Si bien da lástima la actitud grosera y de simple estulticia del alcalde cruceño que todavía debe creer en feudos y propiedades oligárquicas y latifundistas; da más pena todavía que la víctima trate de salir por peteneras y no admita lo que todo el mundo vio en las imágenes.
Y es triste porque se ve que todavía algunas mujeres, y hombres, no han cambiado de mentalidad y se han anquilosado en épocas pretéritas y cuestionables, donde la ley de la pernada o del sirvinaku tenían plena vigencia y nadie las discutía.
Pero más allá del simple hecho de acariciar las nalgas ajenas, lo que hay que analizar es la mentalidad del burgomaestre que no está de acuerdo ni con la democracia ni con la institucionalidad y debería bastar para defenestrarlo definitivamente. Ahora lo único que falta es que diga que es "persecución política" y la gente le crea; aunque habría que contar con eso pues la gente cree lo que le conviene.
Aparte del daño a la personalidad de las autoridades, hay un daño más grave todavía a la identidad regional; tanto entre los que tratan de excusar el abuso como de quienes, ahora sí, no dicen nada y se mantienen en silencio, como el comité cívico, la gobernación, las oficinas de las ONGs y otras instancias; lo que nos puede estar revelando que la hipocresía sigue de moda y es la razón de ser de la politiquería.
Decir que el que esté libre de culpa, tire la primera piedra puede traerse a colación, pero muy de los pelos y justo cuando empezamos a recordar la Semana Santa, especialmente entre quienes se consideran católicos aunque sus propias actitudes lo desmientan; ergo, hay que estar preparados para ver la comunión contrita del burgomaestre para las cámaras y con la venia de la jerarquía respectiva en todos los ámbitos.
Reflexiones y noticias desde un ángulo absolutamente personal y que no compromete a nadie sino a mí mismo. Puede ser ampliado con fotografías sobre la actualidad; no siempre esas "importantes" sino de la vida cotidiana.
sábado, 31 de marzo de 2012
viernes, 30 de marzo de 2012
PETICIONES ILEGALES
Estamos entrando a un ambiente donde las solicitudes más absurdas e ilegales pueden tener cabida. Es el caso, para citar sólo dos ejemplos, de los comerciantes y capitalistas que manejan los mercados que piden hacerse dueños de los sitios municipales y heredarlos ad eternum y de los contrabandistas de la línea blanca que no quieren que la aduana controle sus ingresos de mercadería, porque la verdad es esa.
Si a eso añadimos la probable legalización de avasallamientos de terrenos y propiedad ajena, la legalización de asentamientos que están poniendo en riesgo las ciudades y las exigencias de los explotadores del transporte que se empeñan en hacer lo que les viene en gana; el panorama es ciertamente preocupante porque no sólo que se pone en riesgo el futuro del Estado boliviano sino que se atenta impunemente contra el sistema de gobierno, condicionando el retorno de tiranías y tiranuelos que tanto daño le han hecho a la patria.
Hay demasiada pasividad en las autoridades por respetar y hacer respetar la ley y no se puede excusar esta omisión en la insurgencia de "movimientos sociales" que han sustituido el partidismo sectario o en el manejo sofistico del llamado "consenso" que está haciendo estragos por doquier y causando perjuicios estructurales más graves que los que causaban los quintacolumnistas en otros tiempos y otras sociedades.
Si no respetamos la ley o actuamos discriminadoramente, es que estamos conspirando contra la legalidad y le estamos haciendo un flaco favor tanto a la democracia como a la institucionalidad: Hay que poner coto a las peticiones absurdas e ilegales, antes que sea demasiado tarde.
Si a eso añadimos la probable legalización de avasallamientos de terrenos y propiedad ajena, la legalización de asentamientos que están poniendo en riesgo las ciudades y las exigencias de los explotadores del transporte que se empeñan en hacer lo que les viene en gana; el panorama es ciertamente preocupante porque no sólo que se pone en riesgo el futuro del Estado boliviano sino que se atenta impunemente contra el sistema de gobierno, condicionando el retorno de tiranías y tiranuelos que tanto daño le han hecho a la patria.
Hay demasiada pasividad en las autoridades por respetar y hacer respetar la ley y no se puede excusar esta omisión en la insurgencia de "movimientos sociales" que han sustituido el partidismo sectario o en el manejo sofistico del llamado "consenso" que está haciendo estragos por doquier y causando perjuicios estructurales más graves que los que causaban los quintacolumnistas en otros tiempos y otras sociedades.
Si no respetamos la ley o actuamos discriminadoramente, es que estamos conspirando contra la legalidad y le estamos haciendo un flaco favor tanto a la democracia como a la institucionalidad: Hay que poner coto a las peticiones absurdas e ilegales, antes que sea demasiado tarde.
jueves, 29 de marzo de 2012
¿REPRIMIR O PREVENIR?
Como casi siempre, uno ya no sabe si reír o llorar ante algunas propuestas, dizque, ciudadanas que hacen hincapié en la represión, antes que la prevención, o se muestran como ejemplos de estulticia o ignorancia.
Es el caso de la prohibición de canciones que, supuestamente, incitan al consumo de alcohol y que se halla en discusión en el legislativo: Si lo que se quiere es disminuir la incitación hacia cosas negativas del diario vivir; entonces, hay que prohibir toda propaganda, y con ella, la televisión, la radio y los diarios, porque están llenos de propaganda que incita al consumismo, al alcoholismo, al tabaquismo, a las perversiones sexuales, a la delincuencia y, en general, a la alienación al economicismo.
Las canciones que incitan a beber, en realidad, son escasísimas con relación a la de las fábricas, los comercios formales e informales de esa gran trama que se da detrás de industrias que, de manera directa o indirecta, incitan al consumo haciendo creer que tal o cual trago da hasta estatus y lo mismo pasa con muchas mercaderías innecesarias, superfluas y hasta atentatorias también a la salud, como es el caso de los equipos de sonido que producen cientos o miles de decibelios. Si la mentalidad represiva se impone, hay que prohibir el comercio en general o la propaganda en particular; pero la historia nos muestra que siempre es mejor prevenir; por lo tanto, hay que mejorar la educación, hay que incentivar los lazos familiares y su responsabilidad, hay que perseguir el bien común y no el partidismo, hay que innovar la propia comunicación para que deje de ser vulgar e improvisada y hay que poner reglas al consumo de tecnología indirectamente nociva o peligrosa.
En fin, hay muchas cosas que considerar, antes de prohibir nada. Aunque lo que no se puede prohibir tampoco es la estulticia de algunos simples ciudadanos o legisladores.
Es el caso de la prohibición de canciones que, supuestamente, incitan al consumo de alcohol y que se halla en discusión en el legislativo: Si lo que se quiere es disminuir la incitación hacia cosas negativas del diario vivir; entonces, hay que prohibir toda propaganda, y con ella, la televisión, la radio y los diarios, porque están llenos de propaganda que incita al consumismo, al alcoholismo, al tabaquismo, a las perversiones sexuales, a la delincuencia y, en general, a la alienación al economicismo.
Las canciones que incitan a beber, en realidad, son escasísimas con relación a la de las fábricas, los comercios formales e informales de esa gran trama que se da detrás de industrias que, de manera directa o indirecta, incitan al consumo haciendo creer que tal o cual trago da hasta estatus y lo mismo pasa con muchas mercaderías innecesarias, superfluas y hasta atentatorias también a la salud, como es el caso de los equipos de sonido que producen cientos o miles de decibelios. Si la mentalidad represiva se impone, hay que prohibir el comercio en general o la propaganda en particular; pero la historia nos muestra que siempre es mejor prevenir; por lo tanto, hay que mejorar la educación, hay que incentivar los lazos familiares y su responsabilidad, hay que perseguir el bien común y no el partidismo, hay que innovar la propia comunicación para que deje de ser vulgar e improvisada y hay que poner reglas al consumo de tecnología indirectamente nociva o peligrosa.
En fin, hay muchas cosas que considerar, antes de prohibir nada. Aunque lo que no se puede prohibir tampoco es la estulticia de algunos simples ciudadanos o legisladores.
miércoles, 28 de marzo de 2012
MAL PLANTEADO: MAL RESUELTO
El conflicto suscitado entre los médicos y el Gobierno ha sido mal planteado y, por lo tanto, mal resuelto. Porque, de una parte, la cuestión no sólo es de horarios sino de profesionalidad y, consiguientemente, habría que hacer reformas en la propia preparación universitaria de los profesionales que, como muchos dicen, son socialistas hasta el egreso para convertirse después en burgueses; de la otra, tampoco las reacciones pueden ser hormonales o sindicalistas porque los médicos se conocen entre sí, saben que hay quienes no cumplen ni siquiera la mitad de sus horarios, están informados de los que desvían los pacientes de instituciones públicas hacia las clínicas o consultas privadas y de los que cumplen más allá de la cabalidad y no cobran extra por ello.
Las soluciones no pueden salir de un enfrentamiento en las calles o los medios sino del diálogo sincero, abierto; porque es un problema que se arrastra hace décadas y donde tampoco el horario de las 6 horas, destinado a evitar que se acumulen ítemes por pocos, que se incentive la ineficiencia, ha mostrado ser suficiente porque persisten algunas conductas como la selección y designación de profesionales que se sigue haciendo al calor partidista, nepotista y hasta "sindicalista", por mucho que se quiera mostrar convocatorias muy, pero muy dirigidas y hasta mañosas. El otro factor del problema, los "trabajadores en salud", en realidad no pueden intervenir porque su conducta no es tampoco la mejor y son los responsables de muchas quejas mal dirigidas por su ineficiencia y también por su designación partidista y sectaria; no hay que olvidar, por lo demás, que algunos se acostumbraron a la "comisión" y hace décadas que ya no trabajan y se dedican a la "dirigencia profesional", que usan para fines que no son los de la salud pública.
Tenemos pues un conflicto mal planteado y mal resuelto; que hay que volver a la mesa de discusión y reencauzarlo para que sea bueno y satisfactorio para todos y cuando decimos todos, no nos referimos sólo a las partes en conflicto sino al pueblo en general.
Las soluciones no pueden salir de un enfrentamiento en las calles o los medios sino del diálogo sincero, abierto; porque es un problema que se arrastra hace décadas y donde tampoco el horario de las 6 horas, destinado a evitar que se acumulen ítemes por pocos, que se incentive la ineficiencia, ha mostrado ser suficiente porque persisten algunas conductas como la selección y designación de profesionales que se sigue haciendo al calor partidista, nepotista y hasta "sindicalista", por mucho que se quiera mostrar convocatorias muy, pero muy dirigidas y hasta mañosas. El otro factor del problema, los "trabajadores en salud", en realidad no pueden intervenir porque su conducta no es tampoco la mejor y son los responsables de muchas quejas mal dirigidas por su ineficiencia y también por su designación partidista y sectaria; no hay que olvidar, por lo demás, que algunos se acostumbraron a la "comisión" y hace décadas que ya no trabajan y se dedican a la "dirigencia profesional", que usan para fines que no son los de la salud pública.
Tenemos pues un conflicto mal planteado y mal resuelto; que hay que volver a la mesa de discusión y reencauzarlo para que sea bueno y satisfactorio para todos y cuando decimos todos, no nos referimos sólo a las partes en conflicto sino al pueblo en general.
martes, 27 de marzo de 2012
UN PROYECTO PELIGROSO
El proyecto que se ha presentado al legislativo sobre la propiedad urbana, tiene sus peligros; no porque intente acabar con la especulación urbana que sí existe y es cada vez más visible, sino porque pone en riesgo las áreas verdes y que, muchas veces, son vitales para las poblaciones ya asentadas y cuya hipertrofia puede conducir a extremos aún no previstos.
