Nuevamente es noticia el "piña" Noriega, que de las fruiciones del poder, terminó pagando su ingenuidad o astucia en las cárceles de EEUU, Francia y, ahora, su propio país. El caso es verdaderamente interesante porque representa lo que le puede suceder a cualquier "felipillo" o "h de p" que se somete voluntaria y hasta alegremente a la dominación y no sabe que, en cualquier momento, lo pueden poner en el excusado y tirar de la cadena; que es lo que les ha sucedido a varios militares latinoamericanos que siguieron la doctrina de la "seguridad interna" del Norte, participaron de operaciones como la "Cóndor", se hicieron intermediarios del financiamiento de campos de concentración, cárceles y tortura, muerte y persecución y creyeron que la impunidad estaba asegurada.
Y es que para los imperialistas nunca es suficiente ningún sometimiento y actúan con tal despotismo que es mejor no tenerlos ni de aliados. Y es lo que han comprobado varios oficiales y también algunos civiles cuya avaricia y estulticia fue mayor a sus propias ambiciones.
Noriega está de regreso en Panamá y va a seguir pagando con la cárcel sus desatinos; ¿pero quién hará pagar por lo mismo a los actores intelectuales, a los financiadores, a los dueños del poder? Porque los hubo y aunque la historia oficial los oculta, la verdadera, la real, hace tiempo que los descubrió y no debiera la inmunidad diplomática hacerse impunidad, si se quiere ser líder de algo; así sea los derechos humanos que muchas veces fue más bien el Caballo de Troya para seguir con la ocupación real o virtual de nuestras naciones.
Y hay muchas cosas más que no se aclararon ni, al parecer, se aclararán algún día.
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