los impuestos, tasas y otras obligaciones minuciosamente sino que se construyan las fábricas necesarias para la elaboracion de artículos con valor agregado; pero esto es precisamente lo que nunca ocurre cuando las "reglas claras" se traducen, por ejemplo, en el Código Davemport o la Ley de Inversiones que fueron los instrumentos del saqueo nacional y que estuvieron vigentes durante muchísimos años en Bolivia hasta que, para peor, se vino la "capitalización" porque a un enano se le ocurrió decir: Bolivia se nos muere.
Son estas la reglas claras que exigen algunos de esos empresarios y lo que habría que hacer es imitar la actitud del gobierno ecuatoriano que, ante la amenaza, ha renunciado a ciertas "preferencias" concedidas por los especuladores del mercado del dinero y que, más bien, son formas de colonialismo y dependencia, que es lo que algunos malos bolivianos también quieren y se desgarran las vestiduras cuando se trata de elaborar reglas efectivamente claras, en beneficio del Estado boliviano y no de otro invasor o metiche.
Por lo demás, para que existan reglas claras, no debiera haber organismos internacionales de "arbitraje" manejados por los poderosos, que es lo que ocurre actualmente.
Lo que los latinoamericanos debiéramos entender por reglas claras es que cualquier industria que se instale en nuestros suelos, no sólo que pague los impuestos, tasas y otras obligaciones minuciosamente sino que se construyan las fábricas necesarias para la elaboracion de artículos con valor agregado; pero esto es precisamente lo que nunca ocurre cuando las "reglas claras" se traducen, por ejemplo, en el Código Davemport o la Ley de Inversiones que fueron los instrumentos del saqueo nacional y que estuvieron vigentes durante muchísimos años en Bolivia hasta que, para peor, se vino la "capitalización" porque a un enano se le ocurrió decir: Bolivia se nos muere.
Son estas la reglas claras que exigen algunos de esos empresarios y lo que habría que hacer es imitar la actitud del gobierno ecuatoriano que, ante la amenaza, ha renunciado a ciertas "preferencias" concedidas por los especuladores del mercado del dinero y que, más bien, son formas de colonialismo y dependencia, que es lo que algunos malos bolivianos también quieren y se desgarran las vestiduras cuando se trata de elaborar reglas efectivamente claras, en beneficio del Estado boliviano y no de otro invasor o metiche.
Por lo demás, para que existan reglas claras, no debiera haber organismos internacionales de "arbitraje" manejados por los poderosos, que es lo que ocurre actualmente.
jueves, 27 de junio de 2013
INDEPENDENCIA DE PODERES
Mucho se habla, en favor o en contra, de la independencia de poderes; ¿pero se puede alcanzar? ¿Qué beneficios tendría?
En primer lugar, hay que aclarar que dentro del Estado, nada puede ser independiente, ni siquiera el individuo porque la vida en sociedad nos obliga a una serie de deberes y derechos que se debieran priorizar así: primero los deberes. Por ende, de lo que se puede hablar es la coordinación de los poderes del Estado, preservando que ninguno de ellos sea subalternizado a otro; pero, en realidad, suceden cosas que no tienen explicación lógica: 1) El que el vice presidente sea, además, presidente de la Asamblea, que importa ya una intromisión de un poder sobre otro, es decir, del Ejecutivo en el Legislativo. 2) La existencia de un Ministerio de Justicia que, lejos de procurarla, lo que hace es opinar, cuando menos, respecto a las labores de los administradores de las leyes. 3) La falta de idoneidad y moral en muchos de los que fungen como magistrados y, por lo tanto, dan rienda suelta a la corrupción que no siempre viene de otros poderes sino también de personas o empresas del ámbito no oficial.
Hay pues factores "constitucionales" que hacen a la intromisión y la inviabilidad de la independencia de poderes que, como decimos, debiera ser más bien una coordinación en procura del bien común, de la justicia y el imperio de la ley.
Pero de lo que carece nuestra política, que más bien es politiquería, es precisamente de falta de idoneidad y de moral, por lo que no debiera sorprender a nadie que haya corrupción en todos los entornos del poder, sean públicos o privados.
Y mientras no haya independencia, o coordinación, y moral, por ende, ética, es difícil hacer nada; peor todavía cuando las piedras nos las ponemos nosotros en los zapatos.
En primer lugar, hay que aclarar que dentro del Estado, nada puede ser independiente, ni siquiera el individuo porque la vida en sociedad nos obliga a una serie de deberes y derechos que se debieran priorizar así: primero los deberes. Por ende, de lo que se puede hablar es la coordinación de los poderes del Estado, preservando que ninguno de ellos sea subalternizado a otro; pero, en realidad, suceden cosas que no tienen explicación lógica: 1) El que el vice presidente sea, además, presidente de la Asamblea, que importa ya una intromisión de un poder sobre otro, es decir, del Ejecutivo en el Legislativo. 2) La existencia de un Ministerio de Justicia que, lejos de procurarla, lo que hace es opinar, cuando menos, respecto a las labores de los administradores de las leyes. 3) La falta de idoneidad y moral en muchos de los que fungen como magistrados y, por lo tanto, dan rienda suelta a la corrupción que no siempre viene de otros poderes sino también de personas o empresas del ámbito no oficial.
Hay pues factores "constitucionales" que hacen a la intromisión y la inviabilidad de la independencia de poderes que, como decimos, debiera ser más bien una coordinación en procura del bien común, de la justicia y el imperio de la ley.
Pero de lo que carece nuestra política, que más bien es politiquería, es precisamente de falta de idoneidad y de moral, por lo que no debiera sorprender a nadie que haya corrupción en todos los entornos del poder, sean públicos o privados.
Y mientras no haya independencia, o coordinación, y moral, por ende, ética, es difícil hacer nada; peor todavía cuando las piedras nos las ponemos nosotros en los zapatos.
miércoles, 26 de junio de 2013
LA CRISIS Y LA GUERRA
Por mucho que se diga, las relaciones de los países del "tercer mundo" con los autodenominados "desarrollados", siguen siendo coloniales y se ajustan a las conveniencias de los centros de poder. Y la América Latina es rica en ejemplos no únicamente de procesos de crecimiento frustrados sino de vaivenes que nos han hecho perder tiempo y energías.
La crisis del mundo contemporáneo es pues mucho más complicada que la simple faceta del mercado del dinero porque, a despecho de muchos, no hay ni igualdad, ni fraternidad, ni libertad como se postulara en l789 y se repitió en muchas latitudes. Lo que está sucediendo en el Brasil es un ejemplo porque descubre que, mientras se fomenta el negocio del fútbol como espectáculo y lavadero de dinero, no se solucionan problemas fundamentales como los de la educación o la salud. Los cariocas, paulistas y demás brasileños coinciden con los indignados franceses que decían: "No queremos matrimonios homosexuales, queremos trabajo" y es que parte de las políticas liberales, bien asumidas por la izquierda, distraen la atención de problemas esenciales hacia otros menores que nada tienen que ver con el desarrollo de la humanidad.
Por lo que no hay que extrañarse que ya se estén preparando las "soluciones", a través de la guerra, como en anteriores oportunidades y que ya no tendrá las características de la primera o la segunda, sino que abarcará fenómenos hasta ahora no conocidos y mantenidos en secreto por el poder del vil metal, así como implicaciones que van más allá del enfrentamiento armado, como la firma de un "acuerdo" entre la OTAN y Colombia, que no es más que una puñalada trapera a la paz y al mundo.
La crisis del mundo contemporáneo es pues mucho más complicada que la simple faceta del mercado del dinero porque, a despecho de muchos, no hay ni igualdad, ni fraternidad, ni libertad como se postulara en l789 y se repitió en muchas latitudes. Lo que está sucediendo en el Brasil es un ejemplo porque descubre que, mientras se fomenta el negocio del fútbol como espectáculo y lavadero de dinero, no se solucionan problemas fundamentales como los de la educación o la salud. Los cariocas, paulistas y demás brasileños coinciden con los indignados franceses que decían: "No queremos matrimonios homosexuales, queremos trabajo" y es que parte de las políticas liberales, bien asumidas por la izquierda, distraen la atención de problemas esenciales hacia otros menores que nada tienen que ver con el desarrollo de la humanidad.
Por lo que no hay que extrañarse que ya se estén preparando las "soluciones", a través de la guerra, como en anteriores oportunidades y que ya no tendrá las características de la primera o la segunda, sino que abarcará fenómenos hasta ahora no conocidos y mantenidos en secreto por el poder del vil metal, así como implicaciones que van más allá del enfrentamiento armado, como la firma de un "acuerdo" entre la OTAN y Colombia, que no es más que una puñalada trapera a la paz y al mundo.
martes, 25 de junio de 2013
¿MÁS O MENOS?
Como casi siempre ocurre apenas faltan algunos días para que nos veamos envueltos en una controversia inútil y estúpida. Se trata del anuncio de los resultados del censo y el consiguiente problema o supuesto problema de tener que asignar escaños en el parlamento.
Porque ya hay politiqueros y hasta "cívicos" anunciando que quieren más o que no soportarán menos; sin darse por enterados que no se pueden hacer modificaciones sustanciales a la actual situación porque la CPE lo impide, ya que el número es inmodificable, mientras no haya una reforma, y porque una verdadera democracia debiera servir más a los que tienen menos que al revés.
De otro lado, ¿quien y cómo se puede justificar el aumento o disminución de escaños? Porque, a estas alturas del partido, las cosas siguen con la misma ineficiencia e impostura que la "clase política" dejó como herencia y como infiltración en los movimientos sociales, sindicatos o "indígena-originario-campesinos" porque tanto en el Asamblea como en los consejos o concejos, sigue vigente el levantamanos, por muy vacío de cráneo que se precie por "disciplina" o "centralismo democrático", lo mismo entre el oficialismo que la oposición.