Es el caso del Parque Tunari en cuyos predios ya existen asentamientos ilegales y que ya han condicionado algunas consecuencias negativas como la merma de los recursos hídricos que abastecían las fuentes del agua potable para la ciudad y que, incluso, puede hacer del Proyecto Misicuni algo que ya los campesinos preveían y consideraban que debía llamarse "asicuni".
Nunca la demagogia ha servido al desarrollo de los pueblos y, en lugar de darle curso ahora, sería mejor que el gobierno empiece a pensar seriamente en la necesidad de volver al campo, de parar drásticamente la hipertrofia de las grandes ciudades y que no tienen perspectiva seria de crecimiento porque se encuentran prisioneras de la economía informal, ligada al contrabando, la piratería y el lavado de dinero. En lugar de legalizar lo ilegal y peligroso, sería mejor dotarles de viviendas a quienes las necesiten realmente y tierras gratis en la proyección de nuevas ciudades que cumplan el requisito importante de ocupar el territorio nacional y que tantas frustraciones y pérdidas nos ha traído por no hacerlo, como la guerra del Pacífico, el Acre o el Chaco.
Por lo demás ningún derecho puede estar por encima del bien común o del derecho del prójimo. Hay que alertar de estos riesgos a tiempo porque se trata de defender la institucionalidad.
Es el caso del Parque Tunari en cuyos predios ya existen asentamientos ilegales y que ya han condicionado algunas consecuencias negativas como la merma de los recursos hídricos que abastecían las fuentes del agua potable para la ciudad y que, incluso, puede hacer del Proyecto Misicuni algo que ya los campesinos preveían y consideraban que debía llamarse "asicuni".
Nunca la demagogia ha servido al desarrollo de los pueblos y, en lugar de darle curso ahora, sería mejor que el gobierno empiece a pensar seriamente en la necesidad de volver al campo, de parar drásticamente la hipertrofia de las grandes ciudades y que no tienen perspectiva seria de crecimiento porque se encuentran prisioneras de la economía informal, ligada al contrabando, la piratería y el lavado de dinero. En lugar de legalizar lo ilegal y peligroso, sería mejor dotarles de viviendas a quienes las necesiten realmente y tierras gratis en la proyección de nuevas ciudades que cumplan el requisito importante de ocupar el territorio nacional y que tantas frustraciones y pérdidas nos ha traído por no hacerlo, como la guerra del Pacífico, el Acre o el Chaco.
Por lo demás ningún derecho puede estar por encima del bien común o del derecho del prójimo. Hay que alertar de estos riesgos a tiempo porque se trata de defender la institucionalidad.
lunes, 26 de marzo de 2012
EXCESIVA CONTAMINACIÓN
A partir de ahora el tema del TIPNIS seguramente va a llenar páginas y espacios en los medios de comunicación; sin embargo, es necesario advertir que es una cuestión excesivamente contaminada ya. Porque, en primer lugar, se ha eliminado la soberanía de los pueblos asentados en las inmediaciones tanto por quienes están en contra de la carretera y de los que la impulsan; en segundo lugar, ya nadie puede hablar de hábitats especiales o supervivientes porque la región es, desde hace décadas, asiento no sólo de deforestadores profesionales sino de otros pobladores que han introducido factores de perturbación; en tercer lugar; en tercer lugar, son más las mentiras que las verdades las que se exponen como si fueran un dogma.
A este paso, ya ha dejado de ser un tema sectario, "indígena-originario" como algunos dicen, porque se ha convertido en tema nacional por su trascendencia, por la importancia de la vinculación caminera y porque no es posible que algunos sigan haciendo negocio con la supuesta defensa de etnias o pueblos y recibiendo, al menos, un salario por eso.
Como en muchos otros temas de la politiquería nacional, la cuestión ha dejado de ser legítima, por muchos derechos que se quieran reivindicar, para ser una muestra más de la intromisión de personas y organismos en cuestiones de política nacional y que venimos arrastrando desde la "revolución nacional" que, en cierto modo, legitimó esa intromisión con un gobierno movi-comunista y una falsa orientación anticomunista o proimperialista y que se sostuvo a través de varios y variados regímenes; a tal grado, que hasta para hacer una asonada cualquiera había que tener la venia de la Embajada y el permiso de los entrometidos. El TIPNIS nos muestra que no todo ha terminado y que la intromisión antinacional se quiere instalar de nuevo entre los bolivianos, como lo está intentando a lo largo y ancho del río Bravo y hacia el sur. Ecologistas, seudoecologistas, ambientalistas, seudoambientalistas, indigenistas, seudoindigenistas, no son más que mercadería de la misma canasta de la dominación.
A este paso, ya ha dejado de ser un tema sectario, "indígena-originario" como algunos dicen, porque se ha convertido en tema nacional por su trascendencia, por la importancia de la vinculación caminera y porque no es posible que algunos sigan haciendo negocio con la supuesta defensa de etnias o pueblos y recibiendo, al menos, un salario por eso.
Como en muchos otros temas de la politiquería nacional, la cuestión ha dejado de ser legítima, por muchos derechos que se quieran reivindicar, para ser una muestra más de la intromisión de personas y organismos en cuestiones de política nacional y que venimos arrastrando desde la "revolución nacional" que, en cierto modo, legitimó esa intromisión con un gobierno movi-comunista y una falsa orientación anticomunista o proimperialista y que se sostuvo a través de varios y variados regímenes; a tal grado, que hasta para hacer una asonada cualquiera había que tener la venia de la Embajada y el permiso de los entrometidos. El TIPNIS nos muestra que no todo ha terminado y que la intromisión antinacional se quiere instalar de nuevo entre los bolivianos, como lo está intentando a lo largo y ancho del río Bravo y hacia el sur. Ecologistas, seudoecologistas, ambientalistas, seudoambientalistas, indigenistas, seudoindigenistas, no son más que mercadería de la misma canasta de la dominación.
domingo, 25 de marzo de 2012
LA CUESTIÓN DEL MAR
Después de la reacción majadera al Día del Mar; ahora algunos pretenden contagiar cierto pesimismo en cuanto a la demanda internacional en el Tribunal de La Haya y lo que hay que decir es que la causa de reivindicación marítima no puede fracasar por varios factores: 1o. Porque es de reparación histórica ante la invasión inglesa a través de la oligarquía sirviente de Chile; 2o. Porque ningún tratado es irrevisable y, peor todavía, cuando se impone al calor de las armas; 3o.- Porque el mismo tratado no incluye islas y otras propiedades usurpadas por la fuerza; 4o.- Porque, incluso aceptando el Tratado de 1904, no se ha cumplido y se ha usado parta el chantaje y 5o.- Porque será una prueba para ver si, a nivel internacional, todavía persiste el concepto tan manoseado de justicia.
No hay pues perspectivas de fracaso y por eso es precisamente que los gobernantes chilenos le temen a la demanda y porque va a revelar cómo la mayoría de sus gobiernos no han servido más que para la intermediación entre el poder imperial y la pobreza de su propio suelo; tal como se puede constatar ahora con las demandas de muchos pueblos olvidados, como los mapuches, y los porcentajes de cerca del 50% que muestra de pobreza y que desdice su supuesto ejemplo de desarrollo o crecimiento que se maneja sofísticamente y en favor de las corrientes del neoliberalismo.
Claro que todos estos argumentos no sirven para la majadería opositora que cumple el mismo papel que la oligarquía chilena: de sirvientes, de derrotados, de personas con alma de esclavo.
No hay pues perspectivas de fracaso y por eso es precisamente que los gobernantes chilenos le temen a la demanda y porque va a revelar cómo la mayoría de sus gobiernos no han servido más que para la intermediación entre el poder imperial y la pobreza de su propio suelo; tal como se puede constatar ahora con las demandas de muchos pueblos olvidados, como los mapuches, y los porcentajes de cerca del 50% que muestra de pobreza y que desdice su supuesto ejemplo de desarrollo o crecimiento que se maneja sofísticamente y en favor de las corrientes del neoliberalismo.
Claro que todos estos argumentos no sirven para la majadería opositora que cumple el mismo papel que la oligarquía chilena: de sirvientes, de derrotados, de personas con alma de esclavo.
sábado, 24 de marzo de 2012
EL DÍA DESPUÉS
Como era de esperar el enanismo intelectual de los que actúan en la llamada oposición partidista o, incluso, cívica, ha criticado el discurso presidencial por el Día del Mar porque, supuestamente, no dijo nada.
Aquí no se trata de defender a nadie; pero hasta los abogados más inexpertos se guardan sus tácticas y estrategias y es lógico, que el régimen actual no revele nada sobre la demanda que se debe interponer ante los organismos internacionales, buscando la reparación del asalto al territorio nacional por parte de los intereses de la corona inglesa y a través de la sirviente oligarquía que casi siempre ha estado ocupando el Palacio de La Moneda.
Nadie con dos dedos de frente podía pues esperar nada; lo que reitera que lo más lamentable de la politiquería nacional es que no hay oposición y el oficialismo puede y hace lo que quiere porque no encuentra esa contención que toda democracia requiere para ser más rica y efectiva. La culpa de los desaciertos, las falencias y deficiencias que se están dando son más el resultado de ese enanismo intelectual que de la probidad oficialista.
El "me opongo", sin saber siquiera de qué se trata, es una manía de la politiquería interna que mucho daño le ha hecho a la historia nacional y aunque el propio proceso de cambio nos daba la esperanza de que algunas cosas mudarían, parece ser que la oposición no acompaña para nada ese intento, cuando podía haber hecho del mismo un buen motivo para revelar, ahora sí, su ubicación ideológica, su disposición programática, su riqueza intelectual. Pero no; y esto es lo más lamentable. Podemos dolernos mucho de los yerros y hasta "chambonadas" del oficialismo; pero lo trágico es que no hay oposición ni opositores con un mínimo de neuronas funcionando.
Si no hay democracia es porque no hay oposición. Y no hay oposición porque no hay ideas. Y no hay ideas porque no hay formación política. ¡Qué triste el destino de Bolivia!
Aquí no se trata de defender a nadie; pero hasta los abogados más inexpertos se guardan sus tácticas y estrategias y es lógico, que el régimen actual no revele nada sobre la demanda que se debe interponer ante los organismos internacionales, buscando la reparación del asalto al territorio nacional por parte de los intereses de la corona inglesa y a través de la sirviente oligarquía que casi siempre ha estado ocupando el Palacio de La Moneda.
Nadie con dos dedos de frente podía pues esperar nada; lo que reitera que lo más lamentable de la politiquería nacional es que no hay oposición y el oficialismo puede y hace lo que quiere porque no encuentra esa contención que toda democracia requiere para ser más rica y efectiva. La culpa de los desaciertos, las falencias y deficiencias que se están dando son más el resultado de ese enanismo intelectual que de la probidad oficialista.
El "me opongo", sin saber siquiera de qué se trata, es una manía de la politiquería interna que mucho daño le ha hecho a la historia nacional y aunque el propio proceso de cambio nos daba la esperanza de que algunas cosas mudarían, parece ser que la oposición no acompaña para nada ese intento, cuando podía haber hecho del mismo un buen motivo para revelar, ahora sí, su ubicación ideológica, su disposición programática, su riqueza intelectual. Pero no; y esto es lo más lamentable. Podemos dolernos mucho de los yerros y hasta "chambonadas" del oficialismo; pero lo trágico es que no hay oposición ni opositores con un mínimo de neuronas funcionando.
Si no hay democracia es porque no hay oposición. Y no hay oposición porque no hay ideas. Y no hay ideas porque no hay formación política. ¡Qué triste el destino de Bolivia!
viernes, 23 de marzo de 2012
INVESTIGACIÓN Y RESULTADOS
En una entrevista por la televisión, el Fiscal de Distrito, prefirió ir por la bota al alcornoque, al estilo Sancho Panza, mientras la presentadora insistía en saber si había ya algún procesado por bloquear. Total, al parecer, el resultado es el que se esperaba: No hay Ministerio Público o defensa del orden institucional.
