domingo, 29 de enero de 2012

LA DISCRIMINACIÓN

Lo dijimos hace tiempo, cuando los absurdos de "miembro", "miembra" empezaron a usarse como no discriminatorios; pero la realidad es que en el momento mismo que se hace esa distinción, la discriminación está dada y son sofismas los que apuntan a positivo o negativo. Discriminación es discriminación y basta.
Pero hoy resulta que, a propósito de probable "integración" se ha creado, por ejemplo, una secretaría en la gobernación cruceña, para los "indígenas" que, quiérase o no, es discriminatorio. Lo que decía el Presidente hace unos días es pues verdad y no hay por qué esconder nada; de discriminados algunos quieren pasar a discriminadores o ya lo han hecho. Es que lo que nunca se ha querido entender es que las supuestas ideas "revolucionarias" de la no discriminación, levantadas como estandarte por la izquierda, no hicieron sino más daño que era lo que buscaba precisamente el neoliberalismo porque, de este modo, se facilitaban sus acciones de expansión economicista y de explotación. Es más fácil entenderse con unos pocos dirigentes mal informados que hacerlo con el Estado o con el gobierno y como una buena figura de este aserto está lo que hiciera un ex presidente boliviano para llevar gas a su mina: se entendió con unos pocos dirigentes a los que "regaló" una cancha polifuncional y abrió tranquilamente una herida en pleno amazonas de lo que nada dijeron ni ecologistas, ni ambientalistas, ni revolucionarios.
Si usamos correctamente el lenguaje no hay discriminación; claro, que como muchos no entienden de reglas gramaticales y otras normas, creen que discriminando no discriminan. Así es la cuestión, aunque a uno lo tachen de lo que quieran, que las cosas resbalan cuando se tiene la razón.
Si no quieres discriminar aprende a vivir y a hablar y escribir correctamente y nunca tendrás posibilidad de discriminar a nadie sino todo lo contrario.

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