Y, como no muestran resultados, lo único en que puede gravitar el mayor número de diputados, consejeros o concejales es en el erario, nada más que en la percepción sinvergüenza de sueldos, viáticos y demás yerbas. Pero la democracia seguirá con los mismos males que pretendieron ser superados con el cambio de actores; pero que se limitó a eso: cambio, sin transformación.
Lo que habría que hacer es cualificar la representación y no por letras más o menos sino por reglas morales y conocimientos políticos.
Porque ya hay politiqueros y hasta "cívicos" anunciando que quieren más o que no soportarán menos; sin darse por enterados que no se pueden hacer modificaciones sustanciales a la actual situación porque la CPE lo impide, ya que el número es inmodificable, mientras no haya una reforma, y porque una verdadera democracia debiera servir más a los que tienen menos que al revés.
De otro lado, ¿quien y cómo se puede justificar el aumento o disminución de escaños? Porque, a estas alturas del partido, las cosas siguen con la misma ineficiencia e impostura que la "clase política" dejó como herencia y como infiltración en los movimientos sociales, sindicatos o "indígena-originario-campesinos" porque tanto en el Asamblea como en los consejos o concejos, sigue vigente el levantamanos, por muy vacío de cráneo que se precie por "disciplina" o "centralismo democrático", lo mismo entre el oficialismo que la oposición.
Y, como no muestran resultados, lo único en que puede gravitar el mayor número de diputados, consejeros o concejales es en el erario, nada más que en la percepción sinvergüenza de sueldos, viáticos y demás yerbas. Pero la democracia seguirá con los mismos males que pretendieron ser superados con el cambio de actores; pero que se limitó a eso: cambio, sin transformación.
Lo que habría que hacer es cualificar la representación y no por letras más o menos sino por reglas morales y conocimientos políticos.
lunes, 24 de junio de 2013
LA CRISIS DEL BRASIL
Hace apenas unos pocos días, a principios de mes, el Brasil parecía una taza de leche; pero, de repente, explotó el descontento no únicamente por el alza abusiva de los pasajes del transporte público sino por una diversidad de problemas no atendidos oportunamente.
Y es que las ciudades del mundo en general, no se han construido sabiamente y, en las más de ellas, ha predominado la hipertrofia, el desarrollismo, el progresismo; las necesidades de la economía de mercado por incorporar más clientes; no de satisfacer las necesidades de la sociedad o el hombre.
Y esta crisis claro que puede repetirse en cualquier otra del planeta como ya se ve en Europa, porque la civilización misma está en falta. No porque haya seguido los lineamientos de Corbusier, que proponía la creación de ciudades para atender las necesidades de la sociedad, sino precisamente por lo contrario porque se confundió urbanismo con urbanistería, servicio a la sociedad con el privilegio de la especulación inmobiliaria y, lógicamente, tuvo que ser abandonado el modelo a fines de los 90 del siglo anterior para ser reemplazado por las ciudades sostenibles que se caracterizarían por su entorno ecológico y defensa del medio ambiente y que no se está dando en ninguna parte de Bolivia porque no hay políticos que sirvan el bien común y continúa la tara de servirse del erario nacional para enriquecerse o hacer negocios. Y es precisamente sobre la ineficiencia de los partidos que el Brasil también se levanta, lo mismo que en Portugal, España, Turquía o Francia.
Si no se corrigen las miras, las perspectivas, los objetivos, tanto de los gobernantes como de los gobernados, que suelen contentarse con "obras que entran por los ojos" y enriquecen a unos cuantos, en cualquier momento también en otras naciones de América Latina podremos ver manifestaciones como las que hoy vemos, pese al distraccionismo del fútbol comercial.
Y es que las ciudades del mundo en general, no se han construido sabiamente y, en las más de ellas, ha predominado la hipertrofia, el desarrollismo, el progresismo; las necesidades de la economía de mercado por incorporar más clientes; no de satisfacer las necesidades de la sociedad o el hombre.
Y esta crisis claro que puede repetirse en cualquier otra del planeta como ya se ve en Europa, porque la civilización misma está en falta. No porque haya seguido los lineamientos de Corbusier, que proponía la creación de ciudades para atender las necesidades de la sociedad, sino precisamente por lo contrario porque se confundió urbanismo con urbanistería, servicio a la sociedad con el privilegio de la especulación inmobiliaria y, lógicamente, tuvo que ser abandonado el modelo a fines de los 90 del siglo anterior para ser reemplazado por las ciudades sostenibles que se caracterizarían por su entorno ecológico y defensa del medio ambiente y que no se está dando en ninguna parte de Bolivia porque no hay políticos que sirvan el bien común y continúa la tara de servirse del erario nacional para enriquecerse o hacer negocios. Y es precisamente sobre la ineficiencia de los partidos que el Brasil también se levanta, lo mismo que en Portugal, España, Turquía o Francia.
Si no se corrigen las miras, las perspectivas, los objetivos, tanto de los gobernantes como de los gobernados, que suelen contentarse con "obras que entran por los ojos" y enriquecen a unos cuantos, en cualquier momento también en otras naciones de América Latina podremos ver manifestaciones como las que hoy vemos, pese al distraccionismo del fútbol comercial.
domingo, 23 de junio de 2013
SABOTEADORES Y SERVILES
En realidad, lo de librepensantes y no pensantes, puede reducirse a quienes se alinean como saboteadores o serviles. Los primeros aparecen así ya sea porque dicen abiertamente su crítica o porque sirven otros intereses; los otros porque no piensan ni piensan pensar y sólo sirven; así sea a la estulticia.
Entre los que se califica como saboreadores pueden estar los que, incluso, estando equivocados, dicen lo que piensan o lo que creen; mientras que los serviles sólo sirven a la corrupción, por muy morales que aparezcan.
Desde que el mundo se ha convertido en civilización se ha dado este fenómeno. Mientras los que piensan quieren salir de la ciudad; los que no, se contentan con ser consumidores, esclavos del mercado y, por lo tanto, acéfalos.
Si analizamos nuestra propia historia y la de América Latina en general nos encontraremos con que le debemos nuestra independencia más a los provincianos que a los citadinos; en tanto que nuestros males fueron acunados más por los segundos que los primeros; bastaría anteponer a los "olañeta" con los Lanza o los Chinchilla para probar este aserto pero es innecesario.
La actual controversia, por decir algo, entre los que pueden pensar y los que lo tienen prohibido, en realidad, viene de la mentalidad trotskista cuya ideología se asienta en el poco o ningún uso del cerebro y que se sustituye con eslogans, clicés o estereotipos como aquello de "fascista" a cualquiera que se oponga a ese servilismo "idiológico".
Lo curioso es que mientras se perora sobre la tiranía partidista, el servilismo incondicional o el socialismo; no logramos abandonar la economía de mercado o los vaivenes del neoliberalismo porque no existen gobiernos comunales y sus burocracias se han dedicado al ocio cerebral y de funciones.
Entre los que se califica como saboreadores pueden estar los que, incluso, estando equivocados, dicen lo que piensan o lo que creen; mientras que los serviles sólo sirven a la corrupción, por muy morales que aparezcan.
Desde que el mundo se ha convertido en civilización se ha dado este fenómeno. Mientras los que piensan quieren salir de la ciudad; los que no, se contentan con ser consumidores, esclavos del mercado y, por lo tanto, acéfalos.
Si analizamos nuestra propia historia y la de América Latina en general nos encontraremos con que le debemos nuestra independencia más a los provincianos que a los citadinos; en tanto que nuestros males fueron acunados más por los segundos que los primeros; bastaría anteponer a los "olañeta" con los Lanza o los Chinchilla para probar este aserto pero es innecesario.
La actual controversia, por decir algo, entre los que pueden pensar y los que lo tienen prohibido, en realidad, viene de la mentalidad trotskista cuya ideología se asienta en el poco o ningún uso del cerebro y que se sustituye con eslogans, clicés o estereotipos como aquello de "fascista" a cualquiera que se oponga a ese servilismo "idiológico".
Lo curioso es que mientras se perora sobre la tiranía partidista, el servilismo incondicional o el socialismo; no logramos abandonar la economía de mercado o los vaivenes del neoliberalismo porque no existen gobiernos comunales y sus burocracias se han dedicado al ocio cerebral y de funciones.
sábado, 22 de junio de 2013
TRADICIONES Y COSTUMBRES
Muchas veces se dice que los pueblos se expresan a través de sus tradiciones y costumbres, que son la historia viva. Pero ocurre, también, que algunas de esas expresiones se abandonan por una variedad de circunstancias.
Es lo que ha sucedido con "San Juan", una fiesta antigua muy parecida al carnaval, donde se rendía culto al fuego y el agua; pues, aparte de encender fogatas, se jugaba con agua, pese a las bajas temperaturas del ambiente; todo, como una celebración de las actividades agrícolas y los períodos astronómicos.
La contaminación, producto esencial de las ciudades, ha hecho desaparecer esta costumbres ya que la tradición se convirtió en una competencia por ver quién contaminaba más, si el que quemaba llantas o aceite sucio; porque el combustible acostumbrado de estas fiestas, la leña, no sólo que escaseaba sino que era difícil de obtener porque ya los campos iban siendo abandonados a kilómetros de las ciudades.