La cuestión es realmente seria porque implica que existe un evidente ambiente de discriminación donde el ciudadano común no tiene derechos, mientras otros se arrogan su representación y hacen lo que les place, esté o no de acuerdo a la ley y, supuestamente, porque manejan ciertas entidades que si bien emergieron para sustituir el sectarismo partidista, están cayendo en lo mismo.
Lo curioso es que esta siembra de discriminación e impunidad parece estar destinada a perjudicar a los mismos autores de ese condicionamiento, porque no hay que olvidar lo peligroso que es embarcar en la misma nave a los enemigos porque se darán modos para echar a pique el navío y el cuento del alacrán es aleccionador al respecto.
Entretanto, ¿qué se puede hacer? Está visto que nada porque los miembros del Gobierno están ciegos, sordos y mudos por conveniencia y porque, aun cuando se repiten las mismas caras de "transportistas" y "gremialistas" en los bloqueos o manifestaciones, no quieren ver toda esa conspiración que se maneja de manera subversiva y tiene gran potencial para terminar con la democracia, no con el régimen. Esto es lo preocupante y si vemos algunos ejemplos en el mundo, está visto que el sistema de participación tiene los días contados por decisión del gobierno mundial de las sombras.
No hay pues investigación solicitada por el Ministro de Gobierno y no habrá resultados; en una actitud suicida e inconveniente al bien común.
La cuestión es realmente seria porque implica que existe un evidente ambiente de discriminación donde el ciudadano común no tiene derechos, mientras otros se arrogan su representación y hacen lo que les place, esté o no de acuerdo a la ley y, supuestamente, porque manejan ciertas entidades que si bien emergieron para sustituir el sectarismo partidista, están cayendo en lo mismo.
Lo curioso es que esta siembra de discriminación e impunidad parece estar destinada a perjudicar a los mismos autores de ese condicionamiento, porque no hay que olvidar lo peligroso que es embarcar en la misma nave a los enemigos porque se darán modos para echar a pique el navío y el cuento del alacrán es aleccionador al respecto.
Entretanto, ¿qué se puede hacer? Está visto que nada porque los miembros del Gobierno están ciegos, sordos y mudos por conveniencia y porque, aun cuando se repiten las mismas caras de "transportistas" y "gremialistas" en los bloqueos o manifestaciones, no quieren ver toda esa conspiración que se maneja de manera subversiva y tiene gran potencial para terminar con la democracia, no con el régimen. Esto es lo preocupante y si vemos algunos ejemplos en el mundo, está visto que el sistema de participación tiene los días contados por decisión del gobierno mundial de las sombras.
No hay pues investigación solicitada por el Ministro de Gobierno y no habrá resultados; en una actitud suicida e inconveniente al bien común.
jueves, 22 de marzo de 2012
BLOQUEOS PRO BLOQUEOS
Un fantasma recorre por el mundo, es el fantasma del bloqueador; podríamos decir parafraseando cierto manifiesto, porque lo que está sucediendo no tiene antedentes en lo racional sino en la curiosidad social o psicológica.
Ahora resulta que los miembros de un "comité de vigilancia" de Cochabamba, sin decir esta piedra es mía, decretan un paro movilizado, como suele decir la demagogia, y sentencia a todos a otro perjuicio más, que se suma a los creados por los explotadores del transporte público, por desorientados dirigentes vecinales, sindicales o movimientistas que, voluntariamente, se ponen en contra de la ley que, felizmente para ellos, nadie hace cumplir, porque no existen fiscales o autoridades que hagan cumplir la majestad de la ley que, como decía Tamayo, es la única servidumbre que no mancha. Claro que también algún analista de la sicología social podría decir que es típico del cochabambinismo que, diferenciando de la cochabambinidad, hipertrofia los defectos y minimiza las virtudes. Pero los hechos están ahí: Un bloqueo, para que no hayan más bloqueos; una solicitud para una ley que está siendo analizada ya en su instancia correspondiente, es decir, no hay argumento legal para la barbaridad; pero ahí está.
¿Cómo excusar, porque justificar no se puede, la estulticia? En la disminución sofística del ambiente de legalidad por personas que, primero, no entienden su propio lenguaje; segundo, porque los subvertores se han disfrazado de demócratas y, tercero, porque el sectarismo vuelve ganar al bien común y también la politiquería a la política.
¿Qué hacer? Sólo hay dos opciones: reír o llorar.
Ahora resulta que los miembros de un "comité de vigilancia" de Cochabamba, sin decir esta piedra es mía, decretan un paro movilizado, como suele decir la demagogia, y sentencia a todos a otro perjuicio más, que se suma a los creados por los explotadores del transporte público, por desorientados dirigentes vecinales, sindicales o movimientistas que, voluntariamente, se ponen en contra de la ley que, felizmente para ellos, nadie hace cumplir, porque no existen fiscales o autoridades que hagan cumplir la majestad de la ley que, como decía Tamayo, es la única servidumbre que no mancha. Claro que también algún analista de la sicología social podría decir que es típico del cochabambinismo que, diferenciando de la cochabambinidad, hipertrofia los defectos y minimiza las virtudes. Pero los hechos están ahí: Un bloqueo, para que no hayan más bloqueos; una solicitud para una ley que está siendo analizada ya en su instancia correspondiente, es decir, no hay argumento legal para la barbaridad; pero ahí está.
¿Cómo excusar, porque justificar no se puede, la estulticia? En la disminución sofística del ambiente de legalidad por personas que, primero, no entienden su propio lenguaje; segundo, porque los subvertores se han disfrazado de demócratas y, tercero, porque el sectarismo vuelve ganar al bien común y también la politiquería a la política.
¿Qué hacer? Sólo hay dos opciones: reír o llorar.
miércoles, 21 de marzo de 2012
¿GOBIERNO MUNDIAL?
Si hiciésemos una encuesta sobre la existencia de un gobierno mundial, con seguridad que la mayoría de la gente se inclinaría porque no hay tal. Sin embargo, es cada vez más evidente que sí. Y las pruebas están en el llamado recetismo del FMI, que no se acata sólo en los países donde se asienta ese gobierno encriptado; en la cada vez más frecuente intromisión de la ONU en asuntos internos, y hasta bélicos, y que está en contra de sus estatutos y creación y en la labor muchas veces subversiva de las ONGs.
En el caso boliviano, la cuestión de la carretera entre Cochabamba-Beni, se ha convertido en la piedra de toque de la intromisión porque no sólo que se la ha desvirtuado completamente y convertido en un asunto absolutamente extraño (el TIPNIS) sino que se continúa insistiendo en esa intromisión a la que muchos se prestan por ingenuidad o ignorancia. Lo mismo pasa con las "recomendaciones" sobre la justicia; todavía no ha pasado ni un año de la elección del nuevo Órgano Judicial y ya se habla del deterioro de su administración cuando muchas nalgas ni siquiera se han acostumbrado a sus nuevos asientos y, como si fuera poco, no existe oposición seria, coherente y racional sino una simple majadería que puede estar bien para la politiquería que maneja el gobierno mundial, pero que es inconveniente a los intereses de la nación.
Para cualquier persona que se considere bien informada, la cuestión de la existencia o no de un gobierno encubierto que está poniendo a la humanidad y el planeta mismo en riesgo, es tan evidente que no necesita ni la razón griega, ni el arte latino o el cristianismo para percibir ese daño porque lo hace, precisamente, a caballo de lo que se llama la civilización occidental.
Lo malo es que echa un manto de duda sobre todo lo que el mundo cree haber conquistado para mejorar y no se presentan opciones alternativas para salir de esta crisis de materialismo ateo.
En el caso boliviano, la cuestión de la carretera entre Cochabamba-Beni, se ha convertido en la piedra de toque de la intromisión porque no sólo que se la ha desvirtuado completamente y convertido en un asunto absolutamente extraño (el TIPNIS) sino que se continúa insistiendo en esa intromisión a la que muchos se prestan por ingenuidad o ignorancia. Lo mismo pasa con las "recomendaciones" sobre la justicia; todavía no ha pasado ni un año de la elección del nuevo Órgano Judicial y ya se habla del deterioro de su administración cuando muchas nalgas ni siquiera se han acostumbrado a sus nuevos asientos y, como si fuera poco, no existe oposición seria, coherente y racional sino una simple majadería que puede estar bien para la politiquería que maneja el gobierno mundial, pero que es inconveniente a los intereses de la nación.
Para cualquier persona que se considere bien informada, la cuestión de la existencia o no de un gobierno encubierto que está poniendo a la humanidad y el planeta mismo en riesgo, es tan evidente que no necesita ni la razón griega, ni el arte latino o el cristianismo para percibir ese daño porque lo hace, precisamente, a caballo de lo que se llama la civilización occidental.
Lo malo es que echa un manto de duda sobre todo lo que el mundo cree haber conquistado para mejorar y no se presentan opciones alternativas para salir de esta crisis de materialismo ateo.
martes, 20 de marzo de 2012
ALMA DE ESCLAVO
Infelizmente, todavía en América Latina existen muchos con alma de esclavo y por eso es que promueven ser seguidores de Estados Unidos, de Rusia, China, Francia o el país de los cocos; porque no tienen el valor de aceptar que la libertad es, ante todo, autenticidad y supone una percepción propia sobre la realidad del mundo.
En el caso de Bolivia son muchos los politiqueros que querían que nos hagamos colonos del Norte, Estado Asociado decían para enmascarar su vergüenza; mientras otros creían que la URSS o el marxismo era el objetivo estratégico de la nación. Sin embargo, ni uno ni otro nos ofrecía verdadera independencia, soberanía para explotar nuestros recursos naturales, para pensar y decidir en función de la patria y el bien común y todo estaba en función si te alienabas o te alineabas.
De otro lado, hay muchos personajes de nuestra historia que nos aconsejaron ser auténticos, no seguidores de nadie aunque sin descartar la ciencia, el arte o la mitología de otras naciones; quizá, Tamayo es uno de los ejemplos más claros porque no sólo que dominaba la cosmogonía griega o latina sino también la andina y sus escritos se han enriquecido con reminiscencias más tiradas hacia la mentalidad oriental que occidental.
Pero aún hoy nos falta mucho para tener el valor de deshacernos de nuestra alma de esclavo y criticar a todo aquel que se entromete en nuestros asuntos, sea estadounidense, inglés, francés, ruso o lo que fuere y cuando algún mandatario nuestro hace una observación en ese sentido, en lugar de criticar, apoyar su opinión porque de eso trata la libertad: ser independiente y no tener que inclinar la columna ante nadie y para nada.
Como en todas partes, estas termitas son las que impiden nuestra verdadera liberación porque les parece más cómodo ser cerdo satisfecho que hombre desgraciado, como decía Unamuno.
En el caso de Bolivia son muchos los politiqueros que querían que nos hagamos colonos del Norte, Estado Asociado decían para enmascarar su vergüenza; mientras otros creían que la URSS o el marxismo era el objetivo estratégico de la nación. Sin embargo, ni uno ni otro nos ofrecía verdadera independencia, soberanía para explotar nuestros recursos naturales, para pensar y decidir en función de la patria y el bien común y todo estaba en función si te alienabas o te alineabas.
De otro lado, hay muchos personajes de nuestra historia que nos aconsejaron ser auténticos, no seguidores de nadie aunque sin descartar la ciencia, el arte o la mitología de otras naciones; quizá, Tamayo es uno de los ejemplos más claros porque no sólo que dominaba la cosmogonía griega o latina sino también la andina y sus escritos se han enriquecido con reminiscencias más tiradas hacia la mentalidad oriental que occidental.
Pero aún hoy nos falta mucho para tener el valor de deshacernos de nuestra alma de esclavo y criticar a todo aquel que se entromete en nuestros asuntos, sea estadounidense, inglés, francés, ruso o lo que fuere y cuando algún mandatario nuestro hace una observación en ese sentido, en lugar de criticar, apoyar su opinión porque de eso trata la libertad: ser independiente y no tener que inclinar la columna ante nadie y para nada.
