domingo, 25 de marzo de 2012

LA CUESTIÓN DEL MAR

Después de la reacción majadera al Día del Mar; ahora algunos pretenden contagiar cierto pesimismo en cuanto a la demanda internacional en el Tribunal de La Haya y lo que hay que decir es que la causa de reivindicación marítima no puede fracasar por varios factores: 1o. Porque es de reparación histórica ante la invasión inglesa a través de la oligarquía sirviente de Chile; 2o. Porque ningún tratado es irrevisable y, peor todavía, cuando se impone al calor de las armas; 3o.- Porque el mismo tratado no incluye islas y otras propiedades usurpadas por la fuerza; 4o.- Porque, incluso aceptando el Tratado de 1904, no se ha cumplido y se ha usado parta el chantaje y 5o.- Porque será una prueba para ver si, a nivel internacional, todavía persiste el concepto tan manoseado de justicia.
No hay pues perspectivas de fracaso y por eso es precisamente que los gobernantes chilenos le temen a la demanda y porque va a revelar cómo la mayoría de sus gobiernos no han servido más que para la intermediación entre el poder imperial y la pobreza de su propio suelo; tal como se puede constatar ahora con las demandas de muchos pueblos olvidados, como los mapuches, y los porcentajes de cerca del 50% que muestra de pobreza y que desdice su supuesto ejemplo de desarrollo o crecimiento que se maneja sofísticamente y en favor de las corrientes del neoliberalismo.
Claro que todos estos argumentos no sirven para la majadería opositora que cumple el mismo papel que la oligarquía chilena: de sirvientes, de derrotados, de personas con alma de esclavo.

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