Con la fogata ha desaparecido un acontecimiento familiar, social, que procuraba fortalecer la comunicación y la sociedad en sí misma; porque siendo el citadino un solitario o desconocido dentro de la multitud, ya no necesita de estos actos y, peor todavía, había que agudizar su desarraigo.
Siendo parte del calendario agrícola, la noche de San Juan y San Juan mismo, no podían sobrevivir en las ciudades y así ha sucedido y es una lástima porque no solo que nos aleja de nuestros orígenes y tradiciones sino de nuestra identidad.
Lo curioso es que se ha sustituido con usos que nada tienen que ver con tradiciones o costumbres, como el consumo de salchichas o embutidos que sólo el mercadeo comercial ha impuesto y que es una sustitución hasta ignominiosa.
Es lo que ha sucedido con "San Juan", una fiesta antigua muy parecida al carnaval, donde se rendía culto al fuego y el agua; pues, aparte de encender fogatas, se jugaba con agua, pese a las bajas temperaturas del ambiente; todo, como una celebración de las actividades agrícolas y los períodos astronómicos.
La contaminación, producto esencial de las ciudades, ha hecho desaparecer esta costumbres ya que la tradición se convirtió en una competencia por ver quién contaminaba más, si el que quemaba llantas o aceite sucio; porque el combustible acostumbrado de estas fiestas, la leña, no sólo que escaseaba sino que era difícil de obtener porque ya los campos iban siendo abandonados a kilómetros de las ciudades.
Con la fogata ha desaparecido un acontecimiento familiar, social, que procuraba fortalecer la comunicación y la sociedad en sí misma; porque siendo el citadino un solitario o desconocido dentro de la multitud, ya no necesita de estos actos y, peor todavía, había que agudizar su desarraigo.
Siendo parte del calendario agrícola, la noche de San Juan y San Juan mismo, no podían sobrevivir en las ciudades y así ha sucedido y es una lástima porque no solo que nos aleja de nuestros orígenes y tradiciones sino de nuestra identidad.
Lo curioso es que se ha sustituido con usos que nada tienen que ver con tradiciones o costumbres, como el consumo de salchichas o embutidos que sólo el mercadeo comercial ha impuesto y que es una sustitución hasta ignominiosa.
viernes, 21 de junio de 2013
AÑO NUEVO
Para Boudin, los habitantes del Incario eran: "una cáfila de hombres felices", para C. W. Cerram, la civilización andina es, probablemente, una de las más ricas y avanzadas del mundo, superior a la maya o la egipcia; pero no se la puede conocer en su integridad porque todavía nadie ha asumido el reto de investigar sus orígenes y crecimiento.
Si hoy se celebra un nuevo año en lo que fuera el Tawantinsuyu, hay que reconocer que poco sabemos sobre él y hay demasiados "originarios", "amautas" y otras yerbas que hablan lo que quieren en distorsiones imperdonables; peor todavía si se autotitulan como descolonizadores.
Porque hay una serie casi interminable de actos y actores que muy pocos conocen y que, es probable, no sea aún el tiempo de conocer; la experiencia vivida, por ejemplo, por Antonio Portugal respecto a la "chinkana" tiene un halo de misterio que no se puede descartar cuando se han vivido experiencias casi, casi, similares.
Si el lago Titikaka es el símbolo de una civilización que todavía no conocemos, no se puede descartar que la misma se haya extendido, y hay indicios de ello, a lo largo y ancho del planeta y no únicamente en la región amazónica como se suele especular.
Aunque es difícil saber por que, exactamente, de todos modos: Feliz Año Nuevo a todos quienes saben algo del pasado y a los que aspiramos a saber más.
Ya vendrán los días de luz que nos hablen de los orígenes mismos del hombre y el cosmos.
Si hoy se celebra un nuevo año en lo que fuera el Tawantinsuyu, hay que reconocer que poco sabemos sobre él y hay demasiados "originarios", "amautas" y otras yerbas que hablan lo que quieren en distorsiones imperdonables; peor todavía si se autotitulan como descolonizadores.
Porque hay una serie casi interminable de actos y actores que muy pocos conocen y que, es probable, no sea aún el tiempo de conocer; la experiencia vivida, por ejemplo, por Antonio Portugal respecto a la "chinkana" tiene un halo de misterio que no se puede descartar cuando se han vivido experiencias casi, casi, similares.
Si el lago Titikaka es el símbolo de una civilización que todavía no conocemos, no se puede descartar que la misma se haya extendido, y hay indicios de ello, a lo largo y ancho del planeta y no únicamente en la región amazónica como se suele especular.
Aunque es difícil saber por que, exactamente, de todos modos: Feliz Año Nuevo a todos quienes saben algo del pasado y a los que aspiramos a saber más.
Ya vendrán los días de luz que nos hablen de los orígenes mismos del hombre y el cosmos.
jueves, 20 de junio de 2013
EL ARTÍCULO 21
Hasta ahora nadie ha acudido al Art. 21 de la CPE, que garantiza la libertad de pensamiento y de expresión, para tratar de frenar esa "arremetida", como les gusta decir a los trotskistas, sobre la conculcación de ese mandato constitucional y sobre el que no pueden estar en contra ni disposiciones partidistas, ni resoluciones politiqueras porque no por nada es la Ley Fundamental del Estado. Quienes afirman que fulano o zutano no puede decir esto o lo otro, incurren pues en flagrante violación de principios constitucionales y, ya no es curioso, que el propio Defensor del Pueblo tenga la boca cerrada.
Lo llamativo es que esta tendencia a no pensar, al "centralismo democrático" y, en general, al estalinismo gubernamental venga del propio presidente de la Asamblea Nacional que debiera ser el defensor más acérrimo de las libertades y derechos ciudadanos. Si es prudente que no haya distorsiones en las estrategias del Estado, como la política exterior, donde embajadores y otros funcionarios no pueden expresar libre y públicamente sus propias interpretaciones; eso no quiere decir que no se pueda opinar sobre determinados temas porque la democracia, fundamentalmente, es libertad de pensamiento y de expresión.
El sectarismo partidista, la obsecuencia y el servilismo están violando la Constitución Política del Estado en su principal derecho: el de pensar y esto no puede ser ni pasar sin las correspondientes sanciones; aunque en nuestro medio donde nada funciona, es difícil esperar que alguien procese a alguien, especialmente, si está eventualmente en el poder: pero por lo menos, hay que advertirlo para el porvenir.
Lo llamativo es que esta tendencia a no pensar, al "centralismo democrático" y, en general, al estalinismo gubernamental venga del propio presidente de la Asamblea Nacional que debiera ser el defensor más acérrimo de las libertades y derechos ciudadanos. Si es prudente que no haya distorsiones en las estrategias del Estado, como la política exterior, donde embajadores y otros funcionarios no pueden expresar libre y públicamente sus propias interpretaciones; eso no quiere decir que no se pueda opinar sobre determinados temas porque la democracia, fundamentalmente, es libertad de pensamiento y de expresión.
El sectarismo partidista, la obsecuencia y el servilismo están violando la Constitución Política del Estado en su principal derecho: el de pensar y esto no puede ser ni pasar sin las correspondientes sanciones; aunque en nuestro medio donde nada funciona, es difícil esperar que alguien procese a alguien, especialmente, si está eventualmente en el poder: pero por lo menos, hay que advertirlo para el porvenir.
miércoles, 19 de junio de 2013
NOS VEMOS A LA SALIDA
Con características de escándalo, algunos medios, han informado sobre el reto de una diputada a uno de sus colegas para verse en la calle y romperle la jeta; lo que no es más que una anécdota más en la politiquería criolla.
En el pasado, cuando todavía se podía hablar de ejercicio de la política, los retos no eran para verse en la calle y medirse a puñetazos sino en la arena del honor para batirse a duelo; hay varios ejemplos que se han recogido aunque también se han dado interesantísimos duelos ideológicos entre legisladores que dieron, verbigracia, como fruto la Creación de la Pedagogía Nacional, de Franz Tamayo con su oponente Guzmán, o la contundente respuesta del primero a Fernando Diez de Medina a raíz de ciertas divergencias. Existen también testimonios valiosos en los manifiestos de Unzaga de la Vega, en contra de la alianza movicomunista que gobernó el "doble sexenio" y donde la persecución, la muerte, el exilio, eran pan de cada día. Lo que hace que quejarse del "acoso" sea apenas un muestra de humor forzado.
Este reto de verse en la calle sería más saludable si se traslada al campo ideológico y programático ahora que algunos oficialistas hacen defensa del sistema estalinista de gobierno y piden servilismo, en lugar de convicción, o acatamiento en lugar de disciplina; mientras unos se esfuerzan en presentarse como pensantes y otros no tanto; aunque la actividad neuronal, de todos modos, se esté extinguiendo.
Y es eso lo que hay que rescatar de la política para que no siga siendo politiquería soez y no continúe en manos de quienes piensan con las tripas, las hormonas o las patas.
En el pasado, cuando todavía se podía hablar de ejercicio de la política, los retos no eran para verse en la calle y medirse a puñetazos sino en la arena del honor para batirse a duelo; hay varios ejemplos que se han recogido aunque también se han dado interesantísimos duelos ideológicos entre legisladores que dieron, verbigracia, como fruto la Creación de la Pedagogía Nacional, de Franz Tamayo con su oponente Guzmán, o la contundente respuesta del primero a Fernando Diez de Medina a raíz de ciertas divergencias. Existen también testimonios valiosos en los manifiestos de Unzaga de la Vega, en contra de la alianza movicomunista que gobernó el "doble sexenio" y donde la persecución, la muerte, el exilio, eran pan de cada día. Lo que hace que quejarse del "acoso" sea apenas un muestra de humor forzado.