Como en todas partes, estas termitas son las que impiden nuestra verdadera liberación porque les parece más cómodo ser cerdo satisfecho que hombre desgraciado, como decía Unamuno.
lunes, 19 de marzo de 2012
EL MEDIOEVO
Para quienes no concen la historia o la conocen parcialmente, es fácil decir, "como en el medioevo" para criticar algunas acciones de los hombres; pero si conocieran esa narración verdadera del transcurrir humano en el planeta, con seguridad que pensarían varias veces antes de etiquetar nada. Porque es precisamente al fin de la Edad Media y el origen del Renacimiento, que se le achaca un período que agudiza la decadencia de la especie y su permanente materialismo y esclavitud y no se puede negar que esa tendencia continúa, mucho más todavía si tenemos en cuenta a Spengler con su Decadencia de Occidente o algún otro historiador que no se deja llevar por fuegos fátuos.
Como varias veces dijimos, la ciencia actual no es ni la milésima parte del conocimiento del medioevo y si se ha impuesto es por la tiranía de la razón y la impostura porque, así como nada nuevo hay bajo el sol así también muchos descubrimientos de la ciencia actual no son sino redescubrimientos de un saber o una tecnologia anterior incluso a la actual historia, por lo que cada vez más se tiende a hablar de la protohistoria para situar algunas civilizaciones a las que ya no se les puede negar nada, como la egipcia, la maya, la azteca o la tiwanakota que, por lo poco que aún sabemos, deben haber estado miles de años delante de la arrogante civilización actual.
No hay que dejarse llevar por calificativos como en el medioevo o como en la barbarie, que todavía nadie ha demostrado que esas épocas hayan sido peores que la que sufrimos, más que vivimos, en estos días de tiranía economicista y mercantil, de mano de los especuladores y materialistas de la derecha como de la izquierda.
Quienes en Bolivia sepan lo que es el CISA pueden atestiguar que las civilizaciones anteriores de nuestras tierras eran más sabias y altamente técnicas.
Como varias veces dijimos, la ciencia actual no es ni la milésima parte del conocimiento del medioevo y si se ha impuesto es por la tiranía de la razón y la impostura porque, así como nada nuevo hay bajo el sol así también muchos descubrimientos de la ciencia actual no son sino redescubrimientos de un saber o una tecnologia anterior incluso a la actual historia, por lo que cada vez más se tiende a hablar de la protohistoria para situar algunas civilizaciones a las que ya no se les puede negar nada, como la egipcia, la maya, la azteca o la tiwanakota que, por lo poco que aún sabemos, deben haber estado miles de años delante de la arrogante civilización actual.
No hay que dejarse llevar por calificativos como en el medioevo o como en la barbarie, que todavía nadie ha demostrado que esas épocas hayan sido peores que la que sufrimos, más que vivimos, en estos días de tiranía economicista y mercantil, de mano de los especuladores y materialistas de la derecha como de la izquierda.
Quienes en Bolivia sepan lo que es el CISA pueden atestiguar que las civilizaciones anteriores de nuestras tierras eran más sabias y altamente técnicas.
domingo, 18 de marzo de 2012
RESPONSABILIDADES CIVILES Y PENALES
Como dijimos, parece que en Bolivia todos nos hemos vuelto derechistas pues sólo exigimos derechos pero no cumplimos con nuestros deberes y, por tanto, responsabilidades. Es lo que pasa cuando los bloqueos, las tomas de pozos petroleros, las huelgas que afectan servicios esenciales, causan daño al Estado que no sólo está tipificado como tal en el Código Penal sino que se debe extender al Código Civil para la reparación correspondiente.
¿Quién correrá con los gastos de los perjuicios ocasionados por unos cuantos irresponsable en el bloqueo de Colcapirhua? Porque desde algunas monedas hasta varios cientos de miles, es lo que se puede cuantificar por las pérdidas ocasionadas en el tránsito de mercaderías, en el transporte de estudiantes y trabajadores, incluso, en la pérdida de vidas humanas y heridos en un accidente de tránsito atribuible a ese bloqueo ilegal y completamente irresponsable.
Ahora que tanto nos preocupa la inseguridad ciudadana, de la que son parte también los bloqueos, las huelgas, los paros, debiéramos preguntarnos quienes son los encargados de aplicar los códigos en vigencia y de imponer las sanciones correspondientes y mantener la institucionalidad del Estado, en lugar de buscar chivos expiatorios o, demagógica y fácilmente, atribuirle todo al "gobierno" sin siquiera precisar dónde exactamente, como hace la inepta oposición.
Mientras no haya una correspondencia entre derechos y deberes y no se apliquen las leyes correspondientes a la ausencia de los últimos y exceso de los primeros, seguiremos en la cuerda floja no sólo de la institucionalidad sino de la propia democracia y no hay duda que esta situación no se debe a determinado gobierno sino a la inteligencia y conocimiento de cada ciudadano.
Tanto el Código Penal como el Civil no deben ser de simple adorno.
¿Quién correrá con los gastos de los perjuicios ocasionados por unos cuantos irresponsable en el bloqueo de Colcapirhua? Porque desde algunas monedas hasta varios cientos de miles, es lo que se puede cuantificar por las pérdidas ocasionadas en el tránsito de mercaderías, en el transporte de estudiantes y trabajadores, incluso, en la pérdida de vidas humanas y heridos en un accidente de tránsito atribuible a ese bloqueo ilegal y completamente irresponsable.
Ahora que tanto nos preocupa la inseguridad ciudadana, de la que son parte también los bloqueos, las huelgas, los paros, debiéramos preguntarnos quienes son los encargados de aplicar los códigos en vigencia y de imponer las sanciones correspondientes y mantener la institucionalidad del Estado, en lugar de buscar chivos expiatorios o, demagógica y fácilmente, atribuirle todo al "gobierno" sin siquiera precisar dónde exactamente, como hace la inepta oposición.
Mientras no haya una correspondencia entre derechos y deberes y no se apliquen las leyes correspondientes a la ausencia de los últimos y exceso de los primeros, seguiremos en la cuerda floja no sólo de la institucionalidad sino de la propia democracia y no hay duda que esta situación no se debe a determinado gobierno sino a la inteligencia y conocimiento de cada ciudadano.
Tanto el Código Penal como el Civil no deben ser de simple adorno.
sábado, 17 de marzo de 2012
UN POLICÍA - UN CIUDADANO
De acuerdo a la mentalidad de algunas personas, la única forma de garantizar la seguridad sería que cada ciudadano tenga un policía a su lado; pero eso no es más que simple estulticia. Porque la baja calidad de los miembros de la policía no mejorará mientras no se introduzcan reformas en su propia formación pues otros cuerpos de este tipo en el mundo, no necesitan, a veces, incluso de armas o gran número para ser sumamente eficientes; es el caso de los ingleses que repetidamente han mostrado su buena preparación y calidad. De otro lado, mientras el sistema judicial no funcione podemos elaborar las mejores leyes, hacer las mejores teorías pero todo en saco roto porque jueces y fiscales no quieren estar del lado que legalmente debieran estar, al menos en su gran mayoría y, al parecer, prefieren hacer negocios.
Así pues, policías y sistema judicial no sólo son los dos grandes problemas de la inseguridad sino también esa visión simplona de ver las cosas, cuando la realidad hace tiempo que nos está encarando con otras causas: la falta de justicia social, por ejemplo, que no depende ni de uno ni de otros pero que, en cierto modo, puede estar influyendo para el crecimiento de la delincuencia aunque también habría que estudiar otras como la influencia consumista de los medios de comunicación, la erección de falsos ídolos o modelos de perfección o bienestar y la lamentable disminución de las responsabilidades respectivas de parte de los padres que, igual que sus hijos, se han hecho esclavos del materialismo consumista y descuidan sus principales tareas.
Antes que más policías hay que pensar en reponer la institucionalidad en la vida cotidiana y liberarse de la tiranía del mercado que es la gran distorsión en el día a día.
Así pues, policías y sistema judicial no sólo son los dos grandes problemas de la inseguridad sino también esa visión simplona de ver las cosas, cuando la realidad hace tiempo que nos está encarando con otras causas: la falta de justicia social, por ejemplo, que no depende ni de uno ni de otros pero que, en cierto modo, puede estar influyendo para el crecimiento de la delincuencia aunque también habría que estudiar otras como la influencia consumista de los medios de comunicación, la erección de falsos ídolos o modelos de perfección o bienestar y la lamentable disminución de las responsabilidades respectivas de parte de los padres que, igual que sus hijos, se han hecho esclavos del materialismo consumista y descuidan sus principales tareas.
Antes que más policías hay que pensar en reponer la institucionalidad en la vida cotidiana y liberarse de la tiranía del mercado que es la gran distorsión en el día a día.
viernes, 16 de marzo de 2012
"VULNERAR DERECHOS"
"Estamos siendo vulnerados en nuestros derechos", es la manida excusa de la demagogia actual de los que confunden, por ignorancia o estulticia, la libertad con el libertinaje y conspiran contra la democracia, la misma que dicen defender.
Aparte de que casi nunca explican cuáles derechos podrían estar siendo conculcados; no hay que olvidar que mientras el dicho popular dice "respetos guardan respetos", Juárez decía que el respeto al derecho ajeno es la paz. Pero no, cualquier dirigentillo puede alzarse con la excusa para subvertir el orden, para conculcar los derechos constitucionales de la colectividad entera, para causar daño económico al Estado, como viene sucediendo demasiado frecuentemente con tanto bloqueo, paro o manifestación cotidiana que tienen que soportar los ciudadanos sin que nadie haga nada. El llamado Ministerio Público anda criando arañas, por lo que se ve, porque no actúa como debiera hacerlo en defensa del bien común, de la seguridad ciudadana, de los intereses del Estado que, hay que decirlo mil veces, no son los del Gobierno sino de todos quienes habitamos un territorio y aceptamos acatar las leyes legítimamente promulgadas.
Lo del "sindicalismo", los "movimientos sociales", el "civismo", el "liderazgo", se ha convertido así en un negocio que se maneja a capricho de la delincuencia, de la impostura y la usurpación y la institucionalidad del Estado es cada vez más discutible porque que no basta tener leyes si no hay quien las haga cumplir.
La "reivindicación" está dando paso a la conspiración, la subversión y la anarquía, que son la materia prima del golpismo que ha asolado nuestras naciones a este lado del río Bravo, para beneficio de las transnacionales del otro.
Aparte de que casi nunca explican cuáles derechos podrían estar siendo conculcados; no hay que olvidar que mientras el dicho popular dice "respetos guardan respetos", Juárez decía que el respeto al derecho ajeno es la paz. Pero no, cualquier dirigentillo puede alzarse con la excusa para subvertir el orden, para conculcar los derechos constitucionales de la colectividad entera, para causar daño económico al Estado, como viene sucediendo demasiado frecuentemente con tanto bloqueo, paro o manifestación cotidiana que tienen que soportar los ciudadanos sin que nadie haga nada. El llamado Ministerio Público anda criando arañas, por lo que se ve, porque no actúa como debiera hacerlo en defensa del bien común, de la seguridad ciudadana, de los intereses del Estado que, hay que decirlo mil veces, no son los del Gobierno sino de todos quienes habitamos un territorio y aceptamos acatar las leyes legítimamente promulgadas.
Lo del "sindicalismo", los "movimientos sociales", el "civismo", el "liderazgo", se ha convertido así en un negocio que se maneja a capricho de la delincuencia, de la impostura y la usurpación y la institucionalidad del Estado es cada vez más discutible porque que no basta tener leyes si no hay quien las haga cumplir.
