Una organización de análisis económico de Europa, advierte que en España, y en alrededor de 10años, habrán 18 millones de pobres, es decir, casi un 40% de la población y, tal vez, en 25 años, logre volver a algunos indicadores que fueron parte del sueño europeo, convertido en pesadilla.
¿Las Causas? No sólo la crisis desatada por la burbuja inmobiliaria sino las medidas de austeridad que los organismos internacionales recomiendan a sus gobernantes para, supuestamente, preservar el sistema economicista, avaro y especulador que rige en el mundo; aunque la austeridad llegue a los servicios básicos como la salud y la educación, que pueden sufrir más recortes presupuestarios.
Y si en España se va a dar esa imagen, lo más probable es que se repita en otras naciones que también sufren las consecuencias del recetismo, como Portugal, Grecia, Francia o, incluso, la misma Alemania que quiere seguir siendo la locomotora del continente que, como hace mucho tiempo, no funciona sino tiene como combustible la sangre de los explotados.
Ya no hay pues excusas para seguir dentro del ámbito del economicismo especulador que ha caracterizado esa caricatura de economía que soportamos por demasiado tiempo y que se empeña en seguir castigando al planeta, de manos de unos cuantos adscritos al materialismo.
Este solo hecho debiera servir para, a nuestra vez, hacernos seguidores del calendario maya que anuncia un cambio en la orientación misma de la humanidad; el fin del miedo, la salida de la noche y la entrada en el día, el fin del tiempo del no tiempo; aunque ello signifique la pérdida de muchas vidas porque, como algunos dicen, es mejor morir de pie que vivir de rodillas.
Confiemos que el próximo 21 de diciembre sea, efectivamente, un cambio de paradigmas y de filosofías para seguir en el universo.
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