Este reto de verse en la calle sería más saludable si se traslada al campo ideológico y programático ahora que algunos oficialistas hacen defensa del sistema estalinista de gobierno y piden servilismo, en lugar de convicción, o acatamiento en lugar de disciplina; mientras unos se esfuerzan en presentarse como pensantes y otros no tanto; aunque la actividad neuronal, de todos modos, se esté extinguiendo.
Y es eso lo que hay que rescatar de la política para que no siga siendo politiquería soez y no continúe en manos de quienes piensan con las tripas, las hormonas o las patas.
martes, 18 de junio de 2013
CALIDAD Y CANTIDAD
Hay que volver al sofisma de la cantidad sobre la calidad porque se sigue esgrimiendo para excusar las faltas. Lo mismo en la policía, que la administración de justicia o la administración pública siempre se arguye que faltan recursos humanos para tal o cual cosa. Pero eso no es cierto y basta ver lo que ocurre en la ciudad para saber cómo es la cosa.
Efectivamente, si usted se detiene en una esquina cualquiera y observa la "actividad" del policía del lugar, percibirá que, aparte de hacer sonar su silbato de cuando en cuando, no cumple ninguna otra función que esté de acuerdo al cumplimiento de las normas de tránsito u otras que tiene el deber de hacer cumplir; como muchas veces se ha dicho, son simples floreros o ornamentos inútiles; lo mismo sucede con los policías municipales y los comerciantes de las calles, la contaminación acústica y el abuso en calles y avenidas o algunos médicos que toman su cafecito mañanero o comen su salteña, mientras hay decenas de pacientes esperándolos en las entidades públicas de salud.
Tampoco los jueces o fiscales pueden alegar falta de mayor número de empleados pues hay que verlos en algunos locales comiendo su platito de la mañana o de la tarde o dándose una vuelta por otros sitios como si no tuvieran qué hacer.
Y podríamos traer a colación otros ejemplos de eficiencia para contrastar con esta realidad; pero baste la de los policías ingleses que, siendo pocos y sin armas, mantienen sus ciudades como las más seguras del mundo y sin decir esta boca es mía.
Por lo tanto, la cuestión de la cantidad y la calidad se maneja más como un sofisma que una verdad, porque es contraria a la eficiencia.
Efectivamente, si usted se detiene en una esquina cualquiera y observa la "actividad" del policía del lugar, percibirá que, aparte de hacer sonar su silbato de cuando en cuando, no cumple ninguna otra función que esté de acuerdo al cumplimiento de las normas de tránsito u otras que tiene el deber de hacer cumplir; como muchas veces se ha dicho, son simples floreros o ornamentos inútiles; lo mismo sucede con los policías municipales y los comerciantes de las calles, la contaminación acústica y el abuso en calles y avenidas o algunos médicos que toman su cafecito mañanero o comen su salteña, mientras hay decenas de pacientes esperándolos en las entidades públicas de salud.
Tampoco los jueces o fiscales pueden alegar falta de mayor número de empleados pues hay que verlos en algunos locales comiendo su platito de la mañana o de la tarde o dándose una vuelta por otros sitios como si no tuvieran qué hacer.
Y podríamos traer a colación otros ejemplos de eficiencia para contrastar con esta realidad; pero baste la de los policías ingleses que, siendo pocos y sin armas, mantienen sus ciudades como las más seguras del mundo y sin decir esta boca es mía.
Por lo tanto, la cuestión de la cantidad y la calidad se maneja más como un sofisma que una verdad, porque es contraria a la eficiencia.
lunes, 17 de junio de 2013
ATRABILIARISMO
Cuando no se tiene verdadera convicción democrática, se cae frecuentemente en la arbitrariedad, el atrabiliarismo. Es lo que sucede con algunos bolivianos residentes en EEUU que piden que el Dakar no pase por Bolivia porque no hay democracia: Si lo que sostienen es cierto, entonces, también ellos están en falta pues se arrogan la soberanía popular para pedir por una minoría que ni vive siquiera en el país.
Pero no es la primera ni la única muestra de la falta de educación en democracia; lo malo es que está ocurriendo frecuentemente tanto entre quienes mandan y entre los que estamos obligados a obedecer. Un ejemplo patente de los primeros está en la actitud del alcalde del Cercado cochabambino que no sólo que discrimina al resto y a sí mismo y dispone exenciones en disposiciones generales, como la prohibición de parqueo en el centro de la ciudad o hace de la vista gorda en evidentes muestras de corrupción de sus funcionarios y, entre los segundos, la reticencia a cumplir con esas mismas normas generales cuando se trata de ingresar al centro, botar a basura o cumplir el reglamento de tránsito.
Pero eso no quiere decir, de ninguna manera, que hay que conformarse con el atrabiliarismo sino que, por el contrario, hay que percibirlo claramente para que la democracia funcione como debe y no se manipule por intereses de las minorías o de entrometidos que es lo que habitualmente se da también a título de lo que fuere; pues tampoco podemos negar a algunos pocos bolivianos más les encantaría ser cerdo satisfecho que hombre de lucha.
Por lo demás, ¿Qué es el Dakar, se dé o no se dé? No debiera servir para la confrontación; pero como vivimos un ambiente donde no queremos dar el ejemplo, hacemos uso del atrabiliarismo con una majadería que está cerca, muy cerca, de esos que se hacen llamar de oposición y que nunca hacen uso de sus neuronas.
Pero no es la primera ni la única muestra de la falta de educación en democracia; lo malo es que está ocurriendo frecuentemente tanto entre quienes mandan y entre los que estamos obligados a obedecer. Un ejemplo patente de los primeros está en la actitud del alcalde del Cercado cochabambino que no sólo que discrimina al resto y a sí mismo y dispone exenciones en disposiciones generales, como la prohibición de parqueo en el centro de la ciudad o hace de la vista gorda en evidentes muestras de corrupción de sus funcionarios y, entre los segundos, la reticencia a cumplir con esas mismas normas generales cuando se trata de ingresar al centro, botar a basura o cumplir el reglamento de tránsito.
Pero eso no quiere decir, de ninguna manera, que hay que conformarse con el atrabiliarismo sino que, por el contrario, hay que percibirlo claramente para que la democracia funcione como debe y no se manipule por intereses de las minorías o de entrometidos que es lo que habitualmente se da también a título de lo que fuere; pues tampoco podemos negar a algunos pocos bolivianos más les encantaría ser cerdo satisfecho que hombre de lucha.
Por lo demás, ¿Qué es el Dakar, se dé o no se dé? No debiera servir para la confrontación; pero como vivimos un ambiente donde no queremos dar el ejemplo, hacemos uso del atrabiliarismo con una majadería que está cerca, muy cerca, de esos que se hacen llamar de oposición y que nunca hacen uso de sus neuronas.
domingo, 16 de junio de 2013
ANÁLISIS Y ANALISTAS
Una de las secuelas con que ha venido la democracia de mercado es la de los "analistas" que no sólo han brotado como hongos sino que, al parecer, no consideran ningún requisito para serlo o aparentarlo.
De ahí que tenemos más "analistas" que verdaderos personajes dedicados a tratar de interpretar una realidad que, más que todo, se hace de politiquería si no de dependencia o alienación. Porque nuestras naciones, por mucho que se diga, todavía no han salido completamente de la dependencia colonial. Si bien la más característica, la económica, se ha vencido en parte por las independencias y ya no hay vasallaje a rey alguno; no es menos cierto que la manipulación de nuestros gobernantes continúa con sus propias consecuencias económicas y de explotación. Hay muchos estudiosos del tema que coinciden en que no hemos abandonado el colonialismo del todo y si bien ya no es el rey que se queda con nuestras riquezas, existen poderes detrás de bambalinas que nos hacen pendular entre tiranías y democracias, izquierdas y derechas o períodos constitucionales o ilegales. La historia de las pasadas décadas es patética al respecto porque el poder no se encontraba en las respectivas sedes gubernamentales sino en los cuarteles, el Departamento de Estado o la Embajada.
Y son estas cosas que las más de las veces ignoran por conveniencia o por ineptitud nuestros analistas y, por consiguiente, es mejor consultar las hojas de coca, la borra del café o los naipes para saber qué puede suceder en Bolivia con la politiquería y ni aun así, tal vez, nos acerquemos a la realidad.
De ahí que tenemos más "analistas" que verdaderos personajes dedicados a tratar de interpretar una realidad que, más que todo, se hace de politiquería si no de dependencia o alienación. Porque nuestras naciones, por mucho que se diga, todavía no han salido completamente de la dependencia colonial. Si bien la más característica, la económica, se ha vencido en parte por las independencias y ya no hay vasallaje a rey alguno; no es menos cierto que la manipulación de nuestros gobernantes continúa con sus propias consecuencias económicas y de explotación. Hay muchos estudiosos del tema que coinciden en que no hemos abandonado el colonialismo del todo y si bien ya no es el rey que se queda con nuestras riquezas, existen poderes detrás de bambalinas que nos hacen pendular entre tiranías y democracias, izquierdas y derechas o períodos constitucionales o ilegales. La historia de las pasadas décadas es patética al respecto porque el poder no se encontraba en las respectivas sedes gubernamentales sino en los cuarteles, el Departamento de Estado o la Embajada.
Y son estas cosas que las más de las veces ignoran por conveniencia o por ineptitud nuestros analistas y, por consiguiente, es mejor consultar las hojas de coca, la borra del café o los naipes para saber qué puede suceder en Bolivia con la politiquería y ni aun así, tal vez, nos acerquemos a la realidad.
sábado, 15 de junio de 2013
ESTALINISMO DE IMITACIÓN
Los trotskistas, a diferencia del propio Trotski, nunca han tenido una idea, se han contentado con repetir lo que sus "ideólogos" les decían y les dicen; por eso es que su temor a la libertad de pensamiento llega al pánico.