La "reivindicación" está dando paso a la conspiración, la subversión y la anarquía, que son la materia prima del golpismo que ha asolado nuestras naciones a este lado del río Bravo, para beneficio de las transnacionales del otro.
jueves, 15 de marzo de 2012
PATEAR AL CAÍDO
Esto de patear al caído o de hacer leña del árbol caído, es un "deporte" que los latinoamericanos hemos adquirido seguramente de nuestra "herencia hispánica"; porque los lazos sociales y la organización del Incario no permitían estas acciones.
Un magistrado boliviano, en un momento de aguda estulticia, ha asegurado que consulta sus fallos judiciales con la hoja de coca y aunque no habría nada que objetar porque todo sale de la formación cultural de cada uno y se puede ser estrictamente ortodoxo o iconoclasta, como muchas veces se ha visto en la historia; pues ha sido motivo para que el mundo se le venga encima y más todavía los que no tienen una identidad definida y no se termina todavía de darle palos al pobre.
¡Qué mala leche! Diría alguien para hacer más gráfica la situación del pobre personaje porque queriendo ser auténtico, tal vez, resultó haciendo el ridículo. Y es que nos negamos a entender la realidad del mundo. A partir del Renacimiento se ha sustituido la intuición por la razón, la magia por la supuesta objetividad y sofisticados con estas "maravillas" hemos perdido el rumbo de la humanidad y nos hemos hecho simples esclavos del materialismo. Con razón a principios del siglo XVI alguien decía que la ignorancia se había titulado porque cualquier zopenco aparecía con cartones falsos o legítimos pero que no daban ninguna cuenta de idoneidad. Sigue pasando lo mismo y hay "intelectuales" que, las más de las veces, sueltan la carcajada, aunque casi nunca sepan de qué se están riendo; si del ridículo ajeno o del propio porque basta ver las noticias para percibir cómo algunos están descubriendo su propia estupidez.
Un magistrado boliviano, en un momento de aguda estulticia, ha asegurado que consulta sus fallos judiciales con la hoja de coca y aunque no habría nada que objetar porque todo sale de la formación cultural de cada uno y se puede ser estrictamente ortodoxo o iconoclasta, como muchas veces se ha visto en la historia; pues ha sido motivo para que el mundo se le venga encima y más todavía los que no tienen una identidad definida y no se termina todavía de darle palos al pobre.
¡Qué mala leche! Diría alguien para hacer más gráfica la situación del pobre personaje porque queriendo ser auténtico, tal vez, resultó haciendo el ridículo. Y es que nos negamos a entender la realidad del mundo. A partir del Renacimiento se ha sustituido la intuición por la razón, la magia por la supuesta objetividad y sofisticados con estas "maravillas" hemos perdido el rumbo de la humanidad y nos hemos hecho simples esclavos del materialismo. Con razón a principios del siglo XVI alguien decía que la ignorancia se había titulado porque cualquier zopenco aparecía con cartones falsos o legítimos pero que no daban ninguna cuenta de idoneidad. Sigue pasando lo mismo y hay "intelectuales" que, las más de las veces, sueltan la carcajada, aunque casi nunca sepan de qué se están riendo; si del ridículo ajeno o del propio porque basta ver las noticias para percibir cómo algunos están descubriendo su propia estupidez.
miércoles, 14 de marzo de 2012
LAMENTABLES DISTORSIONES
Uno de los factores que ha hecho fracasar varios intentos por cambiar las cosas en nuestro medio, es la distorsión. Que desvía de sus objetivos específicos organizaciones sindicales, corporativas, cívicas y hasta partidarias. Ha sucedido a lo largo de nuestra historia y, al parecer, tampoco ahora nos salvaremos de estas irresponsables hipertrofias y abusos.
Aunque no es el mejor ambiente el que vivimos en Bolivia, donde se intentaba un proceso de cambio, no hay duda que se podía aprovechar mejor para el cometido de sustituir el sectarismo partidista, la manipulación, la dependencia; pero no, ahí están, hasta casi diríamos los mismos, que abusando de su situación de dirigentes sindicales, extorsionan, chantajean, amenazan, delinquen sin ningún rubor en el rostro y ponen en riesgo no únicamente la posibilidad de cambio sino el sistema democrático; porque bloquear calles y avenidas, como están haciendo en Cochabamba los explotadores del transporte público y los que no quieren sujetarse a la ley en cuestiones de límites, es arriesgar la democracia para que algún vivo nos venga con que no sabemos vivir en democracia y nos elija un tiranuelo de la peor especie; claro que algunos "dirigentes de los chóferes" podrán pedirle la medida de sus pantalones pues está visto que ellos no comparten las bondades del sistema de representación en el gobierno y prefieren vivir a la sombra de tiranos.
Independientemente de la estupidez de estas pocas personas o su ignorancia supina, lo que se pone en juicio es el sistema de organización social; el sindicato, el comité, la asociación y otros organismos de participación ciudadana que hacen al sistema democrático.
Aunque no es el mejor ambiente el que vivimos en Bolivia, donde se intentaba un proceso de cambio, no hay duda que se podía aprovechar mejor para el cometido de sustituir el sectarismo partidista, la manipulación, la dependencia; pero no, ahí están, hasta casi diríamos los mismos, que abusando de su situación de dirigentes sindicales, extorsionan, chantajean, amenazan, delinquen sin ningún rubor en el rostro y ponen en riesgo no únicamente la posibilidad de cambio sino el sistema democrático; porque bloquear calles y avenidas, como están haciendo en Cochabamba los explotadores del transporte público y los que no quieren sujetarse a la ley en cuestiones de límites, es arriesgar la democracia para que algún vivo nos venga con que no sabemos vivir en democracia y nos elija un tiranuelo de la peor especie; claro que algunos "dirigentes de los chóferes" podrán pedirle la medida de sus pantalones pues está visto que ellos no comparten las bondades del sistema de representación en el gobierno y prefieren vivir a la sombra de tiranos.
Independientemente de la estupidez de estas pocas personas o su ignorancia supina, lo que se pone en juicio es el sistema de organización social; el sindicato, el comité, la asociación y otros organismos de participación ciudadana que hacen al sistema democrático.
martes, 13 de marzo de 2012
INTOLERANCIA
Ayer muchos bolivianos "pijcharon" coca para apoyar al gobierno en la despenalización de este recurso natural que se ha condenado injusta y absurdamente por organismos internacionales que, siguiendo con su mentalidad, debieran hacer lo mismo con el azufre, el hierro, el radio, el polonio y un sinfín de elementos que sirven para la destrucción cuando se los emplea mal; pero que también pueden servir al hombre para la paz o la salud; que es el caso de la coca.
En Santa Cruz, algunos individuos quisieron salir en defensa no sabemos de qué e intentaron frenar esta demostración con argumentos que dan lástima, pues no hacen otra cosa que mostrar su ignorancia, el desconocimiento de su propia realidad y su intolerancia. Porque en Santa Cruz, como en cualquier otro departamento, se mastica coca por varias razones: tradicionales, para combatir el hambre y la sed, para la diabetes o como digestivo. De ahí a que todos la mastiquen es cierto que no es real; pero eso es otra cosa.
Lo que queremos puntualizar es la intolerancia, la ausencia argumental, la falta de identidad. Porque algunas personas salen por peteneras con eso de que somos tal o cual cosa, sabiendo que dentro de su territorio conviven diversas corrientes originarias en mayor o menor cantidad que, a la hora de querer reclamar o reivindicar algo, no aparecen; es el caso de los chaqueños que, repartidos por varios departamentos, apenas si se los nombra cuando se habla de naciones o de etnias y se trata de excusar esto o aquello.
La intolerancia es una muestra no sólo de ignorancia sino también de irracionalidad; pero por lo que se ve todavía hay algunos que se muestran así cuando estamos en un régimen que, sin ser lo ideal, trata precisamente de fomentar la tolerancia y la convivencia. Pobres tipos.
En Santa Cruz, algunos individuos quisieron salir en defensa no sabemos de qué e intentaron frenar esta demostración con argumentos que dan lástima, pues no hacen otra cosa que mostrar su ignorancia, el desconocimiento de su propia realidad y su intolerancia. Porque en Santa Cruz, como en cualquier otro departamento, se mastica coca por varias razones: tradicionales, para combatir el hambre y la sed, para la diabetes o como digestivo. De ahí a que todos la mastiquen es cierto que no es real; pero eso es otra cosa.
Lo que queremos puntualizar es la intolerancia, la ausencia argumental, la falta de identidad. Porque algunas personas salen por peteneras con eso de que somos tal o cual cosa, sabiendo que dentro de su territorio conviven diversas corrientes originarias en mayor o menor cantidad que, a la hora de querer reclamar o reivindicar algo, no aparecen; es el caso de los chaqueños que, repartidos por varios departamentos, apenas si se los nombra cuando se habla de naciones o de etnias y se trata de excusar esto o aquello.
La intolerancia es una muestra no sólo de ignorancia sino también de irracionalidad; pero por lo que se ve todavía hay algunos que se muestran así cuando estamos en un régimen que, sin ser lo ideal, trata precisamente de fomentar la tolerancia y la convivencia. Pobres tipos.
lunes, 12 de marzo de 2012
EN EL ESPEJO
Mirarse en el espejo es, aunque no se crea, una actividad que muchos no quieren hacer; aunque pasen horas ante él para contemplarse. Y es que no sólo el espejo refleja la imagen más o menos real del individuo sino que sirve también para distorsionarla de acuerdo a las conveniencias del espectador; así una vieja puede verse cada vez más joven o una joven puede aterrorizarse ante las primeras canas o arrugas. Todo es pues cuestión más bien sicológica que objetiva.
Lo mismo pasa con los pueblos; Argentina con su Proyecto Nacional de la Universidad de Tucumán, que definía al argentino que: "aquel que menos argentino es", por la gran migración y mestización que sufrieron; el Perú con su Proyecto Inca que fue abandonado o Bolivia que no puede recoger el legado de Franz Tamayo y la redención del indio y, consiguiente, valorización del mestizo.
Hoy el censo nos pone ante la misma situación de negación; no se quiere introducir la palabra mestizo no únicamente por ignorancia sino porque se juegan unos intereses liberales y, paradójicamente, de lucha de clases, que se prefiere mantener es estato quo y no admitir que la Constitución neoliberal aprobada hace poco, fue un error de magnitud que todavía no está causando todo el daño que puede causar por la intromisión de organismos no gubermentales, por la incapacidad de la mayoría de los constituyentes y la falta de preparación de casi todos ellos; sean del llamado oficialismo o la oposición.
Pero vernos en el espejo y admitir lo que vemos, es la única manera de ser revolucionarios, auténticos, originarios porque a partir de esa identidad hay que reconstruir el Estado, la política, el porvenir y muchos le temen a eso y por eso es que quieren hacer del censo lo que muchas veces se hizo en la historia de la humanidad: iniciar la persecución de los no gratos; como cuando se anunciaba el nacimiento del Redentor, se hacía listas de los "progroms" o de los "contrarevolucionarios" y que, en el caso de Bolivia, dio también inicio a la apertura de las cárceles y campos de concentración para quienes estaban en contra de la dependencia y el partidismo sectario, como en el llamado doble sexenio.
Lo mismo pasa con los pueblos; Argentina con su Proyecto Nacional de la Universidad de Tucumán, que definía al argentino que: "aquel que menos argentino es", por la gran migración y mestización que sufrieron; el Perú con su Proyecto Inca que fue abandonado o Bolivia que no puede recoger el legado de Franz Tamayo y la redención del indio y, consiguiente, valorización del mestizo.
Hoy el censo nos pone ante la misma situación de negación; no se quiere introducir la palabra mestizo no únicamente por ignorancia sino porque se juegan unos intereses liberales y, paradójicamente, de lucha de clases, que se prefiere mantener es estato quo y no admitir que la Constitución neoliberal aprobada hace poco, fue un error de magnitud que todavía no está causando todo el daño que puede causar por la intromisión de organismos no gubermentales, por la incapacidad de la mayoría de los constituyentes y la falta de preparación de casi todos ellos; sean del llamado oficialismo o la oposición.
Pero vernos en el espejo y admitir lo que vemos, es la única manera de ser revolucionarios, auténticos, originarios porque a partir de esa identidad hay que reconstruir el Estado, la política, el porvenir y muchos le temen a eso y por eso es que quieren hacer del censo lo que muchas veces se hizo en la historia de la humanidad: iniciar la persecución de los no gratos; como cuando se anunciaba el nacimiento del Redentor, se hacía listas de los "progroms" o de los "contrarevolucionarios" y que, en el caso de Bolivia, dio también inicio a la apertura de las cárceles y campos de concentración para quienes estaban en contra de la dependencia y el partidismo sectario, como en el llamado doble sexenio.
domingo, 11 de marzo de 2012
¡QUÉ POBRE OPOSICIÓN!
No es sólo el caso de Bolivia sino que en el mundo, la politiquería anda peor. Para citar algunos ejemplos, en España y ante la impotencia e incapacidad de la oposición al gobierno del PSOE, tuvieron que ser los indignados quienes marcaran la pauta que, sin embargo, no pudieron arrebatar el comercio de la democracia a los partidos; en Argentina, la viuda no tiene opositores ni en los partidos ni en los sindicatos que fungen como tales; lo mismo pasa en Venezuela y, en nuestro país, es ridícula la actitud de quienes se dicen opositores y no llegan sino a la majadería y podríamos seguir con una lista que, por lo demás, nos está llevando a la creación de dinastías familiares en el poder; igual que las monarquías.
El oficialismo, de este modo, tiene el camino expedito para hacer lo que se le antoje, esté bien o mal, porque no tiene oposición ninguna; ni en el gobierno central, ni en los comunales o departamentales. Lo más que podemos percibir es cierta reacción de quienes tienen secuestrado el sindicalismo para hacer lo mismo que siempre han hecho por décadas: usufructuar de cuotas, viáticos y muchas otras granjerías que no se acaban y que se excusan en teorías manejadas a conveniencia.
¿Qué podemos esperar, entonces, de la politiquería? Pues nada bueno porque se está demostrando que es lo mismo en el oficialismo, en los partidos, en los "sindicatos" o los "movimientos sociales"; un buen caldo de cultivo para alentar una verdadera y real revolución que cambie los sofismas y eufemismos que la politiquería emplea para sustituir la política y que, aunque no se crea, está entre las "predicciones" de los mayas en cuanto al final e inicio de ciclos de la humanidad en la tierra.
El oficialismo, de este modo, tiene el camino expedito para hacer lo que se le antoje, esté bien o mal, porque no tiene oposición ninguna; ni en el gobierno central, ni en los comunales o departamentales. Lo más que podemos percibir es cierta reacción de quienes tienen secuestrado el sindicalismo para hacer lo mismo que siempre han hecho por décadas: usufructuar de cuotas, viáticos y muchas otras granjerías que no se acaban y que se excusan en teorías manejadas a conveniencia.
¿Qué podemos esperar, entonces, de la politiquería? Pues nada bueno porque se está demostrando que es lo mismo en el oficialismo, en los partidos, en los "sindicatos" o los "movimientos sociales"; un buen caldo de cultivo para alentar una verdadera y real revolución que cambie los sofismas y eufemismos que la politiquería emplea para sustituir la política y que, aunque no se crea, está entre las "predicciones" de los mayas en cuanto al final e inicio de ciclos de la humanidad en la tierra.
sábado, 10 de marzo de 2012
MÁS CIUDADES
Sí, el mundo necesita de más ciudades; pero no urbes ni grandes sino pequeñas o medianas y que no tengan los problemas de hacinamiento y promiscuidad que son las características de las actualmente existentes, es decir, se debe volver a la ciudad productiva. Y cuando hablamos de ella no nos referimos a una contaminada por los humos o los residuos de la industria minera o petrolera sino aquella en que se pueda habilitar un huerto familiar, que es la nueva tendencia en contra de la agricultura supercontaminada y contaminante y el manejo especulativo de los precios, lo que no quiere decir que no se dedique también al valor agregado de los recursos naturales
En el caso de Bolivia, necesitamos nuevas ciudades en las fronteras con Chile, con Paraguay, con Brasil y también con Perú y Argentina y que tengan las características que decimos, para no convertirse en lo que actualmente algunas se han convertido: simples pasos de contrabando y tráfico de toda clase de mercaderías. Porque otra de las características que debiera cumplir una nueva ciudad, es la protección del mercado y la industria nacional y, por ende, de la economía interna. En nuestro caso la falta de ocupación territorial ha causado nuestros problemas fronterizos y ha condicionado, incluso, la usurpación y la invasión armada, que no están lejos si continuamos dando las espaldas a nuestros límites y ahora es oportuno aprovechar la capacidad de inversión del Estado, para crear estas fronteras que, en lo principal, servirían para eliminar de raíz muchos de los problemas actuales de ciudades como La Paz, El Alto, Cochabamba o Santa Cruz y que se vienen contagiando hasta en pequeñas poblaciones o capitales provinciales.
De otro lado, la creación de nuevas ciudades puede disminuir, cuando no eliminar, la migración a los barrios marginales de países vecinos o a la inseguridad laboral que es lo único que ofrecen otras ciudades del mundo y que los emigrados tienen que aceptar porque no les dan opciones propias, como pueden ser las ciudades a crear.
En el caso de Bolivia, necesitamos nuevas ciudades en las fronteras con Chile, con Paraguay, con Brasil y también con Perú y Argentina y que tengan las características que decimos, para no convertirse en lo que actualmente algunas se han convertido: simples pasos de contrabando y tráfico de toda clase de mercaderías. Porque otra de las características que debiera cumplir una nueva ciudad, es la protección del mercado y la industria nacional y, por ende, de la economía interna. En nuestro caso la falta de ocupación territorial ha causado nuestros problemas fronterizos y ha condicionado, incluso, la usurpación y la invasión armada, que no están lejos si continuamos dando las espaldas a nuestros límites y ahora es oportuno aprovechar la capacidad de inversión del Estado, para crear estas fronteras que, en lo principal, servirían para eliminar de raíz muchos de los problemas actuales de ciudades como La Paz, El Alto, Cochabamba o Santa Cruz y que se vienen contagiando hasta en pequeñas poblaciones o capitales provinciales.
De otro lado, la creación de nuevas ciudades puede disminuir, cuando no eliminar, la migración a los barrios marginales de países vecinos o a la inseguridad laboral que es lo único que ofrecen otras ciudades del mundo y que los emigrados tienen que aceptar porque no les dan opciones propias, como pueden ser las ciudades a crear.
viernes, 9 de marzo de 2012
DERECHOS Y DEBERES
Desde la década de los ochenta, la sociedad se ha vuelto derechista, en regímenes teóricamente izquierdistas. Y no nos referimos a la alienación con el economicismo capitalista o la confusión socialista del marxismo sino a la posición en cuanto a derechos y deberes. Desde entonces, se reclama repetidamente y hasta con la fuerza sobre los derechos; pero no se quiere reconocer que los mismos involucran implícitamente los deberes.
Por eso es que el "sindicalismo", antes que una representación o reivindicación gremial se ha vuelto un negocio donde se juegan viáticos, cuotas, comisiones y hasta "coimisiones" y, lógicamente, no se ejerce en representación de los trabajadores o sus derechos y deberes sino en función de las ganancias que, de alguna manera, siempre caen entre quienes se han dedicado a esa profesión; porque en eso se ha convertido la "dirigencia".
Lo malo es que esta nueva forma de negociar los intereses colectivos se hace en detrimento del bien común, de la voluntad general y, finalmente y lo más preocupante, de la soberanía. Porque desde Rousseau sabemos que nuestra libertad, la delegación de parte de nuestra soberanía, implica una toma de responsabilidades que no sólo tienen que ver con la sujeción a la autoridad sino con el respeto a las leyes. Y esto último es lo que no viene ocurriendo últimamente con la posición y las acciones de varios "sindicatos" que conculcan los derechos de otros en detrimento del bien común, de la institucionalidad, del sistema de gobierno. Es lo que está aconteciendo con "arroceros", "ambientalistas" o "transportistas" que, para obtener sus fines sectarios no dudan un minuto en afectar los intereses de la colectividad, del Estado, del bien común. Y este no es el mejor ambiente para la vigencia de los derechos y deberes que dependen unos de otros.
Por eso es que el "sindicalismo", antes que una representación o reivindicación gremial se ha vuelto un negocio donde se juegan viáticos, cuotas, comisiones y hasta "coimisiones" y, lógicamente, no se ejerce en representación de los trabajadores o sus derechos y deberes sino en función de las ganancias que, de alguna manera, siempre caen entre quienes se han dedicado a esa profesión; porque en eso se ha convertido la "dirigencia".
Lo malo es que esta nueva forma de negociar los intereses colectivos se hace en detrimento del bien común, de la voluntad general y, finalmente y lo más preocupante, de la soberanía. Porque desde Rousseau sabemos que nuestra libertad, la delegación de parte de nuestra soberanía, implica una toma de responsabilidades que no sólo tienen que ver con la sujeción a la autoridad sino con el respeto a las leyes. Y esto último es lo que no viene ocurriendo últimamente con la posición y las acciones de varios "sindicatos" que conculcan los derechos de otros en detrimento del bien común, de la institucionalidad, del sistema de gobierno. Es lo que está aconteciendo con "arroceros", "ambientalistas" o "transportistas" que, para obtener sus fines sectarios no dudan un minuto en afectar los intereses de la colectividad, del Estado, del bien común. Y este no es el mejor ambiente para la vigencia de los derechos y deberes que dependen unos de otros.
jueves, 8 de marzo de 2012
CONTRA LAS PUERTAS
No es primera vez ni va a ser la última que muchos postulantes a la universidad sean reprobados en los exámenes de ingreso porque no sólo que el sistema educativo del país sigue con deficiencias sino porque, curiosamente, las mismas carreras de hace décadas siguen siendo la preferidas, como Derecho, Medicina, Economía, cuando las necesidades de la industria debieran condicionar un abanico de carreras de licenciatura o los varios niveles de técnico en cuestiones más bien de tecnología; pero no es así y, lo peor, es que algunos padres apoyan la incapacidad de sus hijos con supuestas situaciones de discriminación, preferencias o malos manejos que, también algunas veces, se ha dado en los campus universitarios.
Lo que pasa, estructuralmente, es que el sistema de educación en Bolivia se sigue manejando con intereses "sindicalistas", de los que han hecho feudo corrientes seudo trotskistas o comunistas con el único afán de hacerse de las cuotas de miles de profesores que no participan de esos manejos y, es más, los repudian pero no hacen nada para cambiar la impostura.
Lo primero, por lo tanto, para reformar la educación, es devolverla a quienes pueden mejorarla, es decir, los verdaderos maestros, los pedagogos y las autoridades administrativas del Estado, que son quienes pueden hacer que venza su situación de dependencia partidista y se adecúe mejor a las necesidades y expectativas de los niños y jóvenes del país. Mientras tanto, todavía quedan miles de estudiantes que se darán de narices contra las puertas de la "U".
Lo que pasa, estructuralmente, es que el sistema de educación en Bolivia se sigue manejando con intereses "sindicalistas", de los que han hecho feudo corrientes seudo trotskistas o comunistas con el único afán de hacerse de las cuotas de miles de profesores que no participan de esos manejos y, es más, los repudian pero no hacen nada para cambiar la impostura.
Lo primero, por lo tanto, para reformar la educación, es devolverla a quienes pueden mejorarla, es decir, los verdaderos maestros, los pedagogos y las autoridades administrativas del Estado, que son quienes pueden hacer que venza su situación de dependencia partidista y se adecúe mejor a las necesidades y expectativas de los niños y jóvenes del país. Mientras tanto, todavía quedan miles de estudiantes que se darán de narices contra las puertas de la "U".
miércoles, 7 de marzo de 2012
PROFESIÓN Y HERRAMIENTAS
Esto del lenguaje es realmente preocupante porque vivimos el "boom" de las comunicaciones, como se suele decir repetidamente; pero que no se detiene a revisar si el lenguaje, la principal herramienta de esta insurgencia, se maneja adecuadamente.