Infelizmente, se está intentando introducir esta suerte de catástrofe anunciada en Bolivia, a caballo del "centralismo democrático" y del desprestigio de quienes muestran públicamente sus ideas y su disenso con algunas determinaciones. Y no puede ser más funesto este intento, que parte de las elucubraciones del vice, porque sería repetir el fracaso de la URSS que se hundió por ese estalinismo y la imposición de la tiranía del partido, de la dinámica de la KGB y del fomento a la delación. No es pues nada recomendable el intento de repetir los fracasos de otros.
Lo que aparece como disidencia entre los que piensan y entre los que no pueden hacerlo; sin embargo, nos muestra que unos y otros no piensan, fuerza es la reiteración para el énfasis, porque de sus propias declaraciones surge la luz. Lo mismo en la demagogia de una de las representantes del oficialismo en Cochabamba, como de algunos de los que aparecen como divisionistas; porque decir que yo soy el Estado o la idea o el pensamiento, no es más que la máscara del que nada tiene en el cerebro. Una de las falencias, digamos, crónica de la América Latina es precisamente esta falta de autenticidad en el pensamiento pues nos hemos dedicado a repetir lo que dijo fulano o zutano; pero no hemos podido elaborar nuestra propia teoría, nuestra ideología, nuestra identidad, que asoma entre algunos seguidores de los antiguos amautas, de los verdaderos no de los impostores que abundan, pero que no se está escuchando y, por el contrario, se está distorsionando porque no había tiranos en el Incario y por algo decía Boudin que eran una cáfila de hombres felices sus pobladores.
Infelizmente, se está intentando introducir esta suerte de catástrofe anunciada en Bolivia, a caballo del "centralismo democrático" y del desprestigio de quienes muestran públicamente sus ideas y su disenso con algunas determinaciones. Y no puede ser más funesto este intento, que parte de las elucubraciones del vice, porque sería repetir el fracaso de la URSS que se hundió por ese estalinismo y la imposición de la tiranía del partido, de la dinámica de la KGB y del fomento a la delación. No es pues nada recomendable el intento de repetir los fracasos de otros.
Lo que aparece como disidencia entre los que piensan y entre los que no pueden hacerlo; sin embargo, nos muestra que unos y otros no piensan, fuerza es la reiteración para el énfasis, porque de sus propias declaraciones surge la luz. Lo mismo en la demagogia de una de las representantes del oficialismo en Cochabamba, como de algunos de los que aparecen como divisionistas; porque decir que yo soy el Estado o la idea o el pensamiento, no es más que la máscara del que nada tiene en el cerebro. Una de las falencias, digamos, crónica de la América Latina es precisamente esta falta de autenticidad en el pensamiento pues nos hemos dedicado a repetir lo que dijo fulano o zutano; pero no hemos podido elaborar nuestra propia teoría, nuestra ideología, nuestra identidad, que asoma entre algunos seguidores de los antiguos amautas, de los verdaderos no de los impostores que abundan, pero que no se está escuchando y, por el contrario, se está distorsionando porque no había tiranos en el Incario y por algo decía Boudin que eran una cáfila de hombres felices sus pobladores.
viernes, 14 de junio de 2013
GOBIERNOS Y GOBIERNOS
Clinton dijo una vez: "hay un gobierno dentro del gobierno que yo no controlo" que nos reveló, una vez más, que la "mejor democracia" del mundo no es tal ni por asomo; a tal punto, que no puede emitir su propia moneda y debe estar sujeta al capricho de una entidad privada como es la Reserva Federal.
Lo mismo sucede y sucedió en muchos lugares del mundo, en la ex URSS con el estalinismo en el poder y el socialismo en el exilio; en los denominados países bananeros o en el nuestro donde, gracias a la "gloriosa revolución nacional" y el "libertador económico", el embajador de EEUU se hizo cargo del gobierno y no lo decimos por sospechas sino por confesión del propio jefe "monolítico" que en una manifestación de mineros que reclamaban mejores salarios, les aconsejó que fueran a ver al Embajador porque era él el que gobernaba y no la coalición de partidos del MNR, el PC y el trotskismo que servían de guardia pretoriana a la intervención.
Hoy las cosas no han cambiado mucho, pese a los intentos de cambio, pues mientras los que piensan y los que no se disputan el poder, la política en general transcurre dentro de un neoliberalismo que no se ha abandonado ni hasta en las muestras de corrupción, como la adjudicación de obras públicas a parientes o asociados. Y tampoco gobiernan los cocaleros o los prestatarios de la sigla del MAS sino los seguidores de grupículos que manejan cuotas de poder.
Lo malo es que estamos comprometiendo la democracia entre serviles que no piensan y los que piensan que piensan.
Lo mismo sucede y sucedió en muchos lugares del mundo, en la ex URSS con el estalinismo en el poder y el socialismo en el exilio; en los denominados países bananeros o en el nuestro donde, gracias a la "gloriosa revolución nacional" y el "libertador económico", el embajador de EEUU se hizo cargo del gobierno y no lo decimos por sospechas sino por confesión del propio jefe "monolítico" que en una manifestación de mineros que reclamaban mejores salarios, les aconsejó que fueran a ver al Embajador porque era él el que gobernaba y no la coalición de partidos del MNR, el PC y el trotskismo que servían de guardia pretoriana a la intervención.
Hoy las cosas no han cambiado mucho, pese a los intentos de cambio, pues mientras los que piensan y los que no se disputan el poder, la política en general transcurre dentro de un neoliberalismo que no se ha abandonado ni hasta en las muestras de corrupción, como la adjudicación de obras públicas a parientes o asociados. Y tampoco gobiernan los cocaleros o los prestatarios de la sigla del MAS sino los seguidores de grupículos que manejan cuotas de poder.
Lo malo es que estamos comprometiendo la democracia entre serviles que no piensan y los que piensan que piensan.
jueves, 13 de junio de 2013
LOS CHISTES DEL AÑO
Hay dos declaraciones que pueden convertirse en los chistes del año. Una es del representante de la oligarquía chilena que dice que nuestro gobierno tendrá que presentar pruebas de su demanda, lo que si no tiene una esencia de humor, la debe tener de cinismo pues es fácil comprobar en la historia real la felonía de la Casa de La Moneda y sus consecuencias en el enclaustramiento.
La otra, la del presidente del Concejo Municipal del Cercado de Cochabamba que nos quiere hacer creer que el aumento de salarios de la burocracia edil, es para evitar la "fuga de cerebros"; porque la gente se pregunta automáticamente: ¿cuáles? Porque ni las obras que se ejecutan, ni las ordenanzas que se aprueban tienen que ver con el bien común, con el desarrollo, con la civilización. Todo lo contrario, habría que hacer un inventario de los cerebros de que se habla, para ver si existen o es puro cuento; porque no es lo mismo ser "vivo", así entrecomillado para no decir una vulgaridad, que inteligente o, incluso, intelectual.
Si comparásemos los concejales que tenía Cochabamba, a finales de la década de los cuarenta por ejemplo, donde no se ganaban ni dietas ni canonjías, no hay punto de referencia con lo que tenemos hoy o hemos sufrido en el pasado inmediato. De modo que lo de la "fuga de cerebros" es un mal chiste, aunque nos haya provocado risa eventualmente.
¿No será que los declarantes debieran probar en las carpas del circo? ¿No estarían mejor como payasos que donde están? Con las debidas disculpas de los que trabajan en esas arenas por su arte, sus habilidades o su inclinación.
Aunque los chistes demasiado vulgares no siempre arrancan la risa, no hay duda que los mencionados casi, casi, lindan con lo soez.
La otra, la del presidente del Concejo Municipal del Cercado de Cochabamba que nos quiere hacer creer que el aumento de salarios de la burocracia edil, es para evitar la "fuga de cerebros"; porque la gente se pregunta automáticamente: ¿cuáles? Porque ni las obras que se ejecutan, ni las ordenanzas que se aprueban tienen que ver con el bien común, con el desarrollo, con la civilización. Todo lo contrario, habría que hacer un inventario de los cerebros de que se habla, para ver si existen o es puro cuento; porque no es lo mismo ser "vivo", así entrecomillado para no decir una vulgaridad, que inteligente o, incluso, intelectual.
Si comparásemos los concejales que tenía Cochabamba, a finales de la década de los cuarenta por ejemplo, donde no se ganaban ni dietas ni canonjías, no hay punto de referencia con lo que tenemos hoy o hemos sufrido en el pasado inmediato. De modo que lo de la "fuga de cerebros" es un mal chiste, aunque nos haya provocado risa eventualmente.
¿No será que los declarantes debieran probar en las carpas del circo? ¿No estarían mejor como payasos que donde están? Con las debidas disculpas de los que trabajan en esas arenas por su arte, sus habilidades o su inclinación.
Aunque los chistes demasiado vulgares no siempre arrancan la risa, no hay duda que los mencionados casi, casi, lindan con lo soez.
miércoles, 12 de junio de 2013
MAJADERÍA AL EXTREMO
Uno de los signos más evidentes de la majadería de eso que se llama politiquería y funge como política, es su manía de personalizar, individualizar, magnificar su discurso y, por lo tanto, nada dice de su carácter de oposición, por ejemplo, al régimen de que se trate.