Porque no es cuestión de tratar de mostrar "creatividad" sustituyendo una q por una k o cosas por el estilo, de la más vulgar imitación, sino de hacerse entender mejor porque la comunicación trata de eso: informar, haciéndose entender; porque de nada vale hacer un discurso con palabras rebuscadas, cuando muy bien se puede decir lo mismo de la manera sencilla y comprensible. Del mismo modo, no hay por qué ser soez si se puede decir lo mismo de manera más sutil e igualmente comprensiva; por ejemplo, se puede decir de cierta persona que es un trota conventos, un alcahucil, alcalde o alcanfor si se ocupa de la intermediación en ciertas relaciones y así se pueden dar muchas formas de expresión que no sólo que evitan la vulgaridad sino que enriquecen el idioma.
Si tenemos la tecnología para comunicarnos más y mejor, lo lógico es que mejoremos nuestra herramienta principal: el lenguaje y no mostremos nuestras falencias y deficiencias hasta de manera ostentosa, cuando hacemos mal uso de las palabras y mostramos que desconocemos las reglas principales. Finalmente, el genio se puede mostrar más ciñéndose a las reglas que intentando "genialidades" que más que eso dan una imagen negativa de la persona por su forma de comunicarse, de escribir, de decir.
Según algunas personas estamos en la era de las comunicaciones; pero habría que señalar también que en esta época es necesario mejorar el lenguaje y contribuir a su enriquecimiento con inteligencia y autenticidad; no copiando lo malo.
Porque no es cuestión de tratar de mostrar "creatividad" sustituyendo una q por una k o cosas por el estilo, de la más vulgar imitación, sino de hacerse entender mejor porque la comunicación trata de eso: informar, haciéndose entender; porque de nada vale hacer un discurso con palabras rebuscadas, cuando muy bien se puede decir lo mismo de la manera sencilla y comprensible. Del mismo modo, no hay por qué ser soez si se puede decir lo mismo de manera más sutil e igualmente comprensiva; por ejemplo, se puede decir de cierta persona que es un trota conventos, un alcahucil, alcalde o alcanfor si se ocupa de la intermediación en ciertas relaciones y así se pueden dar muchas formas de expresión que no sólo que evitan la vulgaridad sino que enriquecen el idioma.
Si tenemos la tecnología para comunicarnos más y mejor, lo lógico es que mejoremos nuestra herramienta principal: el lenguaje y no mostremos nuestras falencias y deficiencias hasta de manera ostentosa, cuando hacemos mal uso de las palabras y mostramos que desconocemos las reglas principales. Finalmente, el genio se puede mostrar más ciñéndose a las reglas que intentando "genialidades" que más que eso dan una imagen negativa de la persona por su forma de comunicarse, de escribir, de decir.
Según algunas personas estamos en la era de las comunicaciones; pero habría que señalar también que en esta época es necesario mejorar el lenguaje y contribuir a su enriquecimiento con inteligencia y autenticidad; no copiando lo malo.
martes, 6 de marzo de 2012
POLÍTICA Y ACADEMIA
Que personas mal informadas o con deficiencias en la instrucción confundan la política con el partidismo o la ciencia con el cientificismo, puede pasar; pero que sea el propio Director Académico de la UMSS que acuse al Director del SEDES de actitud política, es inverosímil. Porque es evidentemente política, pues traduce una disposición administrativa del Estado, pero de ahí a hacerla "política", es decir, politiquera, contraponiéndola a la académica, no es más que una distorsión lamentable pues también a la universidad actual se le puede acusar de hacer más cientificismo que ciencia y de actuar más como una casa formadora de profesionales, cualquiera que sea su nivel, a ser una real academia, es decir, una sociedad científica o un centro docente privado pues la UMSS es una institución pública.
En el fondo del problema hay una cuestión que hace décadas viene preocupando a muchos: La acumulación de ítemes y las deficiencias de los servicios hospitalarios y que se arrastra desde, por lo menos, los sesenta del pasado siglo sin solución estructural, que se agrava porque algunos docentes no muestran idoneidad ni en la enseñanza ni en la profesión y, sin embargo, aparecen con varios sueldos que no sólo los cuestionan sino que provocan reacciones en otros colegas que pueden estar mejor formados. Sin duda, más allá de una cuestión coyuntural es algo que hay que abordar desde la raíz: la selección del personal y, curiosamente, ver también si en tales designaciones no hay "política" o, más explícitamente, partidismo sectario que igual que en el oficialismo gubernamental nacional suele darse en el oficialismo universitario, comunal, regional y hasta cívico. Mientras tanto, se puede cuestionar no únicamente la doble percepción de sueldos sino la ineficiencia en la prestación de servicios, ya sean de salud o docentes ya que la calidad de nuestros profesionales ha bajado desde hace tiempo; lo acepten o no sus autoridades.
En el fondo del problema hay una cuestión que hace décadas viene preocupando a muchos: La acumulación de ítemes y las deficiencias de los servicios hospitalarios y que se arrastra desde, por lo menos, los sesenta del pasado siglo sin solución estructural, que se agrava porque algunos docentes no muestran idoneidad ni en la enseñanza ni en la profesión y, sin embargo, aparecen con varios sueldos que no sólo los cuestionan sino que provocan reacciones en otros colegas que pueden estar mejor formados. Sin duda, más allá de una cuestión coyuntural es algo que hay que abordar desde la raíz: la selección del personal y, curiosamente, ver también si en tales designaciones no hay "política" o, más explícitamente, partidismo sectario que igual que en el oficialismo gubernamental nacional suele darse en el oficialismo universitario, comunal, regional y hasta cívico. Mientras tanto, se puede cuestionar no únicamente la doble percepción de sueldos sino la ineficiencia en la prestación de servicios, ya sean de salud o docentes ya que la calidad de nuestros profesionales ha bajado desde hace tiempo; lo acepten o no sus autoridades.
lunes, 5 de marzo de 2012
EL MES DEL MAR
Marzo es el mes del mar para los bolivianos y éste será todavía más porque se develará cuál será la demanda que se interponga ante los tribunales internacionales respecto a la reivindicación y recuperación de puertos, costas, territorios e islas.
Chile ha hecho, en el pasado, mucho para que estas demandas no se interpongan porque tiene todas las de perder y no podría, en una acción de justicia, decir ni probar nada porque, además de la invasión y usurpación, fue apenas el brazo ejecutor de la ambición inglesa sobre territorios y riquezas naturales pues fue la corona que organizó, armó y ejecutó la llamada Guerra del Pacífico por encima de los derechos, las leyes y al ambiente de paz continental.
Si de justicia se trata el tema está ganado de antemano; pero como no hay confianza ni en la camisa, como decía Melgarejo, hay que tomar todos los recaudos y fundamentar bien la demanda haciendo ver que no hay tratados irrevisables, que la guerra por sí misma no puede condicionar acuerdos sin que haya, a la vista, ganadores y perdedores y que es hora de revisar antecedentes, hechos y consecuencias para encontrar la reparación de una injusticia internacional que, hasta ahora, se mantiene por que el imperialismo es todavía fuerte aunque anda ya con pies de plomo y a punto de fenecer definitivamente.
Es la hora de la institucionalidad y de la justicia para la causa boliviana de retorno, reparación y reivindicación de derechos y no hay que temer a la presentación de la demanda internacional; pero eso sí, hacerla del modo adecuado, racional y sin recurrir ni a la demagogia ni a la vacuidad argumental porque cuando se niega la presentación de alguna demanda es ya cuesta arriba el reponerla y de eso debe estar advertido el gobierno y las reparticiones respectivas. Pero, hay que reiterarlo, si de justicia se trata no hay dónde perderse y los resultados no pueden ser otros que los positivos y ante los tribunales pertinentes y adecuados a la paz y la concordia.
Chile ha hecho, en el pasado, mucho para que estas demandas no se interpongan porque tiene todas las de perder y no podría, en una acción de justicia, decir ni probar nada porque, además de la invasión y usurpación, fue apenas el brazo ejecutor de la ambición inglesa sobre territorios y riquezas naturales pues fue la corona que organizó, armó y ejecutó la llamada Guerra del Pacífico por encima de los derechos, las leyes y al ambiente de paz continental.
Si de justicia se trata el tema está ganado de antemano; pero como no hay confianza ni en la camisa, como decía Melgarejo, hay que tomar todos los recaudos y fundamentar bien la demanda haciendo ver que no hay tratados irrevisables, que la guerra por sí misma no puede condicionar acuerdos sin que haya, a la vista, ganadores y perdedores y que es hora de revisar antecedentes, hechos y consecuencias para encontrar la reparación de una injusticia internacional que, hasta ahora, se mantiene por que el imperialismo es todavía fuerte aunque anda ya con pies de plomo y a punto de fenecer definitivamente.
Es la hora de la institucionalidad y de la justicia para la causa boliviana de retorno, reparación y reivindicación de derechos y no hay que temer a la presentación de la demanda internacional; pero eso sí, hacerla del modo adecuado, racional y sin recurrir ni a la demagogia ni a la vacuidad argumental porque cuando se niega la presentación de alguna demanda es ya cuesta arriba el reponerla y de eso debe estar advertido el gobierno y las reparticiones respectivas. Pero, hay que reiterarlo, si de justicia se trata no hay dónde perderse y los resultados no pueden ser otros que los positivos y ante los tribunales pertinentes y adecuados a la paz y la concordia.
domingo, 4 de marzo de 2012
LA TECNOLOGÍA
Muchas veces la tecnología nos deja con la boca abierta o, lo más frecuente, con la frustración de ver la cola del tren; porque es una de las ramas que en el mundo se maneja sectariamente y con mucho dinero, aunque parezca que está a disposición de todos.
Tanto la ciencia como la tecnología son parte del chantaje al mundo porque unos cuantos que la acaparan se dan modos para manejar el conocimiento como un arma y no como un lazo de solidaridad. Aunque habría que cuestionar mucho de este accionar, lo que generalmente han opinado personalidades del mundo llamado intelectual, es no sólo el costo o la forma de manejar esos rubros sino, particularmente, el cientificismo antes que la ciencia. Porque el mercado de consumo no aporta mercaderías que podrían elevar el nivel de vida de las personas sino simplemente su nivel de compra, es decir, no hace conocimiento sino consumismo. Lo mismo entre los electrodomésticos que los alimentos o los fármacos que, aunque no sea crea, tienen también compradores cuya dependencia se mantiene a través de una serie de sofismas y eufemismos. La llamada tensión, por ejemplo, que aunque es tan vieja como la humanidad misma, tiene toda una batería de medicamentos (¿?) que no hacen otra cosa que procurar un comprador compulsivo más, antes que solucionar problema alguno y así existen muchos productos que son más sintomáticos que dedicados a curar la raíz de las enfermedades que también se manejan de acuerdo al mercado y la industria respectiva. Hace unos años la cuestión de la gripe H1N1 ha destapado una siniestra combinación de intereses que algunos prefieren creer que es una exageración pero que, en realidad, no es más que la punta del iceberg de cómo se maneja la tecnología en el mundo y a qué intereses responde especialmente en su relación con los países denominados subdesarrollados y otros eufemismos porque lo que trata es de mantener ese estado y no aportar para el crecimiento. La ciencia y la tecnología son pues armas de guerra no sólo cuando tratan la radiactividad y la producción de muerte sino hasta cuando, aparentemente, se trata de la salud de la gente.