Es lo que estamos viendo cuando se acude a lanzar sospechas sobre las obras que llevan el nombre del Primer Mandatario o cuando se trata de hacer ver que los "cocaleros" o fulano o zutano hace esto o lo otro. Hasta el momento nadie ha hecho una exposición de los motivos ideológicos que sostiene para oponerse al gobierno actual, y hay muchos; pero por lo mismo están pasando desapercibidos por lo que, en lugar de contrarios, los opositores resultan siendo cómplices de lo que critican.
La majadería no sólo es importunidad y pedantería sino también necedad que es lo más se nota en el discurso y la pose de los que aparecen en las noticias como descubriendo la pólvora y queriendo sorprender a la gente.
La política, y la democracia en particular, para perfeccionarse, antes que un disfrute del oficialismo, necesita de una oposición fuerte y vigorosa ideológicamente que es de lo que adolecen quienes gozan también de curules, dietas, viáticos, etc., sin protesta.
Por eso es que no hay candidatos que oponer a la reelección, sea legal o ilegal y, al final, mucha gente tendrá que conformarse con votar por el mal menor que buscar nuevas opciones, porque no las hay.
¿O se quiere hacer de la majadería política de Estado?
Es lo que estamos viendo cuando se acude a lanzar sospechas sobre las obras que llevan el nombre del Primer Mandatario o cuando se trata de hacer ver que los "cocaleros" o fulano o zutano hace esto o lo otro. Hasta el momento nadie ha hecho una exposición de los motivos ideológicos que sostiene para oponerse al gobierno actual, y hay muchos; pero por lo mismo están pasando desapercibidos por lo que, en lugar de contrarios, los opositores resultan siendo cómplices de lo que critican.
La majadería no sólo es importunidad y pedantería sino también necedad que es lo más se nota en el discurso y la pose de los que aparecen en las noticias como descubriendo la pólvora y queriendo sorprender a la gente.
La política, y la democracia en particular, para perfeccionarse, antes que un disfrute del oficialismo, necesita de una oposición fuerte y vigorosa ideológicamente que es de lo que adolecen quienes gozan también de curules, dietas, viáticos, etc., sin protesta.
Por eso es que no hay candidatos que oponer a la reelección, sea legal o ilegal y, al final, mucha gente tendrá que conformarse con votar por el mal menor que buscar nuevas opciones, porque no las hay.
¿O se quiere hacer de la majadería política de Estado?
martes, 11 de junio de 2013
CONTROL DE PRECIOS
Pese a lo que digan los especuladores y los sirvientes de la libertad de mercado, que no es más que un sofisma, ya en muchos países se va dando paso al control de precios en los lugares donde se expenden mercaderías, no sólo en los básicos sino también en otros que se consideran superfluos.
Una buena política que hay que apoyar porque la especulación hace la discriminación y condiciona el ambiente casi siempre subversivo de los pueblos que no están conformes con que se les reduzca a simple condición de compradores.
Los principales estudiosos de la economía se han cansado de demostrar que la ley de la oferta y la demanda no existe, que el mercado es imposible que se regule por sí mismo, que todo está en manos de los especuladores; ergo, hay que controlar los precios por mucho que, con ello, se ocasionen algunos otros abusos. Y lo decimos porque en el aeropuerto de El Alto pudimos ver cómo discutían el precio algunos turistas y no se cansaban de repetir que en ninguna parte del mundo tal o cual cosa costaba tanto; nuestra diversión inicial se transformó también en bronca contenida cuando, por dos mates de coca, nos cobraron 20 Bolivianos en el "dolce bocatería" del hall principal.
Y dentro de ese control de precios debe estar también el del dinero, es decir, los intereses que sólo cuando convienen al usurero provoca protestas como algunas que se escuchan ante la intención gubernamental de imponer límites.
Quizá, la primera batalla por deshacerse definitivamente del sistema económico especulativo y acaparador, sea el control de precios y, por lo menos, hay que intentarlo antes de seguir siendo víctimas de un materialismo que, más que eso, es avaricia pura y simple.
Una buena política que hay que apoyar porque la especulación hace la discriminación y condiciona el ambiente casi siempre subversivo de los pueblos que no están conformes con que se les reduzca a simple condición de compradores.
Los principales estudiosos de la economía se han cansado de demostrar que la ley de la oferta y la demanda no existe, que el mercado es imposible que se regule por sí mismo, que todo está en manos de los especuladores; ergo, hay que controlar los precios por mucho que, con ello, se ocasionen algunos otros abusos. Y lo decimos porque en el aeropuerto de El Alto pudimos ver cómo discutían el precio algunos turistas y no se cansaban de repetir que en ninguna parte del mundo tal o cual cosa costaba tanto; nuestra diversión inicial se transformó también en bronca contenida cuando, por dos mates de coca, nos cobraron 20 Bolivianos en el "dolce bocatería" del hall principal.
Y dentro de ese control de precios debe estar también el del dinero, es decir, los intereses que sólo cuando convienen al usurero provoca protestas como algunas que se escuchan ante la intención gubernamental de imponer límites.
Quizá, la primera batalla por deshacerse definitivamente del sistema económico especulativo y acaparador, sea el control de precios y, por lo menos, hay que intentarlo antes de seguir siendo víctimas de un materialismo que, más que eso, es avaricia pura y simple.
lunes, 10 de junio de 2013
DÍAS DE AUSENCIA
Después de haber estado unos días en Cobija y la frontera con el Brasil, fuerza es hacer algunas comparaciones, aunque resulten dolorosas o precisamente por eso.
Lo que más se nota entre uno y otro lado, es la disciplina ciudadana que se percibe, para dar algún ejemplo, en el uso del casco por los motociclistas brasileños y todo lo contrario hacia este lado; también en el control de la contaminación acústica que se hace hasta estridente en nuestras ciudades mientras que el vecino si alguna tiene es mínima porque los comerciantes no sacan sus equipos de sonido para volver sordos a todos y espantar, más que atraer, clientes, lo mismo que discotecas o lugares de expendio de alcohol.
También en la limpieza se observan diferencias bien perceptibles y es una lástima que estos ejemplos sirvan para implicar otros que hacen daño en nuestro país: el espíritu contreras, la falta de disciplina ciudadana, de costumbres de aseo y hasta de amabilidad en la relación más general.
Si bien la ciudad pandina tiene algunos precios elevados, por diferentes circunstancias, no es seguramente la más cara de Bolivia y, en el caso de Cochabamba, bastaría señalar las tarifas del transporte, pese a que allá la adquisición de carburantes es más dificultosa.
Podríamos hacer otras comparaciones para sacar algunas enseñanzas y experiencias; pero nuestra realidad de paros, bloqueos, desacato, abuso y anarquía, nos haría llorar a moco tendido y, más todavía, si analizamos y comparamos la realidad de la tan mentada "llajta" y otras que van adquiriendo disciplina o no siguen los pésimos ejemplos que dan algunas autoridades y politiqueros que les haría bien ir a observar que, en otras partes, las leyes se cumplen; sean las jurídicas o las de las buenas costumbres.
Lo que más se nota entre uno y otro lado, es la disciplina ciudadana que se percibe, para dar algún ejemplo, en el uso del casco por los motociclistas brasileños y todo lo contrario hacia este lado; también en el control de la contaminación acústica que se hace hasta estridente en nuestras ciudades mientras que el vecino si alguna tiene es mínima porque los comerciantes no sacan sus equipos de sonido para volver sordos a todos y espantar, más que atraer, clientes, lo mismo que discotecas o lugares de expendio de alcohol.
También en la limpieza se observan diferencias bien perceptibles y es una lástima que estos ejemplos sirvan para implicar otros que hacen daño en nuestro país: el espíritu contreras, la falta de disciplina ciudadana, de costumbres de aseo y hasta de amabilidad en la relación más general.
Si bien la ciudad pandina tiene algunos precios elevados, por diferentes circunstancias, no es seguramente la más cara de Bolivia y, en el caso de Cochabamba, bastaría señalar las tarifas del transporte, pese a que allá la adquisición de carburantes es más dificultosa.
Podríamos hacer otras comparaciones para sacar algunas enseñanzas y experiencias; pero nuestra realidad de paros, bloqueos, desacato, abuso y anarquía, nos haría llorar a moco tendido y, más todavía, si analizamos y comparamos la realidad de la tan mentada "llajta" y otras que van adquiriendo disciplina o no siguen los pésimos ejemplos que dan algunas autoridades y politiqueros que les haría bien ir a observar que, en otras partes, las leyes se cumplen; sean las jurídicas o las de las buenas costumbres.
jueves, 6 de junio de 2013
¿CUESTIÓN DE SOBERANÍA?
Uno de los sofismas que la oligarquía chilena ha mantenido en contra de la reivindicación marítima boliviana, es la cuestión de la supuesta soberanía para no ceder "sus territorios". Y es que es completamente falso porque la invasión del territorio patrio y su conquista como botín de guerra, no le da ninguna soberanía sobre lo ocupado por las armas. No hay pues tal soberanía.
Y se puede demostrar por la historia de una variedad de naciones guerreras que, al final, tuvieron que devolver el territorio conquistado o lo perdieron en otra guerra; los ejemplos más recientes están en la denominada segunda guerra mundial que trajo aparejados despojos y restituciones de territorios ajenos.
De otro lado, la sofística soberanía que alude la oligarquía chilena, tampoco puede ser tal porque su ejército apenas fue el instrumento de los intereses ingleses que tenían el ojo puesto en los recursos del guano y del salitre; en realidad, los chilenos casi nada tuvieron que ver en la contienda; a no ser poner los muertos y heridos.
Etimológica e históricamente hablando, la cuestión de soberanía que mantiene la oligarquía chilena es inexistente o, en lo mejor, usurpada y no constituye derecho; peor todavía cuando la potencia sucesora de la inglesa trata a su primer mandatario, como trató Obama a Piñera en su visita a la Casa Blanca: como un sirviente atrevido sentándose en su escritorio.
Lo que hay que rectificar, es que los gobernantes chilenos no cayeron en la trampa de los bolivianos sino en la trampa de sus propias mentiras.
Y se puede demostrar por la historia de una variedad de naciones guerreras que, al final, tuvieron que devolver el territorio conquistado o lo perdieron en otra guerra; los ejemplos más recientes están en la denominada segunda guerra mundial que trajo aparejados despojos y restituciones de territorios ajenos.
De otro lado, la sofística soberanía que alude la oligarquía chilena, tampoco puede ser tal porque su ejército apenas fue el instrumento de los intereses ingleses que tenían el ojo puesto en los recursos del guano y del salitre; en realidad, los chilenos casi nada tuvieron que ver en la contienda; a no ser poner los muertos y heridos.
Etimológica e históricamente hablando, la cuestión de soberanía que mantiene la oligarquía chilena es inexistente o, en lo mejor, usurpada y no constituye derecho; peor todavía cuando la potencia sucesora de la inglesa trata a su primer mandatario, como trató Obama a Piñera en su visita a la Casa Blanca: como un sirviente atrevido sentándose en su escritorio.
Lo que hay que rectificar, es que los gobernantes chilenos no cayeron en la trampa de los bolivianos sino en la trampa de sus propias mentiras.
miércoles, 5 de junio de 2013
"RELACIONES FUERTES"
Muchas veces se ha insistido en que una imagen vale más que mil palabras, Pues bien, para comprobarlo tenemos la foto entre Obama y Piñera que nos muestra, efectivamente, las "fuertes relaciones" de servidumbre entre el ocupante de La Moneda y La Casa Blanca pues, el primero, no dudó nada en regalarle unos cuernos en una foto oficial que, teóricamente, era de protocolo entre un mandatario y otro; pero que, en los hechos, no es más que la muestra de cómo, el segundo, siente orgullo por sentarse en el escritorio del amo y servirle en lo que mande.
Una vergüenza para la América Latina en general, por mucho que sea ajena, porque vuelve a ponernos ante el espejo de la historia y revivir momentos dramáticos de ella, cuando unos prefirieron la resistencia y otros el colaboracionismo.
Infelizmente, se produce en el momento en que otro "aliado" de Estados Unidos, anuncia que busca su incorporación en la OTAN, en una suerte de puñalada trapera a la integración latinoamericana que busca consolidar su independencia ante la permanencia del "hermano mayor" que siempre nos ha manejado como su "patio trasero" y que está repitiendo sus políticas de hegemonía, colonización e intromisión que caracterizaron décadas pasadas con gobiernos títere en manos de civiles o militares.
Es también una lástima para la mayoría de los chilenos, saber cómo los "quiere" Obama y cómo los usa.
Una vergüenza para la América Latina en general, por mucho que sea ajena, porque vuelve a ponernos ante el espejo de la historia y revivir momentos dramáticos de ella, cuando unos prefirieron la resistencia y otros el colaboracionismo.
Infelizmente, se produce en el momento en que otro "aliado" de Estados Unidos, anuncia que busca su incorporación en la OTAN, en una suerte de puñalada trapera a la integración latinoamericana que busca consolidar su independencia ante la permanencia del "hermano mayor" que siempre nos ha manejado como su "patio trasero" y que está repitiendo sus políticas de hegemonía, colonización e intromisión que caracterizaron décadas pasadas con gobiernos títere en manos de civiles o militares.
Es también una lástima para la mayoría de los chilenos, saber cómo los "quiere" Obama y cómo los usa.
ESTUPIDEZ Y BURROCRACIA
¿Qué es más estúpido, destrozar parte de un edificio o votar por consigna? Cada cual elija la respuesta que quiera para confrontar con lo que viene sucediendo en Cochabamba, donde los hijos de los cocaleros del trópico los han hecho quedar como salvajes al destruir parte de oficinas públicas; como si no fuera suficiente dieron más muestras de estulticia al declarar que no fueron ellos sino "infiltrados" los responsables; en cualquier caso, se ve que la cabeza no los acompaña frecuentemente.
Lo mismo ha sucedido en el Concejo Municipal del Cercado, donde el voto por una nueva directiva se ha saldado en pocos minutos, los suficientes para dar curso a la consigna que, previamente, había acordado reducir la democracia al servilismo partidista y obrar en consecuencia.
¿Qué porvenir espera a la ciudadanía en general si, en determinado caso, los universitarios asaltantes de edificios y del sentido común se hacen profesionales un día? ¿Qué nos espera de un Concejo reducido a feudo partidista exactamente lo mismo que cuando la "clase política" disfrutaba del erario municipal para mantener sus conmilitones contentos? ¿Quién o quiénes harán cumplir las leyes de sentido común o del bien común? Las respuestas posibles son inquietantes porque a nada bueno pueden conducirnos; peor todavía, cuando nos hacen recordar lo dicho por Nietzsche: ¿Por qué se pudren nuestros frutos? Porque ya aquello del cambio se ha podrido, lo de la unidad en la diversidad está en tela de discusión y rige la ley de la ventralidad, antes que de la inteligencia. Lo mismo se trate del oficialismo que de la oposición, de la derecha que la izquierda, de arriba que de abajo.
Y cuando se reunen estulticia y burrocracia es mejor tocar las sirenas de la alerta, antes que a algún vivo se le ocurra decir que no sabemos vivir en democracia y nos regale un tirano de su galera.
Lo mismo ha sucedido en el Concejo Municipal del Cercado, donde el voto por una nueva directiva se ha saldado en pocos minutos, los suficientes para dar curso a la consigna que, previamente, había acordado reducir la democracia al servilismo partidista y obrar en consecuencia.
¿Qué porvenir espera a la ciudadanía en general si, en determinado caso, los universitarios asaltantes de edificios y del sentido común se hacen profesionales un día? ¿Qué nos espera de un Concejo reducido a feudo partidista exactamente lo mismo que cuando la "clase política" disfrutaba del erario municipal para mantener sus conmilitones contentos? ¿Quién o quiénes harán cumplir las leyes de sentido común o del bien común? Las respuestas posibles son inquietantes porque a nada bueno pueden conducirnos; peor todavía, cuando nos hacen recordar lo dicho por Nietzsche: ¿Por qué se pudren nuestros frutos? Porque ya aquello del cambio se ha podrido, lo de la unidad en la diversidad está en tela de discusión y rige la ley de la ventralidad, antes que de la inteligencia. Lo mismo se trate del oficialismo que de la oposición, de la derecha que la izquierda, de arriba que de abajo.
Y cuando se reunen estulticia y burrocracia es mejor tocar las sirenas de la alerta, antes que a algún vivo se le ocurra decir que no sabemos vivir en democracia y nos regale un tirano de su galera.
martes, 4 de junio de 2013
DEL ABSURDO Y LYNCH
Lo peor que tiene la estulticia es su capacidad de contagio y, generalmente, quienes tienen menos respuesta a sus invasiones son los que se dicen intelectuales. Es lo que está ocurriendo con los "universitarios" del trópico cochabambino que, en realidad, lo que piden es que San Simón se traslade hacia esos lados y continúe con su política de no mirar la realidad y mantener carreras que ya son inservibles a la sociedad. Lo que no quieren aceptar es que la "U" por mucha democracia que exista en el ambiente, siempre debiera ser el refugio para los más aptos, para los mejor dotados intelectualmente y para quienes muestran inclinación natural hacia el servicio a la colectividad. Porque mantener la universidad napoleónica que todavía sufrimos, es simplemente creer que basta con tener un cartón para ser diferente, cuando la realidad misma nos está mostrando que tan cierto es eso que se anunciaba hace siglos atrás: "La ignorancia se está titulando".
Pero si la estupidez franca, abierta, cínica se quiere imponer a las reglas del sentido común; no pasa menos con los explotadores del transporte público que recurren, cuando les viene en gana, a la ley de Lynch y castigan a sus propios afiliados con el escarnio de latigazos en público o a la población en general con su pésimo servicio, bloqueos y paros cuando quieren y una prepotencia y subversión al estado democrático con una reiteración desvergonzada por su preferencia por los pantalones de los tiranos y que se traduce en su verborrea y actitudes ilegales.
¿Dónde está el estado de derecho? Pues duerme el sueño de la indiferencia de las manos de los politiqueros que prefieren pequeñas transacciones electoreras que cumplir con su obligación de hacer respetar la ley y el orden instituido.
Mala es la estulticia contagiándose entre quienes debieran preservar su propia identidad y no limitarse a la copia vulgar y silvestre; como es malo aplicar el linchamiento o la "justicia" por mano propia, haciendo uso del látigo o del paro y el bloqueo.
Pero si la estupidez franca, abierta, cínica se quiere imponer a las reglas del sentido común; no pasa menos con los explotadores del transporte público que recurren, cuando les viene en gana, a la ley de Lynch y castigan a sus propios afiliados con el escarnio de latigazos en público o a la población en general con su pésimo servicio, bloqueos y paros cuando quieren y una prepotencia y subversión al estado democrático con una reiteración desvergonzada por su preferencia por los pantalones de los tiranos y que se traduce en su verborrea y actitudes ilegales.
¿Dónde está el estado de derecho? Pues duerme el sueño de la indiferencia de las manos de los politiqueros que prefieren pequeñas transacciones electoreras que cumplir con su obligación de hacer respetar la ley y el orden instituido.