Tanto la ciencia como la tecnología son parte del chantaje al mundo porque unos cuantos que la acaparan se dan modos para manejar el conocimiento como un arma y no como un lazo de solidaridad. Aunque habría que cuestionar mucho de este accionar, lo que generalmente han opinado personalidades del mundo llamado intelectual, es no sólo el costo o la forma de manejar esos rubros sino, particularmente, el cientificismo antes que la ciencia. Porque el mercado de consumo no aporta mercaderías que podrían elevar el nivel de vida de las personas sino simplemente su nivel de compra, es decir, no hace conocimiento sino consumismo. Lo mismo entre los electrodomésticos que los alimentos o los fármacos que, aunque no sea crea, tienen también compradores cuya dependencia se mantiene a través de una serie de sofismas y eufemismos. La llamada tensión, por ejemplo, que aunque es tan vieja como la humanidad misma, tiene toda una batería de medicamentos (¿?) que no hacen otra cosa que procurar un comprador compulsivo más, antes que solucionar problema alguno y así existen muchos productos que son más sintomáticos que dedicados a curar la raíz de las enfermedades que también se manejan de acuerdo al mercado y la industria respectiva. Hace unos años la cuestión de la gripe H1N1 ha destapado una siniestra combinación de intereses que algunos prefieren creer que es una exageración pero que, en realidad, no es más que la punta del iceberg de cómo se maneja la tecnología en el mundo y a qué intereses responde especialmente en su relación con los países denominados subdesarrollados y otros eufemismos porque lo que trata es de mantener ese estado y no aportar para el crecimiento. La ciencia y la tecnología son pues armas de guerra no sólo cuando tratan la radiactividad y la producción de muerte sino hasta cuando, aparentemente, se trata de la salud de la gente.
sábado, 3 de marzo de 2012
"CONSENSOS" EQUIVOCADOS
Volvemos sobre el sofisma de los consensos que, como toda maniobra de la derecha ejecutada por la izquierda, no es tal. Es el caso, para citar algunos ejemplos, del "consenso" con que los explotadores del transporte quieren manejar su sector para seguir haciendo unos pocos ricos; lo mismo pasa con los avasalladores de tierras que quieren intervenir en la discusión de la ley de propiedad urbana o, finalmente, es como si los delincuentes quisieran discutir el Código Penal o el régimen carcelario.
Lo que debemos entender por consenso, es decir, por decisión unánime, es aquello que esté de acuerdo con el bien común, con los intereses de la colectividad, con la proyección del Estado; de esta manera no nos equivocaríamos al usar el derecho de la decisión porque no estaríamos embarcados en sectarismo alguno o no podríamos esconder intereses subalternos. Por lo demás, hay mucho que aprender de la democracia y la organización federal de Suiza o, sin distorsionar, la tradición del gobierno inca que no tomaba decisiones por número sino por sabiduría y por eso es que la palabra de los "achachis" o "amautas" pesaba mucho más que la opinión del ciudadano común que, por lo general no tenía experiencia.
Por lo tanto, cuando hablemos de consenso, hagámoslo cuando en el diálogo no haya demandas coercitivas o exigencias "hasta las "ultimas consecuencias" y el intercambio de criterios y argumentos se haga entre personas que saben de lo que están hablando y, para ello, representan la opinión general, la voluntad general, como diría Rousseau, y no el sectarismo, el negociado encubierto, la hipocresía.
Si hacemos esto, nos daremos cuenta que muchos "consensos" en Bolivia se han tomado en contra no sólo de la concepción real de la palabra sino del sentido común, del bien común, de la patria o el Estado, que tampoco hay que seguir confuendiendo con cualquier eventual gobierno. Y, para esto, bueno sería procurarse un buen diccionario y, peor todavía, cuando no dominamos el idioma oficial, cualquiera que sea porque el sofisma es igual en español, quéchua, aymara o guaraní.
Lo que debemos entender por consenso, es decir, por decisión unánime, es aquello que esté de acuerdo con el bien común, con los intereses de la colectividad, con la proyección del Estado; de esta manera no nos equivocaríamos al usar el derecho de la decisión porque no estaríamos embarcados en sectarismo alguno o no podríamos esconder intereses subalternos. Por lo demás, hay mucho que aprender de la democracia y la organización federal de Suiza o, sin distorsionar, la tradición del gobierno inca que no tomaba decisiones por número sino por sabiduría y por eso es que la palabra de los "achachis" o "amautas" pesaba mucho más que la opinión del ciudadano común que, por lo general no tenía experiencia.
Por lo tanto, cuando hablemos de consenso, hagámoslo cuando en el diálogo no haya demandas coercitivas o exigencias "hasta las "ultimas consecuencias" y el intercambio de criterios y argumentos se haga entre personas que saben de lo que están hablando y, para ello, representan la opinión general, la voluntad general, como diría Rousseau, y no el sectarismo, el negociado encubierto, la hipocresía.
Si hacemos esto, nos daremos cuenta que muchos "consensos" en Bolivia se han tomado en contra no sólo de la concepción real de la palabra sino del sentido común, del bien común, de la patria o el Estado, que tampoco hay que seguir confuendiendo con cualquier eventual gobierno. Y, para esto, bueno sería procurarse un buen diccionario y, peor todavía, cuando no dominamos el idioma oficial, cualquiera que sea porque el sofisma es igual en español, quéchua, aymara o guaraní.
viernes, 2 de marzo de 2012
EPIDEMIA DE POLITIQUERÍA
Una vez más hay que lamentar que tanto opositores como oficialistas no dejen la politiquería y la privilegien a la política en sus acciones y demandas. Es lo que sucede con muchos de nuestros problemas que, racionalmente, podrían solucionarse si acudimos al diálogo, no entre politiqueros y dirigentes dedicados a hacerse ricos, sino entre gente que conozca del tema.
Es lo que debió y debe hacerse para la carretera entre Cochabamba y Beni que más allá de especulaciones seudoambientalistas tiene que ejecutarse con el correspondiente estudio de impacto ambiental que toda obra tiene y debe saldar de la mejor forma posible; lo mismo podía haberse hecho en el caso de los discapacitados cuya tozudez o intransigencia parece derivar también del partidismo sectario y que perjudica, en vez de beneficiar, lo que se puede hacer en favor de ese sector; también está el caso de los yacimientos compartidos entre Chuquisaca y Tarija o el de límites entre Oruro y Potosí que generan violencia innecesaria porque la politiquería abre la posibilidad de diálogo no entre los entendidos sino entre los politiqueros; lo que es todo un contrasentido y un llamado a la fuerza bruta, al chantaje, al sectarismo. Hace ya bastante tiempo que esto del "consenso" sirve para cualquier cosa menos que para el entendimiento y habría que ver de reemplazar el término con un sinónimo que no se preste tanto a la usurpación y la impostura; porque para eso ha servido desde que las izquierdas se adueñaron de la "recuperación de la democracia" que la derecha había concedido porque ya no aguantaba la tensión de sus propios disparates y porque tenía que mantener las riendas del materialismo y del consumismo hedonista.
Diálogo, consenso, acuerdo, sí; pero entre los que entienden del problema; no entre traficantes, ignorantes o usurpadores, que lo único que buscan es seguir haciendo buenos negocios con la impostura democrática, representativa o colectiva.
Es lo que debió y debe hacerse para la carretera entre Cochabamba y Beni que más allá de especulaciones seudoambientalistas tiene que ejecutarse con el correspondiente estudio de impacto ambiental que toda obra tiene y debe saldar de la mejor forma posible; lo mismo podía haberse hecho en el caso de los discapacitados cuya tozudez o intransigencia parece derivar también del partidismo sectario y que perjudica, en vez de beneficiar, lo que se puede hacer en favor de ese sector; también está el caso de los yacimientos compartidos entre Chuquisaca y Tarija o el de límites entre Oruro y Potosí que generan violencia innecesaria porque la politiquería abre la posibilidad de diálogo no entre los entendidos sino entre los politiqueros; lo que es todo un contrasentido y un llamado a la fuerza bruta, al chantaje, al sectarismo. Hace ya bastante tiempo que esto del "consenso" sirve para cualquier cosa menos que para el entendimiento y habría que ver de reemplazar el término con un sinónimo que no se preste tanto a la usurpación y la impostura; porque para eso ha servido desde que las izquierdas se adueñaron de la "recuperación de la democracia" que la derecha había concedido porque ya no aguantaba la tensión de sus propios disparates y porque tenía que mantener las riendas del materialismo y del consumismo hedonista.
Diálogo, consenso, acuerdo, sí; pero entre los que entienden del problema; no entre traficantes, ignorantes o usurpadores, que lo único que buscan es seguir haciendo buenos negocios con la impostura democrática, representativa o colectiva.
jueves, 1 de marzo de 2012
ECONOMÍA DELICTIVA
Hasta ahora ha pasado hasta como anecdótica o de "vivos" en país de zonzos; pero la economía clandestina empieza a crear preocupación entre personas que, desde hace mucho, percibimos que no podía llevarnos a mejores situaciones.
Y es que el contrabando, el narcotráfico, la piratería y la delincuencia organizada no pueden generar más que eso que están creando en nuestras ciudades grandes o pequeñas: Violencia. Y, si nos fijamos sin anteojeras, es el resultado de nuestra propia miopía o de nuestra condescendencia con los delincuentes porque los hemos visto como "vivos", como modernos o como bien adaptados a las circunstancias, sin tomar las medidas estructurales para terminar con ellos, antes que ellos terminen con cualquier institucionalidad. Lo mismo en Santa Cruz, donde el ajuste de cuentas es casi diario, que La Paz, donde la delincuencia hace estragos o Cochabamba, la delincuencia nos está ganando y se manifiesta no únicamente en esa inseguridad diaria y cada vez más aguda sino también en el consumo excesivo e irresponsable de alcohol por nuestros jóvenes o su vida desordenada por seguir modas que nada tienen que ver con nuestra realidad y que, en parte, es culpa también de sus padres, otros irresponsables que han olvidado su papel en la orientación y educación de sus hijos. Y no se va a salvar con ordenanzas o medidas coercitivas sino con la retoma de una vida institucional y tradicional que vamos perdiendo porque tenemos miedo a la libertad, a la autodeterminación, a la autenticidad y nos hemos hecho prisioneros de la imitación, la alienación y las corrientes de ciertas subculturas que no debieran tener cabida en nuestros entornos.
Lo malo, es que está involucrando a pueblos, sindicatos y asociaciones, desvirtuando la propia vida en comunidad organizada, estable y en paz.
Y es que el contrabando, el narcotráfico, la piratería y la delincuencia organizada no pueden generar más que eso que están creando en nuestras ciudades grandes o pequeñas: Violencia. Y, si nos fijamos sin anteojeras, es el resultado de nuestra propia miopía o de nuestra condescendencia con los delincuentes porque los hemos visto como "vivos", como modernos o como bien adaptados a las circunstancias, sin tomar las medidas estructurales para terminar con ellos, antes que ellos terminen con cualquier institucionalidad. Lo mismo en Santa Cruz, donde el ajuste de cuentas es casi diario, que La Paz, donde la delincuencia hace estragos o Cochabamba, la delincuencia nos está ganando y se manifiesta no únicamente en esa inseguridad diaria y cada vez más aguda sino también en el consumo excesivo e irresponsable de alcohol por nuestros jóvenes o su vida desordenada por seguir modas que nada tienen que ver con nuestra realidad y que, en parte, es culpa también de sus padres, otros irresponsables que han olvidado su papel en la orientación y educación de sus hijos. Y no se va a salvar con ordenanzas o medidas coercitivas sino con la retoma de una vida institucional y tradicional que vamos perdiendo porque tenemos miedo a la libertad, a la autodeterminación, a la autenticidad y nos hemos hecho prisioneros de la imitación, la alienación y las corrientes de ciertas subculturas que no debieran tener cabida en nuestros entornos.
Lo malo, es que está involucrando a pueblos, sindicatos y asociaciones, desvirtuando la propia vida en comunidad organizada, estable y en paz.
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