Mala es la estulticia contagiándose entre quienes debieran preservar su propia identidad y no limitarse a la copia vulgar y silvestre; como es malo aplicar el linchamiento o la "justicia" por mano propia, haciendo uso del látigo o del paro y el bloqueo.
lunes, 3 de junio de 2013
"EN ESTE MUNDO TRAIDOR..."
Nuevamente acudimos a los versos de Campoamor sobre el cristal con que se mira, porque a raíz de la publicación del ranking mundial de universidades, han aparecido gentes que uno se pregunta dónde vieron lo que dizque vieron.
Porque si se consulta la calificación que se ha hecho, es una lástima que nuestras universidades no aparezcan sino muy abajo, el puesto 1770 para la UMSS; pero hay quienes afirman que se encuentra entre las mejores 200.
Que cada uno vea lo que quiera ver; pero no es el único caso. También entre los que se alistan para intervenir en las elecciones generales, hay personas que creen ver fantasmas y resultados favorables cuando ya el horno no está para bollos; es el caso del MNR y la ADN y los que actualmente se dicen en la oposición y que no logran ni siquiera que sus sombras les sigan para unificarse.
Pero también hay los que están asaltando la U por las ventanas, queriendo entrar a los campus y las aulas sólo para conseguir un cartón, no les importa si algo aprenden o no, lo que buscan es el título y cuanto más rimbonbante sea mejor.
Ni que decir de los que todavía creen en el sindicalismo y ven líderes e ideas donde no hay más que privilegios, holganza y participación en el ambiente de corrupción liberal que anda por todas partes.
Podríamos consolarnos diciendo que no es primera vez; pero hacerlo muy repetido no es aconsejable porque estamos distorsionando la realidad y así no vamos a ninguna parte.
Porque si se consulta la calificación que se ha hecho, es una lástima que nuestras universidades no aparezcan sino muy abajo, el puesto 1770 para la UMSS; pero hay quienes afirman que se encuentra entre las mejores 200.
Que cada uno vea lo que quiera ver; pero no es el único caso. También entre los que se alistan para intervenir en las elecciones generales, hay personas que creen ver fantasmas y resultados favorables cuando ya el horno no está para bollos; es el caso del MNR y la ADN y los que actualmente se dicen en la oposición y que no logran ni siquiera que sus sombras les sigan para unificarse.
Pero también hay los que están asaltando la U por las ventanas, queriendo entrar a los campus y las aulas sólo para conseguir un cartón, no les importa si algo aprenden o no, lo que buscan es el título y cuanto más rimbonbante sea mejor.
Ni que decir de los que todavía creen en el sindicalismo y ven líderes e ideas donde no hay más que privilegios, holganza y participación en el ambiente de corrupción liberal que anda por todas partes.
Podríamos consolarnos diciendo que no es primera vez; pero hacerlo muy repetido no es aconsejable porque estamos distorsionando la realidad y así no vamos a ninguna parte.
domingo, 2 de junio de 2013
DIÁLOGO, DIÁLOGO, DIÁLOGO
Este es el nuevo estribillo que se usa en la politiquería, casi siempre acompañado por bloqueos, huelgas o procesos subversivos "pacíficos".
Piden diálogo los que quieren violar la ley extendiendo los cultivos de coca, hacen lo mismo los que quieren seguir explotando el transporte público o los que quieren entrar en la universidad por la ventana, sin saber siquiera de qué se trata; incluso, hay algún purpurado que reclama diálogo mientras él mismo lanza sus invectivas en contra de los que no le gustan.
Pero así como piden diálogo, ninguno está dispuestos a sentarse en la mesa de las negociaciones porque no tiene argumentos o porque quiere que sus caprichos y sectarismo sean satisfechos; a lo más que se va es a conseguir alguna canonjía, algún privilegio, alguna ventaja.
Mientras se vocifera en las calles se cantan estribillos de diálogo o desafío pero cuando llega el momento de afrontar las consecuencias se desgarran las vestiduras porque se les aplica lo que dice la ley, por ejemplo, respecto al descuento salarial. Y es que los que arman los tumultos, los que piden diálogo, los que amenazan no son los trabajadores sino los que no trabajan, los que están en comisión, lo que no ganan salarios sino bonos, representaciones, viáticos y una serie de beneficios de holganza, como el vivir del usufructo de las cuotas sindicales que debieran usarse para reponer los descuentos en las asonadas a la ley del sentido común.
Se ha perdido la capacidad de diálogo, si antes había alguno, porque no se practica la política sino la politiquería, no el bien común sino el sectarismo, no la inteligencia sino la estupidez. Pero nunca faltarán los que pidan hablar, cuando no tienen argumentos para hacerlo y menos vergüenza para pretenderlo. Y es que cuando sólo se piden derechos pero se desconocen los deberes, no puede haber ni diálogo ni democracia.
Piden diálogo los que quieren violar la ley extendiendo los cultivos de coca, hacen lo mismo los que quieren seguir explotando el transporte público o los que quieren entrar en la universidad por la ventana, sin saber siquiera de qué se trata; incluso, hay algún purpurado que reclama diálogo mientras él mismo lanza sus invectivas en contra de los que no le gustan.
Pero así como piden diálogo, ninguno está dispuestos a sentarse en la mesa de las negociaciones porque no tiene argumentos o porque quiere que sus caprichos y sectarismo sean satisfechos; a lo más que se va es a conseguir alguna canonjía, algún privilegio, alguna ventaja.
Mientras se vocifera en las calles se cantan estribillos de diálogo o desafío pero cuando llega el momento de afrontar las consecuencias se desgarran las vestiduras porque se les aplica lo que dice la ley, por ejemplo, respecto al descuento salarial. Y es que los que arman los tumultos, los que piden diálogo, los que amenazan no son los trabajadores sino los que no trabajan, los que están en comisión, lo que no ganan salarios sino bonos, representaciones, viáticos y una serie de beneficios de holganza, como el vivir del usufructo de las cuotas sindicales que debieran usarse para reponer los descuentos en las asonadas a la ley del sentido común.
Se ha perdido la capacidad de diálogo, si antes había alguno, porque no se practica la política sino la politiquería, no el bien común sino el sectarismo, no la inteligencia sino la estupidez. Pero nunca faltarán los que pidan hablar, cuando no tienen argumentos para hacerlo y menos vergüenza para pretenderlo. Y es que cuando sólo se piden derechos pero se desconocen los deberes, no puede haber ni diálogo ni democracia.
sábado, 1 de junio de 2013
CAMINOS AL DESARROLLO
Sin entrar en la difícil tarea de definir qué es el desarrollo; hay que analizar los diferentes caminos que se presentan para lograrlo y los muchos, muchísimos, obstáculos que se ponen en el camino por parte de quienes manejan el poder.
En primer lugar, la globalización ha hecho que nadie pueda crecer sin tener permiso de los que manejan la ciencia y la tecnología; así es que, aparte de exigir "royalties" o "know how", la disponibilidad de profesionales o de instrumentos, suele convertirse en un verdadero martirio que, las más de las veces, hace fracasar los intentos.
De otro lado, el uso del dinero, y nada se puede hacer sin financiamiento, está también circunscrito al laberinto de la especulación y el monopolio, por parte de los que están detrás de las finanzas del mundo.
Y, como si fuera poco, se puede boicotear cualquier intento con apenas manejar algunas cuestiones de, aparente, sentido común; pero que no son sino sofismas; uno de ellos, la política salarial que suele inculcarse entre los que piensan que tienen una obligación social con sus pueblos y los que se han formado con la imagen liberal del profesional, es decir, reducir todo al simple comercio.
No son pues fáciles los caminos al crecimiento y, más todavía, cuando los propios connacionales se usan como tontos útiles de las conspiraciones para mantener el estato quo del mundo y salen con que no se debió gastar así o por qué se gasta de ese modo; lo que no quiere decir tampoco ser complaciente con la corrupción que suele acomopañar estos procesos, precisamente, para entorpecerlos.
Y si no hemos querido entrar en el laberinto de las definiciones del desarrollo es porque depende mucho de si uno milita en las filas del consumismo o en las filas de la filosofía de la vida.
En primer lugar, la globalización ha hecho que nadie pueda crecer sin tener permiso de los que manejan la ciencia y la tecnología; así es que, aparte de exigir "royalties" o "know how", la disponibilidad de profesionales o de instrumentos, suele convertirse en un verdadero martirio que, las más de las veces, hace fracasar los intentos.
De otro lado, el uso del dinero, y nada se puede hacer sin financiamiento, está también circunscrito al laberinto de la especulación y el monopolio, por parte de los que están detrás de las finanzas del mundo.
Y, como si fuera poco, se puede boicotear cualquier intento con apenas manejar algunas cuestiones de, aparente, sentido común; pero que no son sino sofismas; uno de ellos, la política salarial que suele inculcarse entre los que piensan que tienen una obligación social con sus pueblos y los que se han formado con la imagen liberal del profesional, es decir, reducir todo al simple comercio.
No son pues fáciles los caminos al crecimiento y, más todavía, cuando los propios connacionales se usan como tontos útiles de las conspiraciones para mantener el estato quo del mundo y salen con que no se debió gastar así o por qué se gasta de ese modo; lo que no quiere decir tampoco ser complaciente con la corrupción que suele acomopañar estos procesos, precisamente, para entorpecerlos.
Y si no hemos querido entrar en el laberinto de las definiciones del desarrollo es porque depende mucho de si uno milita en las filas del consumismo o en las filas de la filosofía de la vida.
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